Jordi Dalmases: “La extensión de la dispensación colaborativa es cuestión de tiempo y de estabilidad legal del circuito”

Vicepresidente del Consejo General de Colegios Farmacéuticos (Cgcof)

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Pablo Malo
Ana González-Besada (fotografías y vídeo)
La pandemia provocada por el Covid-19 hizo que las autoridades sanitarias y los colegios oficiales de farmacéuticos de las diferentes comunidades autónomas trabajasen de manera coordinada para establecer procedimientos excepcionales en la dispensación de medicamentos de diagnóstico hospitalario para la dispensación a pacientes externos (DHDH). El objetivo era garantizar la dispensación de estos medicamentos para pacientes con un elevado riesgo clínico por presentar posibles compromisos inmunitarios, fragilidad o comorbilidades que les hicieran especialmente susceptibles a la infección, evitando que acudieran a los centros hospitalarios. Jordi Dalmases, vicepresidente del Consejo General de Colegios Farmaceúticos (Cgcof), destaca en una entrevista con iSanidad la satisfacción con la dispensación colaborativa de pacientes, farmacia comunitaria y farmacia hospitalaria y considera que su “extensión es cuestión de tiempo y de estabilidad legal del circuito”.

Durante la pandemia se pudo ver el potencial de la farmacia para proveer servicios sanitarios esenciales, y uno de ellos fue la iniciativa de dispensación colaborativa. ¿Cuáles son las claves de este tipo de dispensación y cómo surgió la iniciativa?
Es muy simple, cuando apareció la pandemia, el estado de alerta y los sanitarios no teníamos suficientes manos para hacer todo el trabajo que se esperaba de nosotros. Yo me encontraba trabajando en el Colegio de Farmacéuticos de Barcelona con dos personas más porque todo el mundo teletrabajaba y recibí la llamada de auxilio de un jefe de Servicio del Hospital del Mar, Santi Grau, que me planteo que podíamos hacer porque no debíamos permitir que los ciudadanos tuvieran que ir al hospital a buscar sus medicamentos con lo que esto supone.

“Durante la peor época de la pandemia en seis comunidades autónomas evitaron a través de la oficina de farmacia que muchos ciudadanos tuviesen que desplazarse al hospital”

Este fue el inicio, luego llamó al jefe de servicio del CatSalut, y el Consejo lo cogió como proyecto, hizo un protocolo y lo intentamos expandir. Tuvimos a seis comunidades autónomas que durante la peor época de la pandemia evitaron a través de la oficina de farmacia que muchos ciudadanos tuviesen que desplazarse al hospital. Esa la es la clave de cómo nace y supone un avance tan importante en la calidad de vida de los ciudadanos que esto se ha prolongado. Aquello que empezó en Cataluña, Andalucía, La Rioja, Navarra, Cantabria y en Aragón, donde también se hizo alguna experiencia, en estos momentos se ha ampliado a la Comunidad Valenciana que también está con la dispensación colaborativa y hay varias comunidades autónomas que lo están explorando.

Hablamos mucho sobre la necesidad de poner el paciente en el centro del sistema y facilitarle la vida, pero lo hacemos muy poco. La diferencia es importante entre ir al servicio de farmacia hospitalaria que hay 300 o acercarse a la oficina de farmacia que está debajo de tu casa donde también hay un profesional farmacéutico y las mismas garantías de seguridad para el fármaco.

“La diferencia es importante entre ir al servicio de farmacia hospitalaria que hay 300 o acercarse a la oficina de farmacia que está debajo de tu casa”

¿Cómo se gestiona este tipo de dispensación y qué actores están implicados?
Fundamentalmente, esto se puede realizar por la organización que hay en el sector de la oficina de farmacia, que tiene dos elementos clave: su localización geográfica, las 22.000 oficinas de farmacia que están por todo el territorio y con muchísima accesibilidad, y la organización que tienen detrás. Por una parte, están la corporación farmacéutica, los colegios y consejos autonómicos que son los que conciertan y organizan los servicios con el sistema autonómico de salud. Por otra, tenemos a la distribución farmacéutica que son aquellos distribuidores de medicamentos que cumplen con buenas normas y prácticas de distribución y que garantizan que la calidad de los fármacos permanece inalterada. Esta es la esencia de la seguridad de la cadena del medicamento.

