Juan Pablo Ramírez/ Las Palmas de Gran Canaria
El Plan Inveat ha permitido a las organizaciones sanitarias hacer frente a la obsolescencia de los equipamientos. Esta renovación tecnológica se enmarca en un escenario de transformación del sistema sanitario en el que las relaciones con los profesionales y con la industria deben cambiar. El liderazgo clínico y el diálogo con los equipos directivos, la incorporación de nuevos perfiles profesionales, la recuperación del sentimiento de pertenencia o la superación de la relación proveedor-cliente para pasar a un partenariado entre las organizaciones sanitarios y la industria fueron algunos de los puntos que se trataron durante la mesa Transformando juntos la sanidad para las personas, organizada por Siemens Healthineers dentro del 23 Congreso Nacional de Hospitales.
El primer reto es la motivación de los profesionales y de los clínicos para que participen en los procesos. “Al final, no podemos hacer nada que la parte asistencial no quiera hacer. Cuando se inicia un modelo de transformación, hay que establecer una serie de fases con el establecimiento de pequeños hitos que motiven a la organización y que vea que la rueda empiece a moverse“, señaló Miguel López Valverde, director general de Sistemas de Información y Salud Digital de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid.
El liderazgo clínico y el diálogo con los equipos directivos, la incorporación de nuevos perfiles profesionales, la recuperación del sentimiento de pertenencia o la superación de la relación proveedor-cliente se trataron durante la mesa organizada por Siemens durante el Congreso Nacional de Hospitales
Las nuevas generaciones de médicos que llegan con valores diferentes a los baby boomers. “Hasta ahora el modelo era sostenible gracias al sacrificio de los profesionales”, admitió José Sedes, director gerente del Hospital General Universitario Santa Lucía. Las nuevas generaciones plantean cuestiones comunes en la empresa privada como la flexibilización de horarios o de retribuciones. Para satisfacer estas necesidades de los profesionales, los gerentes se encuentran con “un marco normativo rígido”.
EL reconocimiento de aquellas iniciativas que aporten valor resulta complicado. “Puedo tener un líder brillante con 35 años y no le puedo ofrecer un cargo directivo. El reconocimiento tiene que ir más allá de una palmadita del gerente“, insistió José María Pérez, director gerente de la OSI Araba. Para Joan Sau, director corporativo de Vithas Diagnóstico, resultaría clave “la recuperación del sentimiento de pertenencia que se ha perdido tanto en la pública como en la privada”. La pandemia y los aplausos en los balcones han cambiado también la mentalidad del profesional. “Hacía mucho tiemnpo que no había un reconocimiento social y tenemos que pensar desde las organizaciones sanitarias”.
Este marco normativo rígido supone además un freno a la hora de atraer talento o de incorporar nuevos perfiles profesionales. “No podemos contratar matemáticos e ingenieros de procesos. Somos médicos y somos buenos diagnosticando pero mediocres optimizando procesos”, explicó Pérez. López Valverde corrobora este problema: “Casi la mitad de las plazas de funcionarios las tengo vacantes”.
Colaboración público-privada
Este marco jurídico puede ser también un freno para la colaboración entre el sector público y el privado, aunque existen mecanismos que permiten avanzar. “La ley de contratación pública nos da muchas herramientas flexibles. Analizamos el modelo de contratación que más nos encaje”, destacó Sonia Cortés, directora de Recursos Económicos del Hospital Vall d’Hebron. A su juicio, la colaboración entre la empresa y la organización sanitaria debe evolucionar. “La relación tiene que ser diferente. Debe haber una colaboración win-win. El colaborador debe ser un partner dentro del proyecto”, añadió. Esto obligaría a superar la relación cliente proveedor.
Pero no solo se está produciendo esta evolución en el sector público. “Hemos cambiado la relación con los proveedores desde hace cuatro o cinco años. Hemos evolucionado hacia una relación de partenariado y que nos permita ser más flexibles”, subrayó Sau. Otro aspecto fundamental que puede jugar la industria es la formación de los profesionales. “Una gran multinacional tiene conocimiento a nivel global de iniciativas a la que no tenemos acceso”, explicó Pérez.