Anuario iSanidad 2022
Dr. Juan Abarca Cidón, presidente de la Fundación IDIS
El pasado año 2022, estuvo caracterizado por ser la antesala de varias convocatorias electorales, tanto nacionales como territoriales. Además, por si fuera poco, el 2023 viene con la presidencia de la Unión Europea debajo del brazo. Este hecho hace que toda la maquinaria electoral se haya puesto en marcha y estemos asistiendo a consignas, mensajes, eslóganes, convocatorias y promesas. Demasiadas pretensiones para un tiempo que se avecina muy complicado por la situación geopolítica, económica y social en la que andamos inmersos.
En este marco de referencia, continuamos asistiendo a aquello que venimos advirtiendo y diagnosticando desde la Fundación IDIS: la crítica situación en la que se encuentra nuestro Sistema Nacional de Salud. Este no es un mensaje alarmista, todo lo contrario. Refleja una realidad basada en datos objetivos que apuntan a su insuficiencia manifiesta y a problemas graves de gestión, eficiencia y gobernanza. Este hecho se traduce en inadecuación de estructuras, sobrepresión de la demanda asistencial y carencia de profesionales; insatisfacción, burnout y falta de atractivo de las profesiones sanitarias, por la carencia de perspectivas que generen atracción y retención del talento; provisionalidad en el puesto de trabajo y carencia de medios en general. Todo ello impacta negativamente en los de siempre, en todos nosotros, en los pacientes que vivimos con incertidumbre esta situación deficitaria del sistema.
Buena parte de lo que e inspiró y dejó plasmado la Ley General de Sanidad allá por el año 1986, ha quedado en la obsolescencia
Dilemas en el acceso, con listas de espera inaceptables y dificultad en la denominada equidad. Diferencias territoriales en la cartera específica de servicios y, por lo tanto, en el acceso a la innovación tecnológica, científica y biomédica, que depende del código postal de residencia. Problemas de cohesión entre las diferentes autonomías e incertidumbres en cuanto a la universalidad, puesto que, sin agilidad y prontitud en la solución de los problemas de salud, queda en entredicho su objetivo principal relacionado con los resultados sanitarios y de salud. Tampoco se puede hablar de universalidad cuando las situaciones de dependencia y vulnerabilidad son relegadas a entornos residenciales cuyo coste han de soportar las propias familias. Todos estos factores conforman una situación poco halagüeña si no se toman medidas acertadas de forma urgente.
En definitiva, y en resumen, buena parte de lo que inspiró y dejó plasmado la Ley General de Sanidad allá por el año 1986, hace más de 36 años, ha quedado en la obsolescencia. Es imprescindible que se plantee, de una vez por todas, una reforma de nuestro Sistema Nacional de Salud mediante un pacto de Estado que involucre a todos los agentes implicados, sin apriorismos, dogmatismos, ni demagogias y se evite la politización de un sistema que nos pertenece a todos, puesto que todos lo sufragamos con nuestros impuestos.
Es imprescindible que se plantee una reforma de nuestro Sistema Nacional de Salud mediante un pacto de Estado que involucre a todos los agentes implicados
Desde la Fundación IDIS venimos denunciando aquello que consideramos que está fuera de la hoja de ruta de un sistema y de un modelo de sanidad que se precie de estar conectado con las necesidades del presente y con los retos del futuro. Esta es la razón por la que hemos publicado en este 2022 varios informes de calado, relacionados con el retraso en la aprobación de nuevos medicamentos y, por lo tanto, de acceso a la innovación biofarmacéutica. Lo mismo ocurre con la revisión y actualización de las guías clínicas y de los informes de evaluación tecnológica, por no hablar de los problemas inherentes a las dificultades y barreras interpuestas a la interoperabilidad y a la continuidad asistencial.
Con este panorama, muy preocupante e incierto, que abre ya informativos y coloniza los grandes titulares de los medios de comunicación, solo podemos hacer una cosa, la que hemos venido ofreciendo siempre, poner nuestra realidad al servicio de construir una mejor sanidad para todos basada en la cooperación privada-pública, el establecimiento de sinergias y la búsqueda de complementariedades en beneficio del paciente y de nuestra sociedad.
