¿Cómo reconocemos una “revista depredadora”?

Estas publicaciones se han convertido en el principal apoyo de muchos propagadores de fake news que nos intentan engañar para su beneficio económico

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Ricardo A. Mariscal, Responsable RR. II. #SaludsinBulos. COM SALUD
No las encontraremos en ninguno de los documentales de la naturaleza que pueblan desde hace décadas las tardes de La2 pero pueden hacer mucho más daño que algunos de los carnívoros que aparecen en ellos. Las “revistas depredadoras” se hicieron tristemente famosas durante la pandemia y nos obligaron a estar mucho más alertas ante los numerosos bulos de salud camuflados con falsa evidencia científica.

De hecho, las “revistas depredadoras” se han convertido en el principal apoyo de muchos propagadores de fake news que nos intentan engañar para su beneficio económico.

Los puntos comunes de las “revistas depredadoras”

En #SaludsinBulos nos hemos encontrado en los últimos años con muchos bulos que trataban de obtener verosimilitud sobre sus postulados apoyándose en presuntas investigaciones de las “revistas depredadoras”. Para distinguirlas de las auténticas revistas científicas, que aportan rigor y evidencia, os cuento algunos de sus rasgos comunes:

  • Los artículos que se publican en ellas no están sometidos a ninguna revisión externa ni responden a patrones de calidad objetivos. Este es el rasgo más importante que define a dichas publicaciones y lo que les convierte en herramientas tan peligrosas de difusión de bulos.
  • Imitan a las auténticas revistas en formatos, tipografías, temáticas…
  • En ocasiones, utilizan cabeceras de auténticas revistas científicas que dejaron de publicarse o usan nombres similares. Todo vale con tal de confundir.
  • No aportan información sobre los editores de la publicación o procesos de selección
  • El único requisito real que emplean para publicar artículos es el previo paso por caja. Cualquiera puede publicar en ellas si se afloja el bolsillo.
  • Y no hay que confundir “revistas depredadoras” con las publicaciones de “open access”, que es el acceso directo y libre a contenidos científicos, educativos o académicos. Esta confusión es alimentada por los promotores de las “revistas depredadoras”.

Consejos para investigar si tenemos sospechas

Si sospechas de una revista que has encontrado en Internet, hay una serie de acciones que puedes llevar a cabo para comprobar su legitimidad o falta de ella:

  • Revisa la reputación de la revista. Buscar opiniones y críticas de la revista en sitios web de revisión de publicaciones puede ser una buena idea, así como buscar la misma en directorios como DOAJ (Directory of Open Access Journals), una lista que incluye solo revistas que han sido revisadas por expertos.
  • Comprueba el proceso de revisión por pares. Verifica si la revista describe claramente el proceso de revisión por pares en su web. Si no se menciona o no se describe claramente, es posible que la revista sea depredadora.
  • Consulta el comité editorial. Las revistas depredadoras tienen, con mucha frecuencia, comités editoriales inexistentes o, simplemente, no proporcionan ninguna información sobre los mismos. Investiga los miembros del comité editorial de la revista, si los tiene y verifica si están activos y tienen una buena reputación en la comunidad académica.
  • Comprueba el índice de impacto: El índice de impacto es una medida de la importancia de una revista en su campo. Las revistas depredadoras a menudo dicen tener un alto índice de impacto, pero mienten. Verifica el índice de impacto de la revista en fuentes fiables como “Web of Science” o “Scopus”.

Siguiendo estos consejos es probable que, entre todos, logremos limitar el alcance y el daño que hacen estas revistas tanto a la reputación de la comunidad científica como a la salud de todos.

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