Profesionales de rescate y emergencias españoles en Turquía: “Por desgracia, lo que encontramos son cadáveres”

Servicios de asistencia médica de urgencias

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Fotos_Fundación SAMU

Gema Maldonado
El terremoto del pasado lunes y su réplica horas después en Turquía y Siria ya deja más de 21.000 muertos, una cifra que no para de crecer cada pocas horas, a medida que van hallándose cuerpos sin vida en las labores de rescate. Bomberos, expertos en rescate y emergencias españoles ya trabajan en la zona más afectada por el seísmo, al sur de Turquía, pero más 100 horas después del primer terremoto, las posibilidades de encontrar personas atrapadas con vida se van desvaneciendo.

En las ciudades de mayor tamaño afectadas por el terremoto en Turquía “hay más ayuda” de equipos de emergencias, pero a las más pequeñas “no ha llegado nadie”

“Estamos intentando localizar supervivientes con un equipo de bomberos del País Vasco pero, por desgracia, lo que encontramos son cadáveres, relata en conversación telefónica con iSanidad Borja González de Escalada, vicepresidente de Fundación Servicios de Asistencia Médica de Urgencias (SAMU). Desde el miércoles se encuentra recorriendo zonas afectadas, como Adiyaman y Antioquía, y prepara el despliegue de un equipo de unos 15 sanitarios españoles con experencia en situaciones de urgencia y emergencia. “Estamos viendo en qué puntos seríamos más útiles porque en las ciudades de mayor tamaño hay más ayuda, pero a las más pequeñas no ha llegado nadie”, explica.

Durante toda la semana efectivos turcos y de otros países como España se han afanado día y noche por hallar desaparecidos bajo los escombros con vida. Pero este viernes, las autoridades de algunas provincias del sur de Turquía comenzaban a suspender la búsqueda de supervivientes.

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“Vemos a la población sentada en las esquinas intentando recuperar algunos de sus bienes y asmiliando la catástrofe. Esto es un drama”

Han pasado más de 100 horas de los terremotos y, en teoría, el tiempo que un ser humano puede sobrevivir sin agua y bajo los escombros no sobrepasa los tres días. Ya no hay búsqueda activa de supervivientes. Vemos a la población sentada en las esquinas intentando recuperar algunos de sus bienes y asmiliando la catástrofe. Esto es un drama, comenta el cooperante.

A los más de 18.300 fallecidos que contabiliza Turquía se suman los 3.300 que comunican las autoridades Sirias, una cifra que no tiene en cuenta los fallecidos en las zonas rebeldes del país, que se halla inmerso en una guerra civil desde hace 11 años. Los heridos se cifran en más de 74.000 para ser atendidos en las infraestructuras sanitarias que han quedado en pie después de los seísmos. “Viendo cómo está la ciudad, severamente afectada, el colapso de los servicios sanitarios disponibles debe ser muy elevado”, señala el videpresidente de la Fundación SAMU.

Los heridos llegan en estos días con “heridas principalmente traumáticas como amputaciones y traumatismos graves”. Pronto comenzarán las enfermedades respiratorias, ya que “hay mucha gente desplazada si casa y a temperaturas muy bajas”

Las necesidades sanitarias son muchas. Los heridos llegan en estos días con “heridas principalmente traumáticas como amputaciones y traumatismos graves”, pero en pocos días comenzarán a verse enfermedades respiratorias, ya que “hay mucha gente desplazada si casa y a temperaturas muy bajas”. La climatología en esta época del año es especialmente severa en esta zona con temperaturas bajo cero. González de Escalada cree que, además, pronto empezarán a verse “heridas mal curadas y enfermedades no atendidas”.

¿Cómo ser más útil?
Es la gran pregunta cuando un equipo de ayuda va a desplazarse a una zona afectada por una catástrofe de las dimensiones del terremoto en Turquía y Siria. La Fundación SAMU trabaja con organizaciones locales. Aún está definiendo cómo puede ayudar, ya que el equipo que se desplace a la zona no puede hacer labores de traumatología. “Será un equipo ligero porque no tenemos quirófano ni rayos, pero sí podríamos hacer cirugía menor. Queremos montar un puesto móvil que pueda desplazarse en ambulancia y montar un puesto médico fijo, en tienda de campaña o en algún edificio que ofrezca condiciones seguras”.

La ayuda sanitaria de emergencias puede prolongarse más de tres meses por la amplia extensión de la zona dañada por el terremoto en Turquía y Siria

Para conseguirlo, esta fundación andaluza está reclutando voluntarios: médicos de urgencias, enfermeros, técnicos de emergencia sanitaria y, “posiblemente, algún psicólogo”, apunta González de la Iglesia. La atención a la salud mental no es tarea sencilla, ya que “requiere de un traductor bien preparado”. En muchas de las misiones que realizan los equipos de emergencias sanitarias de la fundación los psicólogos hacen una “función mixta”: atienden a los afectados, pero también al propio equipo sanitario que sufre “un desgaste muy importante”.

El vicepresidente de la Fundación SAMU cree que la misión de asistencia médica puede prolongarse tres meses, “incluso más tiempo porque el área dañada es muy extensa y no es de las más desarrolladas del país”. Un factor que dificulta la búsqueda de sanitarios voluntarios dispuestos a permanecer meses en la misión. El cooperante confía en que el equipo pueda estar en Turquía a mediados de la semana que viene, pero reconoce que “aún está todo en el aire”.

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