Estos somos los actores implicados junto a los servicios de farmacia hospitalaria que son fundamentales y la administración en la gestión autonómica de los sistemas de salud. El jefe de servicio de farmacia hospitalaria es clave porque es quien tiene los pacientes y de quien depende la dispensación. Son los que hacen la primera dispensación, en muchas ocasiones telemática, y las siguientes recogidas ya se hacen en la farmacia más cercana al paciente.

“La dispensación colaborativa se puede realizar por la organización que hay en el sector de la oficina de farmacia, que tiene dos elementos clave: la localización geográfica y la organización. Además, el jefe de servicio de farmacia hospitalaria es clave porque es quien tiene los pacientes y de quien depende la dispensación”

La peor parte de la pandemia parece superada, las medidas se fueron relajando y ya se puede hacer balance de esta dispensación colaborativa. ¿Qué dicen los pacientes que se beneficiaron de ella?
Hemos hecho un trabajo de estudio de cómo se ha organizado cada una de las comunidades autónomas que han tenido dispensación colaborativa. También hemos realizado encuestas a profesionales que estaban involucrados, a gestores de la salud y, por supuesto, a ciudadanos que han podido ir a buscar el fármaco a la farmacia más cercana.

El índice de satisfacción de los pacientes es superior al 9,40 en la encuesta (en valoraciones del 1 al 10), con lo cual es impresionante el grado de aceptación. Es lógico porque estamos facilitando las cosas. El ciudadano se puede dirigir siempre que quiera al servicio de farmacia hospitalaria o a su médico especialista cuando tiene alguna duda que la farmacia comunitaria no le puede solucionar. No son fármacos simples, son fármacos muy avanzados que requieren estar en manos de los farmacéuticos especialistas, que son los farmacéuticos de hospital y, por lo tanto, esa vía siempre queda abierta.

“El índice de satisfacción es superior al 9,40 en la encuesta, con lo cual es impresionante el grado de aceptación”

¿Cuál es la sensación entre los profesionales de la farmacia comunitaria y los de farmacia hospitalaria tras tres años desde el inicio de la dispensación colaborativa?
La farmacia comunitaria está encantada. El índice de satisfacción por sentirse útil no se paga con dinero, es una sensación muy agradable para un profesional sanitario sentirse así y ver que la población está valorando la ayuda. Por lo tanto, en la oficina de farmacia la satisfacción es muy grande y en los compañeros de farmacia hospitalaria también porque han solucionado un problema importante. Es verdad que hay que agilizar los circuitos porque para los servicios de farmacia hospitalaria supone un trabajo extra. Tienen que organizar esa dispensación colaborativa a través de las farmacias, tienen que crear los paquetes, elegir la farmacia y contactar con el paciente para comunicárselo. Cuando se pone en marcha la actividad funciona sola una vez que el paciente ha estado incluido en la cadena. Además, hemos mejorado disponiendo de medios electrónicos informáticos, seguimiento y trazabilidad y de conexión entre los distintos profesionales sanitarios que intervienen en esta actividad.

“El índice de satisfacción por sentirse útil no se paga con dinero, es una sensación muy agradable para un profesional sanitario sentirse así y ver que la población está valorando la ayuda”

La dispensación colaborativa está en marcha en 5 comunidades autónomas. ¿Por qué no se extiende al resto? ¿qué obstáculos hay?
Es un tema de organización. Hay que tomar la determinación y los responsables autonómicos tienen que gestionar la puesta en marcha. Es necesario dotar de posibilidades de telefarmacia a los servicios de farmacia hospitalaria para que el farmacéutico de hospital pueda hacer esa primera dispensación, aunque no sea presencialmente.

Estamos bajo legislación de pandemia y esto no se puede hacer. Los fármacos no se pueden llevar a domicilio por una cuestión de seguridad de la cadena. El tema de la dispensación domiciliaria está naciendo, pero en el momento en que esté sedimentado y adoptado dentro del sistema, creo que tiene que ser el modelo a seguir en toda España.

“Es necesario dotar de posibilidades de telefarmacia a los servicios de farmacia hospitalaria para que el farmacéutico de hospital pueda hacer esa primera dispensación, aunque no sea presencialmente”

La dispensación colaborativa ha sido seleccionada por el Consejo Mundial de Farmacia como una buena práctica a replicar en otros países. ¿Ayudará este reconocimiento a extender este tipo de dispensación?
Es cuestión de tiempo y de estabilidad legal del circuito no en fase de pandemia, sino ya en una situación de normalidad del país. El futuro está escrito y esto debe continuar.

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