La falta de pruebas de péptidos natriuréticos en atención primaria dificulta el diagnóstico de la insuficiencia cardiaca

Un acceso adecuado a estas pruebas mejoraría el diagnóstico de la IC y su abordaje en atención primaria y especializada, tal y como se puso de manifiesto en la Mesa de Expertos sobre Insuficiencia Cardiaca Crónica, organizada por iSanidad en colaboración con la alianza Boehringer-Lilly

insuficiencia-cardiaca

Cristina Cebrián
El manejo de los pacientes con insuficiencia cardiaca en atención primaria (AP) debe partir de un diagnóstico adecuado. Para ello, es fundamental poder medir los péptidos natriuréticos y sus concentraciones en sangre. Sin embargo, el acceso a estas pruebas diagnósticas en atención primaria no siempre es el adecuado.

Por ejemplo, “el 50% de la AP en Cataluña no tiene acceso a péptidos natriuréticos de tipo NT-proBNP, con lo cual esto también nos complica el diagnóstico”, aseguró la Dra. Laura Conangla, médico de atención primaria en Barcelona, durante la Mesa de Expertos sobre Insuficiencia Cardiaca Crónica, organizada por iSanidad en colaboración con la alianza Boehringer-Lilly. Además, la medición de los péptidos natriuréticos en plasma es útil para determinar el pronóstico de los pacientes, ya que son predictores de mortalidad importantes en personas de edad avanzada.

Dra. Conangla: “El paciente que se diagnostica en urgencias o en el hospital tiene peor pronóstico y más riesgo de reingresar y hospitalizar que el que se diagnostica en atención primaria y se puede empezar a tratar”

Ante una sospecha clínica de IC, uno de los retos que afrontan los especialistas de AP es la demora en el diagnóstico debido, entre otros aspectos, a síntomas poco concretos. “A veces tardamos mucho y el paciente pasa por delante de nuestras narices sin dar con el diagnóstico, precisamente porque es comórbido, porque son síntomas inespecíficos y leves”, comentó la Dra. Conangla.

La importancia de la detección de la IC en atención primaria radica en una mejora del pronóstico. Además, si se establece un tratamiento temprano, pueden evitarse hospitalizaciones y reingresos. Según explicó la Dra. Conangla, “el paciente que se diagnostica en urgencias o en el hospital tiene peor pronóstico y más riesgo de reingresar y hospitalizar que el que se diagnostica en primaria y se puede empezar a tratar. Ahí el papel que tenemos los médicos de familia es fundamental”.

Dr. López-Sendón: “Hay que buscar una asociación entre los centros de salud y los servicios de cardiología del hospital correspondiente para tener un protocolo que permita una agilidad y evitar listas de espera de seis a doce meses”

Electrocardiograma para descartar o confirmar la IC
Otra prueba para el diagnóstico de esta patología es el electrocardiograma que también permite descartar o confirmar la sospecha de IC. Según el Dr. José Luis López-Sendón, director científico del Instituto de Investigación del Hospital Universitario La Paz (Idipaz), contar con un electrocardiograma en AP “permite hacer un diagnóstico utilizando parámetros clínicos de sospecha”. Así, si no aparecen valores alterados, ni hay signos de infarto agudo, ni fibrilación articular, “el diagnóstico de IC queda prácticamente descartado”, añadió el cardiólogo.

En cuanto a las dificultades de acceso en AP a la prueba de NT-proBNP, el Dr. López-Sendón indicó que, si no se tiene, “hay que buscar una asociación entre los centros de salud y los servicios de cardiología del hospital correspondiente para tener un protocolo que permita una agilidad. De esta manera evitaremos tener una lista de espera de seis a doce meses, que es real en muchas ocasiones”.

Dr. González Franco: “Hay que conseguir que desde AP se puedan pedir los péptidos natriuréticos para descartar definitivamente que el paciente tenga una IC”

Para el director del área de Medicina Interna del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), el Dr. Álvaro González Franco, uno de los grandes “caballos de batalla” del sistema sanitario es el periplo que tienen que pasar los pacientes hasta llegar a una confirmación o no de IC. Además, esto también lo sufren los profesionales sanitarios, ya que “no es fácil conseguir establecer diagnósticos según las guías de práctica clínica”.

Por ello, el internista propone “que se pongan los medios para que podamos realizar unos diagnósticos acordes y no estar doce meses esperando”. También sugiere que, desde AP, “se puedan pedir los péptidos natriuréticos para descartar definitivamente que el paciente tenga una IC”.

Visión cardiovascular, renal y metabólica
A la hora de detectar esta enfermedad, “hay que tener en cuenta otros factores como la función renal, la función tiroidea, el hematocrito, los antecedentes familiares, etc”, apuntó el jefe de Cardiología del Hospital de Sant Pau i la santa Creu de Barcelona, el Dr. Xavier García-Moll. De hecho, la anemia o la ferropenia son algunos de los trastornos que pueden llevar a equívocos en el diagnóstico de la IC.

Dr. García-Moll: “Deben tenerse en cuenta otros factores como la función renal, la función tiroidea, el hematocrito, los antecedentes familiares, etc”

En esta línea, los especialistas recordaron que esta patología se asocia a otras enfermedades cardiovasculares, renales y metabólicas, como la diabetes tipo 2, la insuficiencia renal o el daño hepático. Por tanto, si se logra mejorar uno de los sistemas cardiovascular, renal o metabólico, también se generarán efectos positivos en todos los demás, al estar interconectados. El problema para el Dr. García-Moll es que “los cardiólogos hemos fracasado espléndidamente tratando como patología cardiaca algo que probablemente es un epifenómeno de una patología no cardiaca”.

Sobre esto, las guías europeas indican que lo importante es establecer una visión multidisciplinar y transversal. “Al final es lo que buscamos todos: una visión holística del paciente que incluya diversas especialidades; no solo cardiología y medicina de familia sino también, nefrología, endocrinología, medicina interna, geriatría, nutrición, rehabilitación y enfermería”, concluyó la Dra. Conangla.

Opinión

Multimedia

Especiales

Atención primaria

Sanidad privada

iSanidadental

Anuario

Accede a iSanidad

Síguenos en