Anuario iSanidad 2022
Dr. Carlos Egea Santaolalla, presidente de la Federación Española de Sociedades de Medicina del Sueño (Fesmes)
El sueño es el mejor indicador de la salud de una persona. Y esto contrasta con la inercia cultural, donde se considera el sueño como tiempo perdido. Este mensaje ha calado tanto la sociedad española que se está evidenciando una progresiva pérdida, en el
último siglo, del tiempo dedicado al sueño, acercándose peligrosamente a las dos horas de pérdida de tiempo. Si a esto le sumamos que la ciencia está asociando el sueño a la esperanza de vida individual, parece claro que el sueño es un factor clave que hay que tener en cuenta para conseguir logros en términos de salud poblacional.
Si entramos en cifras globales, acercándonos al problema, observaríamos que cerca de la mitad de la población mundial presenta problemas en relación con sus hábitos de sueño y que, descendiendo a problemas concretos, como es la apnea obstructiva del sueño (AOS), puede llegar a afectar a casi 950 millones de personas a lo largo del planeta.
Asociamos a esta magnitud de cifras dos hechos: el primero de ellos, es que solo genera un cinco por ciento de solicitudes de atención sanitaria (a pesar del problema, obvian si existe solución); y en segundo término, que la alternativa farmacológica, basada en benzodiacepinas o ansiolíticos de uso generalizado (más de 5 millones de personas cada noche toman una pastilla para dormir en España) puede llegar a ser un grave problema de salud en un futuro cercano, similar a la crisis de opioides que está sufriendo Estados Unidos y que ha originado que sea una de la causas más importantes de muerte en menore de 45 años.
Cerca de la mitad de la población mundial presenta problemas en relación con sus hábitos de sueño
Este es el motivo por el cual, fruto de las iniciativas individuales de las sociedades científicas, tales como la Sociedades de Neumología y Cirugía Torácica, Otorrinolaringología, Pediatría, Psiquiatría, Sueño, Neurología y Odontología, nace un
punto de encuentro académico que es la Federación de Sociedades de Medicina del Sueño (Fesmes) que, como otras organizaciones similares como la Organización de Naciones Unidas (ONU), da visibilidad académica a las diferentes áreas de cada sociedad científica y representa un espacio único, de encuentro y alianza, donde todo gira en torno a la medicina del sueño.
Su naturaleza se entronca en su origen y misión, la medicina del sueño, y desde hace al menos diez años, está generando un núcleo de acreditaciones de personas, con
exámenes de certificación, teórico-prácticos que, además de homogeneizar a los profesionales sanitarios implicados en la medicina del sueño, debería servir para ser el sustrato para comenzar a andar el camino de un Área de Capacitación Especifica (ACE). Esta área institucional albergará a todos aquellos profesionales que, desde diferentes ámbitos de la sanidad, tratarían a los pacientes y acompañarían a esta sociedad a mejorar el curso de la historia, en términos de salud y de envejecimiento saludable.
Probablemente sea una de las áreas médicas más transversales en el campo de la medicina, no solo porque existen varias especialidades en su seno, sino porque incluye a
la odontología, investigadores en medicina del sueño, técnicos, enfermeras y otras disciplinas como la psicología clínica, abarcando todos los pasos, en el viaje del paciente
hacia la solución del problema.
