Anuario iSanidad 2022
Dr. Antonio Rivero Román, presidente de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc)
Las enfermedades infecciosas (EEII) representan un campo extraordinariamente extenso y diferenciado del conocimiento científico y médico, cuya progresión e impacto en la clínica ha sido especialmente importante en las últimas cuatro décadas. La pandemia de Covid-19, la reciente emergencia sanitaria mundial causada por el virus de la viruela del mono o el brote de hepatitis víricas pediátricas han vuelto a recordar la importancia que las EEII tienen para la medicina, la asistencia sanitaria y la sociedad en su conjunto.
Estas últimas se han sumado al amplio espectro de enfermedades infecciosas “habituales” entre las que destacan la infección por VIH; las infecciones graves o complejas adquiridas en la comunidad; infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria; infecciones en pacientes que reciben fármacos inmunosupresores; infecciones tropicales e importadas en viajeros, migrantes y refugiados; infecciones por virus altamente transmisibles como flavivirus y virus hemorrágicos; infecciones de transmisión sexual, tuberculosis, infecciones fúngicas invasivas o las infecciones causadas por bacterias multirresistentes.
Resulta especialmente llamativo que España continúe siendo el único país europeo que no reconoce la especialidad en enfermedades infecciosas
En este escenario, la OMS espera que en 2050 las enfermedades infecciosas y las infecciones por microorganismos multirresistentes se conviertan en la primera causa de muerte en todo el mundo. Como respuesta a esta preocupante situación las comunidades autónomas, responsables de la atención sanitaria de la población española, han creado en los últimos 30 años 107 servicios o unidades de EEII. Por otro lado, el Gobierno de España ha considerado a las enfermedades infecciosas como área de alto interés sanitario en investigación, creando en 2021 el Ciber de Enfermedades Infecciosas.
Por tanto, resulta especialmente llamativo que España continúe siendo el único país europeo que no reconoce la especialidad en enfermedades infecciosas. Efectivamente, de los 28 países europeos, 24 tienen reconocida esta especialidad y otros 3 (Holanda, Bélgica y Grecia) tienen una subespecialidad. Solo España no cuenta con este reconocimiento. Este hecho no debe ser interpretado meramente como un problema administrativo, sino como un grave problema que puede poner en riesgo la calidad de la atención a los pacientes con enfermedades graves y complejas en los próximos años.
La ausencia de reconocimiento de una especialidad impide la formación de los futuros especialistas de la forma reglada y homogénea que supone el programa MIR
La ausencia de reconocimiento de una especialidad impide la formación de los futuros especialistas de la forma reglada y homogénea que supone el programa MIR. La imposibilidad de acceso a este programa de formación impide asegurar la formación homogénea de nuevos especialistas que garanticen el mantenimiento de una atención de calidad a nuestros pacientes. Y esto constituye un grave problema. La Unión Europea de Médicos Especialistas (UEMS), que ha pedido a España el reconocimiento de la especialidad, ha establecido el marco de un programa formativo a nivel europeo en EEII que garantiza y homogeniza la calidad de la formación en toda Europa y de la que España sigue estando al margen.
El problema de la falta de formación de especialistas en EEII es un problema grave que atañe a toda la población. Las enfermedades infecciosas no son enfermedades aso- ciadas a determinados grupos o colectivos vulnerables. Al contrario, como hemos podido comprobar en los últimos años, todos podemos padecer una infección grave o compleja que requiera una atención especializada. España ejercerá, en el segundo semestre de 2023, la presidencia de la Unión Europea. En fechas tan simbólicas para nuestro país, resultaría incomprensible para nuestros conciudadanos europeos que España continuara siendo una insólita excepción en Europa en su forma de concebir la lucha contra las enfermedades infecciosas y la formación de los especialistas que atenderán a la población en el futuro.
