Los anestesistas, los médicos especializados en la protección y seguridad del paciente

Dr. Javier García Fernández, presidente Sociedad Española de Anestesiología, UCI quirúrgica y Dolor (Sedar)

Javier García, presidente de Sedar, anestesistas

Anuario iSanidad 2022
Dr. Javier García Fernández, presidente Sociedad Española de Anestesiología, UCI quirúrgica y Dolor (Sedar)
Tras 6 años de medicina y 4 años de especialización MIR, los anestesistas adquieren competencias en múltiples áreas de la medicina. El objetivo esencial de la especialidad es garantizar la seguridad del paciente, no sólo en intervenciones quirúrgicas, sino en cualquier procedimiento diagnóstico o terapéutico, en los que sea preciso administrar anestesia o sedación profunda.

A pesar de los más de 150 años de historia de la especialidad (16 de octubre de 1946. T. Morton. H. G. Massachussets) y los 70 años de la Sociedad Española de Anestesiología, Reanimación y Dolor (Sedar), es llamativo que aún no se conozcan bien nuestras funciones, ni dentro de la medicina, ni entre la población en general.

¿A qué se debe esta falta de conocimiento real de la anestesiología? En primer lugar, en el contenido curricular de muchas facultades de medicina aún no exista una asignatura obligatoria e independiente de nuestra especialidad. Esta situación provoca que muchos de nuestros colegas desconozcan nuestras competencias, el valor que aportamos a los hospitales y los riesgos que nuestra especialidad tiene implícitos. Así, muchos de los médicos que ostentan cargos de responsabilidad en universidades, hospitales y consejerías, toman decisiones sobre anestesiología sin conocer en profundidad los aspectos fundamentales de nuestra especialidad.

Aún tenemos que sufrir ser una de las especialidades médicas con un antiguo programa de formación MIR, aprobado por el Ministerio de Sanidad en 1996

En segundo lugar, de cara a la sociedad en general, los responsables del desconocimiento de la especialidad somos los propios anestesiólogos, que hasta hace poco tiempo no hemos sabido abrirnos a los medios de comunicación. Aún tenemos que sufrir ser una de las especialidades médicas con un antiguo programa de formación MIR, aprobado por el Ministerio de Sanidad en 1996, hace más de 25 años. Desde la Comisión Nacional de la Especialidad, llevamos años trabajando y presentando propuestas para actualizarlo. La definición actual de la anestesiología, según la Unión Europea de Médicos Especialistas (UEMS), es la de la especialidad médica responsable de la medicina perioperatoria, competente en el conocimiento y la realización de todas las técnicas anestésicas y de sedación, para cualquier procedimiento diagnóstico y terapéutico y también competente en emergencias, reanimación, asistencia del paciente con patología crítica, y el tratamiento del dolor agudo y crónico.

La característica fundamental de la anestesiología es la trasversalidad. Esto nos convierte en especialistas muy versátiles y útiles en los hospitales para facilitar el trabajo del resto de especialidades. Somos el corazón y el motor de los hospitales, por lo que es necesario disponer de servicios de anestesiología suficientemente dimensionados de personal. Situaciones como la pandemia, o como el incremento de necesidades de sedaciones o intervenciones quirúrgicas, ponen de manifiesto la carencia de anestesistas.

Somos el corazón y el motor de los hospitales, por lo que es necesario disponer de servicios de anestesiología suficientemente dimensionados de personal

Se habla ahora de la falta de anestesistas. Con los datos que tenemos, podemos evidenciar dos problemas fundamentales. El primero es el obsoleto dimensionamiento de las plantillas de anestesia. Se calcularon las plantillas de anestesia teniendo en cuenta sólo el número de quirófanos, cuando la labor del anestesiólogo donde más ha crecido es fuera de los quirófanos. Hay que actualizar la dimensión de los servicios de anestesia a las necesidades actuales, incrementando las plantillas. El segundo gran problema al que nos enfrentamos son las condiciones la- borales reales. Lo que de verdad faltan son contratos de larga duración y estables, y salarios equiparables entre comunidades autónomas y con el resto de los países de nuestro entorno.

Finalmente, creo que se impone una reflexión profunda de la situación de la medicina en este país. Soluciones rápidas y economicistas de sustituir médicos por otras profesiones sanitarias no van a hacer más que complicar aún más, la situación a la que nos enfrentamos.

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