Anuario iSanidad 2022
Guido Senatore, director médico de Bayer España
La insuficiencia cardíaca (IC) es una enfermedad crónica y progresiva, asociada a múltiples ingresos. En España, se estima que unas 800.000 personas sufren IC y que, cada año, más de 100.000 hospitalizaciones son causa directa de esta enfermedad. La IC supone un deterioro progresivo de la salud y la calidad de vida, con episodios de empeoramiento de la enfermedad asociados a las hospitalizaciones.
Los pacientes con IC se encuentran en un círculo vicioso de deterioro clínico-funcional y su enfermedad empeora progresivamente a lo largo del tiempo, incluso a pesar de seguir las pautas de tratamiento indicadas en las guías. Es importante tener en cuenta que existen dos realidades en el manejo y gestión de los pacientes con IC: cardiología y medicina interna, con datos diferentes por el diferente perfil de los pacientes que atienden. Los episodios de descompensación de la IC se caracterizan por el desarrollo progresivo de signos y síntomas que requieren una intensificación del tratamiento farmacológico, que implican ingresos hospitalarios y/o la necesidad de tratamiento con un diurético intravenoso.
En España, se estima que unas 800.000 personas sufren IC y que, cada año, más de 100.000 hospitalizaciones son causa directa de esta enfermedad
Incluso después de la compensación clínica, sufrir episodios de descompensación resulta en un empeoramiento del pronóstico a largo plazo, ya que el riesgo de una futura descompensación aumenta, la calidad de vida disminuye y cada vez la recuperación es menos completa. Aproximadamente, el 30% de los pacientes con insuficiencia cardiaca con fracción de eyección reducida sufren al menos un episodio de descompensación o empeoramiento de la insuficiencia cardiaca cada año, y es conocido que cada episodio de empeoramiento y hospitalización por insuficiencia cardiaca supone progresión de la enfermedad, deterioro irreversible de la calidad de vida, genera situaciones de estrés, nuevas hospitalizaciones y más muertes.
En España, hasta un 16 % de los pacientes reingresa a los 30 días tras un episodio de empeoramiento. Además, 1 de cada 10 pacientes ingresados por insuficiencia cardiaca muere antes del alta, y 1 de cada 4 (23,7%) muere al año. Es por tanto prioritario evitar rehospitalizaciones. La clave de manejo de la IC radica en una buena gestión asistencial desde el alta hospitalaria, para evitar el reingreso. Por tanto, es clave realizar acciones y desarrollar estrategias para retrasar la progresión de la enfermedad, evitar episodios de empeoramiento, y prevenir reingresos. La prioridad de actuación, por supuesto, son los pacientes que tienen un mayor riesgo de reingreso y que, como se ha comentado anteriormente, suponen el principal impacto para los sistemas de salud.
