Anuario iSanidad 2022
Dr. Luis M. Torres, presidente de la Sociedad Española Multidisciplinar del Dolor (Semdor)
La neuralgia postherpética (NPH) es una afección de dolor neuropático crónico que supone una complicación común de las infecciones por el virus del herpes zóster (zóster), especialmente en pacientes mayores. La NPH se ha incrementado tras la vacunación contra el Covid-19 en algunos pacientes. El dolor puede persistir durante varios meses después de que la erupción se haya resuelto y se describe como ardor, agudo, punzante, calambre y eléctrico. También puede estar asociado con alodinia y se ha informado de picazón y entumecimiento. La NPH supone una importante carga de salud, tanto a nivel individual como social, aunque, a menudo, no se diagnostica y se gestiona mal. Conseguimos una reducción del dolor del 30%, considerada clínicamente significativa, pero que solo se alcanza en torno al 50% del tiempo en el 50% de los pacientes, incluso menos en mayores de 70 años.
Antes de prescribir el tratamiento, los médicos debemos considerar varios factores específicos del paciente, como la edad, las comorbilidades y los medicamentos utilizados para evitar efectos secundarios potencialmente aditivos. La incidencia de NPH aumenta con la edad, por lo que también es importante considerar los cambios fisiológicos relacionados con el envejecimiento y las implicaciones farmacocinéticas (PK), incluida la alteración de la función hepática y renal, que puede aumentar el riesgo de eventos adversos (AE). Esto es importante, dados los posibles perfiles de AE de los medicamentos orales disponibles que pueden incluir inhibidores neuronales.
Por qué teniendo una vacuna eficaz para el herpes zóster nos está costando tanto implementarla en nuestro país, a pesar de que conocemos su efectividad
La lidocaína es un agente anestésico local de la amida que estabiliza las membranas neuronales al inhibir los flujos iónicos necesarios para el inicio y la conducción de los impulsos. Se ha demostrado que la aplicación de lidocaína tópica es eficaz para el tratamiento del dolor neuropático, con un bajo riesgo de efectos sistémicos. La exposición sistémica a la lidocaína de los parches tópicos está limitada en condiciones normales de uso. Sin embargo, para muchos medicamentos, la administración a través de la piel, y por lo tanto las concentraciones séricas de medicamentos, pueden verse afectadas por el calor y el ejercicio, que pueden alterar la circulación y el flujo sanguíneo causando un aumento de la administración de medicamentos y una mayor exposición a estos.
La adhesión en condiciones de calor y ejercicio también es una preocupación potencial, ya que la administración de medicamentos depende de la adherencia del producto a la piel durante todo el período de administración. Las actividades de la vida diaria pueden afectar la aplicación de sistemas tópicos y, en última instancia, disminuir la eficacia si la adhesión dérmica es deficiente. La otra opción son los parches de capsaicina que han demostrado una eficacia superior a los dos meses y con la posibilidad de repetir el tratamiento todas las veces que sea necesario.
Se ha demostrado que la aplicación de lidocaína tópica es eficaz para el tratamiento del dolor neuropático
Pero la reflexión que tenemos que hacer es por qué teniendo una vacuna eficaz para el herpes zóster nos está costando tanto implementarla en nuestro país, a pesar de que conocemos su efectividad. Nos extrañan las masivas campañas publicitarias incluso en los medios de comunicación generalista para muchas otras vacunas menos efectivas, como la del Covid-19, la gripe, el neumococo o el papiloma y la nula información sobre la vacuna del herpes zoster. Este hecho viene a confirmar la escasa atención que se da al tratamiento y a la prevención del dolor a pesar de ser la condición más prevalente y que más afecta la calidad de vida de los pacientes.
Desde la Sociedad Española Multidisciplinar del Dolor (Semdor) estamos comprometidos con la creación de las áreas de capacitación en dolor de las especialidades médicas implicadas en el dolor y, finalmente, con la creación de la especialidad de medicina del dolor, como único camino para mejorar el tratamiento del dolor en nuestro país.
