Anuario iSanidad 2022
Redacción
En España, casi el 40% de la población tiene sobrepeso y más del 21% presenta obesidad (IMC>30). Estas cifras no han parado de crecer en los últimos años, a pesar de que la alta prevalencia de la obesidad tiene un gran impacto a nivel sanitario (7% del gasto total) y socioeconómico. El Dr. Cristóbal Morales, endocrino en Hospitales Vithas y Hospital Virgen Macarena de Sevilla y miembro de la Sociedad Española de Obesidad (Seedo), destaca en una entrevista con iSanidad la complejidad de esta enfermedad, que depende de factores físicos, pero también tiene un marcado componente social y emocional y supone una importante merma en la calidad de vida de quienes la padecen. Para él, es imprescindible “concienciar a profesionales y pacientes de la magnitud del problema”, así como implicar a las autoridades sanitarias en su prevención y tratamiento. La entrevista cuenta con el apoyo de Novo Nordisk.
En España, casi el 40% de la población tiene sobrepeso y más del 21% presenta obesidad
A día de hoy, ¿qué consideración hay entre los profesionales médicos con respecto a la obesidad? ¿Existe concienciación de que es una patología con grave impacto en la salud de los pacientes?
Como miembro de la Sociedad Española de Obesidad (Seedo) quiero destacar el trabajo que estamos haciendo por concienciar a la sociedad y al colectivo sanitario de que la obesidad es una enfermedad con mayúsculas. La obesidad es una enfermedad que tiene múltiples y profundas causas biológicas (genéticas, epigenéticas, alteraciones hormonales, etc.), pero, al mismo tiempo, también tiene un importante componente social. Estamos trabajando para mejorar el infradiagnóstico de la obesidad, pero también para luchar contra el estigma que tiene la obesidad y sensibilizar a todos los profesionales sanitarios. Es importante que entiendan que las personas obesas necesitan nuestra ayuda como profesionales sanitarios y que exista la empatía necesaria para que podamos trabajar la prevención, hacer un diagnóstico correcto y pautar un tratamiento adecuado.
Estamos trabajando para mejorar el infradiagnóstico de la obesidad, pero también para luchar contra el estigma que tiene la obesidad
¿Qué factores influyen en que una persona sea obesa?
La obesidad es una enfermedad crónica y multifactorial en la que intervienen una gran variedad de factores, algunos de los cuales comienzan en el vientre materno. Por un lado, están los componentes genéticos y epigenéticos, antecedentes familiares, factores fisiológicos, problemas hormonales, etc. Pero en la obesidad también influyen toda una serie de variables exógenas, como la ocupación, la actividad física, los hábitos alimentarios y culturales, el nivel socioeconómico y de estudios, así como componentes psicológicos (estrés, trastornos del sueño, etc.) Las causas de la obesidad son tan variadas que en cada persona son diferentes.
¿Cuáles son las principales patologías que están relacionadas o pueden verse agravadas por la obesidad?
Sabemos que la obesidad es una enfermedad que, si la dejas evolucionar, va a presentar complicaciones. Las complicaciones se clasifican en cuatro tipos y son conocidas como complicaciones 4 M: metabólicas, mentales, mecánicas y monetarias. Entre las complicaciones metabólicas más frecuentes encontramos enfermedades cardiovasculares (dislipemia, hipertensión, insuficiencia cardiaca, ictus, embolismo pulmonar, etc.) y otras enfermedades como asma, trombosis, diabetes, etc.
Además, está demostrado que la obesidad está relacionada con la infertilidad y es un factor de riesgo para varios tipos de cáncer. Las complicaciones mecánicas tienen que ver con la limitación funcional del paciente, por ejemplo, artrosis o dolor de espalda crónico que, al mismo tiempo hacen que la obesidad se vaya agravando, pero también apneas de sueño, incontinencia, etc. Las complicaciones mentales generalmente incluyen ansiedad, depresión, alteraciones de la autoestima, etc. que también son origen y empeoran la evolución de la obesidad. Por último, estaría la cuestión monetaria, ya que la obesidad y las enfermedades relacionadas con la obesidad consumen muchos recursos sanitarios.
La obesidad está relacionada con la infertilidad y es un factor de riesgo para varios tipos de cáncer
¿Existe un perfil pecífico de paciente obeso?
Cada persona es un mundo y hay un mundo en cada persona. Ya hemos dicho que hay muchísimos tipos diferentes de obesidad porque hay muchísimas causas, por lo que no se puede definir fácilmente un perfil. De cara al futuro, la personalización, conocer el tipo de obesidad y qué factores son los que más influyen en cada persona hará que podamos prever las complicaciones y ofrecer un tratamiento más personalizado.
