Luis de Haro. Director general de iSanidad
Hay un profundo problema con el caso Ferrovial en España. La empresa del IBEX ha anunciado que se marcha a Países Bajos y, de hecho, ya está todo en funcionamiento para el traslado a su nuevo domicilio fiscal. En diferentes medios se ha anunciado que por su negocio fuera de España, 80% de su actividad, ha pagado 214 millones de euros de impuestos. Sin embargo, por el 20% que realiza en España, ha pagado 714 millones. Aunque las cifras no sean correctas del todo, el tema es difícil de entender y aceptar.
Bien sea por los impuestos, bien sea por la inseguridad jurídica, el caso es que Ferrovial se va de España. Este viaje es una señal evidente de que no se puede jugar ni con la economía ni con las empresas. Así se empobrece un país. Ferrovial considera que no puede seguir en España porque que se le ponen trabas a sus operaciones, la legislación impide su crecimiento y el propio país pierde competitividad.
Bien sea por los impuestos, bien sea por la inseguridad jurídica, el caso es que Ferrovial se va de España
Los grandes inversores mundiales, ¿van a apostar por una economía de la que huye una empresa como Ferrovial? Hay empresas y fondos de inversión que solo invierten en países de estabilidad jurídica y económica (Triple A), y España no la tiene. El Gobierno de Pedro Sánchez, Nadia Calviño y Yolanda Díaz ha “peleado” tanto contra empresas y empresarios que, finalmente, han decidido huir.
El caso Ferrovial aplica directamente al sistema sanitario ¿Qué laboratorios van a apostar por un país que desafía económicamente a quien innova frente a otros que apuestan por ella? ¿Qué empresa de alta tecnología sanitaria va a apostar por un país que no incentiva la inversión? ¿Qué multinacional va a apostar por un país que tiene un Gobierno que critica a las empresas que generan riqueza, trabajo de calidad e innovación? Parece difícil que una empresa pueda en estos momentos plantearse una instalación para reprogramación genética que dé servicio a otros países de Europa.
La marcha de Ferrovial empobrece el país
Importar investigación sanitaria mejora los resultados en salud, pero asegura un sistema más dependiente, más caro y más inestable. Ofrecer incentivos a la inversión, a la investigación o a la exportación, por ejemplo, es mejor e igual de fácil. Lo malo es machacar a las empresas con inspecciones fiscales, inspecciones de la seguridad social o acusarles de “capitalistas despiadados”.
Criminalizar a Ferrovial no viene al caso. Acusar a una empresa de falta de “españolismo”, impedir participe en licitaciones o aumentarle las inspecciones es de torpes. A la vaca que da leche, la empresa rentable, hay que ayudarle, no ponerle trabas para que se seque. Mejor sería que Gobierno apostara por una legislación que atraiga inversiones y que aporte seguridad jurídica al sector sanitario, y a los demás sectores, también.