Innovación farmacéutica: salud, bienestar y economía

Javier Urzay, subdirector general de Farmaindustria

Innovación-farmacéutica

Anuario iSanidad 2022
Javier Urzay, subdirector general de Farmaindustria
En las últimas décadas, la investigación de nuevos fármacos ha logrado cambiar el curso de enfermedades tan importantes como el cáncer, el VIH o la esclerosis múltiple, por citar solo algunas. Pero fue la pandemia de coronavirus la que reveló con toda crudeza la necesidad de tener un modelo fuerte de investigación biomédica capaz de responder a desafíos de salud, tanto presentes como futuros.

Desarrollar las primeras vacunas para combatir el Covid-19 en apenas un año -con España como el primer país europeo y cuarto del mundo por número de ensayos clínicos- no fue casual. Ocurrió gracias al trabajo colaborativo de años de investigación, en gran parte soportada por la industria farmacéutica. Cerca del 80% de los estudios clínicos que se ponen en marcha en España los impulsan las compañías farmacéuticas. Este incesante trabajo y el compromiso de nuestro sector sigue creciendo, como revela la última “Encuesta de Actividades de I+D” que Farmaindustria publicaba a finales de año. Con 1.267 millones de euros invertidos en 2021, nuestras compañías han batido un récord que las sitúa como responsables de casi el 20% de toda la inversión industrial en I+D en España.

Cerca del 80% de los estudios clínicos que se ponen en marcha en España los impulsan las compañías farmacéuticas

Los datos de esta última encuesta constatan un aumento de la inversión del 9% sobre 2020. De esta cifra récord, casi la mitad se realiza en colaboración con terceros. Hospitales, universidades y centros de investigación públicos y privados colaboran con las compañías farmacéuticas en una clara muestra de cómo el sector es un motor dinamizador del tejido investigador público y privado del país. El crecimiento del sector se traduce también en un récord de profesionales dedicados a la investigación, casi 5.400 a cierre de 2021, un empleo altamente cualificado donde nueve de cada 10 trabajadores son titulados superiores universitarios. Esta elevada especialización es un factor diferencial del sector y un gran valor para el país.

Una de cada cuatro investigadoras del sector industrial español procede de las compañías farmacéuticas

Además, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), dos tercios del total de empleados en I+D son mujeres (3.600), lo que hace que en la actualidad una de cada cuatro investigadoras del sector industrial español proceda de las compañías farmacéuticas. No son solo cifras. Los datos constatan el valor de desarrollar nuevos medicamentos en nuestro país: apostar por la I+D biomédica supone un interesante atractivo para la inversión internacional y una oportunidad de conseguir mayor bienestar y salud para los pacientes y para la sociedad en general. La investigación médica es salud, pero es también bienestar y economía.

Por ello, desde Farmaindustria consideramos esencial la puesta en marcha del Plan Estratégico de la Industria Farmacéutica, que el Gobierno anunció en el marco de su Plan de Recuperación, Trans- formación y Resiliencia. Consideramos que este plan debe apoyarse en tres pilares: la conciliación de una mejora del acceso de los pacientes a la innovación con la sostenibilidad del sistema sanitario, el refuerzo del sistema productivo y la potenciación de España como referencia internacional en investigación biomédica, a partir del liderazgo ya ganado en los ensayos clínicos. Impulsar este plan es vital para un sector estratégico que tiene la capacidad de contribuir a la reactivación económica y social de España y de construir un modelo productivo de futuro.

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