¿Cuáles son las terapias más prometedoras de las que se dispone en la actualidad para el tratamiento de la obesidad?
La tendencia es personalizar el tratamiento de la obesidad y abordar la enfermedad desde un punto de vista multidisciplinar, combinando fármacos con cambios en el estilo de vida (ejercicio y alimentación saludable) y apoyo psicológico. Es importante destacar el gran avance que estamos viviendo con los nuevos fármacos, sobre todo con la nueva familia de los agonistas del receptor del péptido similar al glucagón tipo 1 (GLP-1). El primer paso serían los fármacos, que están consiguiendo cada vez están mejores resultados y presentan unos altos niveles de seguridad, sobre todo los derivados de GLP1. Los siguientes pasos serían técnica endoscópica y cirugía metabólica. La idea es que cada persona tenga un tratamiento ajustado a lo que necesite.
La obesidad es una enfermedad con mayúsculas, no es una lección moral
El primer tratamiento que tuvimos para la obesidad, ha demostrado su eficacia, tanto en la pérdida de peso, como en la mejora de aspectos metabólicos y de protección cardiovascular. Recientemente se ha comercializado en Estados Unidos un nuevo fármaco de administración subcutánea semanal. Esperamos que esta molécula esté disponible en España a lo largo de 2023, porque es un tratamiento más potente (pérdida del 15-16% del peso) y, sobre todo, porque la administración es semanal.
Este nuevo tratamiento tiene grandes ventajas a nivel metabólico, pero también supone beneficios en calidad de vida y las experiencias del paciente. Sobre todo, destacaría que, más allá de un fármaco con el que se pierde peso, es un faro con el que se gana salud y se gana en emociones positivas. De cara a 2023 o 2024 vendrán nuevos fármacos coagonistas del receptor de GIP y GLP-1.
¿Cuál es la importancia de la hormona GLP-1 para lograr una pérdida de peso exitosa?
GLP-1 es una hormona intestinal que se libera después de comer para regular el metabolismo de la glucosa. Gracias a la investigación, hemos conseguido sintetizarla para que su farmacocinética dure una semana, como las nuevas terapias, que tienen acción sobre todo a nivel del sistema nervioso central, aumentando la sociedad y disminuyendo el apetito. Son moléculas muy conocidas, que llevan usándose desde 2008 y que, más allá de la pérdida de peso, también aportan un gran beneficio metabólico. Se utilizan en DM2 y tienen un perfil positivo en factores de riesgo cardiovasculares. Además, los efectos secundarios principales (nauseas) son muy manejables según se va aumentando la dosis.
Reclamamos un Pacto Nacional por obesidad que implemente medidas de prevención, diagnóstico y financiación
¿Cuál es el papel del paciente en el tratamiento de la obesidad?
El papel del paciente en obesidad es muy importante, igual que en otras patologías crónicas como la diabetes. El control y la gestión de la enfermedad la lleva el propio paciente. El problema es que hasta ahora no hemos sabido conectar con el paciente y tratarlo con empatía. Un paciente con hipertensión o diabetes acudía a la consulta y pedía abiertamente un tratamiento, pero la persona que vive con obesidad sufre tanto estigma que muchas veces tiene miedo o vergüenza de que se atribuya la culpa de su enfermedad. Repito que la obesidad es una enfermedad con mayúsculas, no es una lección moral para los pacientes.
La mayor parte de los pacientes llevan toda su vida luchando contra esta enfermedad y haciendo un gran esfuerzo, porque su metabolismo, sus hormonas, su ambiente social, sus características psicológicas o le dificultan perder o mantener el peso. Lo que hay que dejar claro en todos los ámbitos es que la obesidad perjudica la salud. Estamos haciendo unas guías nacionales para el tratamiento de la obesidad, basadas en el respeto al paciente, según las que el profesional, tras pedir permiso al paciente para hablar de su peso, explica que del obeso metabólicamente sano no existe, que con el tiempo va a tener problemas de salud importantes.
Bajo absoluta honestidad y respeto, se ofrece ayuda al paciente, recalcando que no es culpa suya y explicando los beneficios para la salud que tiene la pérdida de peso. En conclusión, hay que intentar facilitar a cada persona el tratamiento que necesite, dentro de un equipo multidisciplinar y cuanto antes mejor. Desde Seedo reclamamos un Pacto Nacional por obesidad que implemente medidas de prevención, medidas de diagnóstico y financiación.