Anuario iSanidad 2022
Redacción
La artritis psoriásica es una patología compleja con un alto impacto en la calidad de vida de los pacientes. Actualmente, no existe una cura, por lo que los tratamientos se centran en controlar los síntomas, aliviar el dolor, prevenir el daño en las articulaciones y mantener la movilidad. Para la Dra. Raquel Rivera, jefa de sección del Servicio de Dermatología del Hospital Universitario 12 de Octubre, esta complejidad viene marcada porque la artritis psoriásica “tiene una presentación clínica muy heterogénea, con manifestaciones articulares, extraarticulares y comorbilidades asociadas”.
La artritis psoriásica es una patología compleja y heterogénea, ¿a qué se debe? La artritis psoriásica es una enfermedad inflamatoria sistémica, en la que el sistema inmune del cuerpo ataca, por error, ala piel y a las articulaciones. Decimos que es una patología muy compleja porque las manifestaciones clínicas de la artritis psoriásica son muy diversas. Hay pacientes que tienen dactilitis, otros tienen entesitis, inflamación de las articulaciones periféricas o espondiloartropatías, es decir, afectación axial, etc.
¿Qué impacto tiene en el paciente desde el punto de vista dermatológico?
Desde el punto de vista dermatológico, nos preocupa la artritis psoriásica porque, en la mayoría de los pacientes, los primeros signos se dan a nivel cutáneo. Los dermatólogos con frecuencia somos los primeros médicos que vemos el debut de la artritis psoriásica y, por eso, nos preocupa el diagnóstico precoz, para poder pautar un tratamiento lo antes posible y evitar las secuelas que deja una inflamación a nivel articular.
Uno de los retos más importantes en el abordaje de esta enfermedad es concienciar de la necesidad de hacer cribaje de artritis en todos los pacientes con psoriasis
¿Cuáles son los retos en el abordaje de esta enfermedad a corto y medio plazo? A corto plazo, uno de los retos más importantes es concienciar de la necesidad de hacer cribaje de artritis en todos los pacientes con psoriasis. No solo en los pacientes con psoriasis grave o en los que están atendidos en consultas monográficas de grandes hospitales, sino también en pacientes con psoriasis leve. Es verdad que en estos pacientes no tienen tanto riesgo como los que tienen las formas más graves de la enfermedad, pero también puede haber artritis en pacientes con afectación cutánea leve e, incluso, hay veces que hay debut de artritis antes de que aparezca la psoriasis lo que complica el diagnóstico.
Por tanto, el screening se debería hacer en todo paciente que acuda con psoriasis por primera vez y, quizás, no solo en dermatología, sino también en atención primaria. Hay muchos pacientes con psoriasis leves que están siendo manejados en atención primaria y debería favorecerse diagnóstico precoz de la artritis psoriásica también desde la atención primaria.
El screening se debería hacer en todo paciente que acuda con psoriasis por primera vez y no solo en dermatología, sino también en atención primaria
A medio plazo estaría bien disponer de biomarcadores que nos permitieran identificar a aquéllos pacientes con alto riesgo de desarrollo de artritis incluso antes de que ésta se manifestara clínicamente, siguiendo con esa idea del diagnóstico y tratamiento adecuado precoz para evitar secuelas e incluso poder cambiar el curso natural de la enfermedad.
¿Cuál es la importancia del diagnóstico y tratamiento precoz en esta enfermedad?
Es importante realizar un diagnóstico precoz e iniciar un tratamiento adecuado cuanto antes porque se ha visto que un tratamiento tardío, dificulta el control de la enfermedad, y no resuelve las posibles secuelas a nivel articular. Hay que intentar evitar la progresión del daño articular cuanto antes, ya que la inflamación provoca en los pacientes problemas de movilidad, deformidades y otras secuelas que son irreversibles.
¿Por qué es importante la coordinación entre reumatología y dermatología?
Es importante trabajar de manera coordinada para lanzar un mensaje común al paciente. Al fin y al cabo, es la misma enfermedad que tiene expresión cutánea y expresión a nivel articular. Afortunadamente, hoy en día hay muchos tratamientos que nos permiten abordar los dos problemas con un mismo tratamiento y si ambas áreas están coordinadas se realiza un abordaje común con un único tratamiento.
¿Cuáles son, desde su experiencia, las claves para un exitoso abordaje entre especialistas?
El abordaje de la artritis psoriásica de forma coordinada entre varios especialistas permite, como hemos dicho, que muchos pacientes sigan un único tratamiento para tratar el conjunto de su enfermedad. Esto mejora la adherencia al tratamiento, los resultados obtenidos y la satisfacción de los pacientes. Además, se disminuye el riesgo de acontecimientos porque reducimos el número de terapias sistémicas.
Los dermatólogos con frecuencia somos los primeros médicos que vemos el debut de la artritis psoriásica
¿Cuál es el rol del paciente en este manejo? ¿Por qué es importante tener en cuenta sus necesidades?
La artritis psoriásica es una enfermedad inflamatoria crónica en las que hay una base genética que, hoy por hoy, no se puede cambiar. Pero también hay muchos factores ambientales que determinan o desencadenan la respuesta inmunológica, que es la que controlamos con los tratamientos médicos. Los factores ambientales dependen mucho del paciente e influyen en la evolución de la enfermedad. Por ejemplo, tabaco puede disminuir la eficacia de algunos tratamientos; la obesidad aumenta el riesgo de desarrollar artritis y disminuye también la eficacia de determinadas terapias biológicas; la ingesta del alcohol en grandes cantidades puede desencadenar brotes de psoriasis. El paciente es un elemento activo del tratamiento para la artritis psoriásica y también tiene que responsabilizarse, en la medida de sus posibilidades, porque hay una parte que depende de él.
A la hora de indicar un tratamiento tenemos que tener en cuenta las opciones terapéuticas que tengamos para ese paciente concreto en función de su estado de salud, patologías previas, etc. Por otro lado, se debe prestar atención a otras cuestiones más relacionadas con su estilo de vida o sus preferencias. Si el paciente viaja mucho, habrá tratamientos que sean más adecuados. Si se trata de una mujer joven que quiere quedarse embarazada, existen determinados tratamientos que están contraindicados. Si es una chica que se va a casar en 3 meses pues, necesitamos un tratamiento rápido. Siempre hay que tener en cuenta al paciente que tienes delante y valorar su enfermedad, pero también sus circunstancias vitales