Anuario iSanidad 2022
Dr. Salvador Morales-Conde, expresidente de la Asociación Española de Cirujanos (AEC)
Lo que nos viene en cirugía es apasionante, es un futuro que busca incrementar la efectividad de los procedimientos que realizamos, haciéndolos a la vez más seguros. Todo es innovación y, además, parece que cada vez es más accesible, permitiendo que la excelencia llegue simultáneamente a muchos hospitales y no solo a lugares muy específicos. La robótica, la cirugía guiada por trazadores, la inteligencia artificial, la planificación quirúrgica basada en reconstrucciones 3D, la excelencia en la imagen con el 4K el 8K y el 3D o la realidad virtual eran ciencia ficción hace muy pocos años y ahora son una realidad a nuestro alcance.
La misión de las sociedades científicas es divulgar esta innovación, determinar sus usos, analizar dónde es rentable su aplicación, enseñar a utilizarlos y luchar por su democratización. Por ejemplo, la robótica es ya una realidad, pero sigue en franca evolución, de la que seremos testigos en los próximos años. Queda mucho por venir, como los futuros robots autónomos para ciertos pasos de la cirugía, pero, sin duda, el objetivo es conseguir realizar procedimientos muy complejos por vía mínimamente invasiva, con más seguridad y una mayor ergonomía para el cirujano, lo que repercutirá en su salud y en su fatiga y, como consecuencia, en los resultados.
Todas las grandes compañías del mundo tecnológico en cirugía están apostando fuerte en este campo. DaVinci domina el mercado de la robótica y sigue en expansión, pero los competidores están ya llamando a la puerta: Versius, Hugo o Dexter ya han desembarcado con sus plataformas robóticas modulares. Está claro que va a surgir competencia y eso es bueno para el mercado, porque abaratará los precios y potenciará aún más el desarrollo de la robótica.
Por otro lado, el big data también ayuda a hacer los procedimientos más seguros y efectivos. Siempre se ha dicho que la información es poder y, en este sentido, el uso de grandes bases de datos nos aportará información y conocimientos que se aplicarán cuando estemos operando. Nos indicará si lo estamos haciendo bien y nos aconsejará el camino a seguir. Por supuesto, la última decisión será nuestra, pero sin duda nos ayudará muchísimo.
La inteligencia artificial (IA) no deja de ser una simulación de procesos de inteligencia humana por parte de máquinas, por lo que al final la manejaremos nosotros. Además, la inteligencia artificial la aplicaremos en muchos otros campos, como en el proceso de aprendizaje, en la ayuda para desarrollar el razonamiento aplicado en la toma de decisiones y en la autocorrección, lo que potenciará la enseñanza a uno mismo y el crecimiento como cirujanos expertos.
Con los robots llegaremos a zonas de difícil acceso, la IA nos ayudará a tomar decisiones y la cirugía guiada por imagen nos permitirá ver más y mejor
Con los robots llegaremos a zonas de difícil acceso, la IA nos ayudará a tomar decisiones y, por último, la cirugía guiada por la imagen nos permitirá ver más y mejor. Actualmente, gracias a distintos trazadores, se puede ver si un tejido está bien vascularizado antes de realizar una anastomosis, pero, en breve, seremos capaces de ver distintas estructuras como los nervios o los uréteres. Incluso llegarán trazadores que nos permitan identificar los tejidos que están infiltrados por células tumorales para hacer una cirugía más dirigida.
Vemos como la innovación busca una medicina personalizada y más segura, pero esto hay que llevarlo a cabo en un contexto de sostenibilidad. Queremos que las empresas proveedoras se impliquen en esto y que nuestros quirófanos sean verdes, que se gestionen bien los residuos. Sin duda, estamos apasionados con esta innovación que nos viene, pero debe ser accesible y sostenible.
