Luis H. Serrano
Tras la obligada suspensión en 2020 debido a las medidas oficiales dictadas en ese momento con motivo de la pandemia, el Real sube por fin a su escenario Aquiles en Esciros. Se trata de un difícil pero sugestivo título operístico compuesto por el español Francesco Corselli (1705/1778) basado en el libreto de Pietro Metastasio (1698/1782) preparado en el tiempo record de apenas dos semanas.
El Real lo presenta con una producción propia realizada en coproducción con el Teatro de Viena. La dirección musical ha sido asumida por Ivor Bolton, que también ha actuado en el clave. Un trabajo inmejorable en todos los aspectos, que ha sabido sacarle el máximo partido a esta difícil partitura de Corselli con la Orquesta barroca de Sevilla en el foso, que al principio actuó con poca fuerza para ganar brillantez en el atractivo tercer acto.
Aquiles en Esciros es un difícil pero sugestivo título operístico compuesto por el español Francesco Corselli basado en el libreto de Pietro Metastasio
Mariame Clement ha situado la escena en el interior de una figurada gruta con un interés bastante discutible, no solo por el valor de su significado sino por la dificultad física que planteaba para el movimiento general de los intérpretes.
En el terreno del agradecimiento que esta puesta en escena merece, conviene resaltar que el Real haya elegido y seleccionado para el desarrollo de su temporada normal de opera esta difícil pero atractiva obra, que forma parte de la trilogía de libretos preparados por Metastasio y dos compañeros más, para celebrar las bodas de un hijo de Felipe V con Isabel de Farnesio.
Ivor Bolton ha realizado un extraordinario trabajo en el desarrollo general del apartado musical. También en el de ajuste inicial de la partitura como de su posterior desarrollo.
La dirección musical ha sido asumida por Ivor Bolton
Del resto del amplio reparto destacó el compacto y musical Ulisse del contratenor británico Tim Mead, un viejo conocido del público del Real, donde cantó La Calisto en 2019, el bajo lírico Mirco Palazzi fue un excelente rey Licomede –un difícil papel que Corselli escribió para el famoso Antonio Montagnana– El tenor Krystian Adam resultó también bastante convincente como Arcade . Juan Sancho aportó más brillantez actoral que vocal a su Nearco y el Coro Intermezzo fue también de menos a más.
Por muchas razones, todos los aficionados a la ópera están contentos y agradecidos porque Aquiles en Esciro haya salido por fin del armario para encarar el destino que tan justamente merece.
