Dr. Fernando Mugarza, director de desarrollo corporativo y comunicación (Fundación IDIS)
En estas últimas semanas y días hemos podido comprobar cómo desde el propio Congreso de los Diputados y desde diversas fuentes empresariales se ha mostrado una queja razonada y razonable por el trato que reciben los empresarios y por lo tanto la iniciativa privada desde el gobierno reclamando “un clima de respeto y diálogo constructivo”.
Esta situación no deja de generar perplejidad puesto que quien genera empleo en cualquier país es todo aquel emprendedor que, arriesgando sus propios recursos, se decide a impulsar un nuevo proyecto empresarial aun a riesgo de perder todo lo invertido, especialmente si tenemos en cuenta la gran carga impositiva y burocrática que ello conlleva en nuestro país.
Da la sensación de que en España todo lo que suene a privado está penalizado, mientras que se prima todo lo público, incluido el empleo, especialmente y con ventaja en el entorno de la salud y la educación entre otros.
Centrando estas breves líneas en el ámbito sanitario es importante tener en cuenta las cifras de riqueza en término país que genera el sector privado en todos los órdenes y áreas de actuación, desde el asistencial, pasando por el aseguramiento, el de servicios y todo el amplio entorno farmacéutico, tecnológico y biotecnológico intensivos y extensivos en innovación.
Da la sensación de que en España todo lo que suene a privado está penalizado, mientras que se prima todo lo público
El sector privado de la sanidad en su conjunto genera empleo y riqueza de varias formas. En primer lugar, creando empleo directo al contratar a médicos, enfermeras, técnicos de laboratorio, administrativos, entre otros trabajadores. Además, también fomentando el empleo indirecto al contratar servicios y suministros a proveedores, contratistas y demás.
En términos directos la sanidad privada en el entorno asistencial es un importante motor de la economía de nuestro país. Se estima que genera empleo de alta cualificación para 292.282 profesionales. De estos, un 39% desarrollan su actividad en el ámbito intrahospitalario, mientras que el 61% restante lo hace en el ámbito extrahospitalario. El 23% de los empleos generados corresponden a médicos, 25%, a enfermeros, y el 52% restante, a otros profesionales sanitarios y no sanitarios que desarrollan su actividad profesional en el sector sanitario privado.
En cuanto a la generación de riqueza, el sector privado de la sanidad contribuye significativamente a la economía (el peso del gasto sanitario privado representa el 2,9% del PIB) al invertir en infraestructuras, equipos y tecnologías médicas avanzadas, y al generar beneficios para sus grupos de interés. Asimismo, las empresas privadas de la salud tienen un impacto muy positivo en el desarrollo e implantación de la innovación más disruptiva y por lo tanto en el desarrollo de nuevas técnicas y tratamientos médicos.
La sanidad privada en el entorno asistencial es un importante motor de la economía de nuestro país, ya que genera empleo de alta cualificación para 292.282 profesionales
En este sentido, cabe destacar que en el 2022 la sanidad de titularidad privada ha crecido en número de centros que realizan actividad investigadora, y se sigue apostando por la investigación; de hecho, los centros privados han participado en 821 ensayos clínicos desde 2016, lo que supone el 50% del total, siendo oncología, neurociencias, hematología y respiratorio las principales áreas terapéuticas de los ensayos con participación de centros privados.
Estas cifras y datos hacen que España sea una referencia internacional en investigación clínica de medicamentos. Los hospitales españoles participan en tres de cada diez ensayos clínicos que se realizan en Europa y, para muchas grandes compañías farmacéuticas, somos ya el segundo país, tras Estados Unidos, en número de ensayos.
Las empresas privadas de la salud tienen un impacto muy positivo en el desarrollo e implantación de la innovación más disruptiva
En cuanto a tecnología, la adquisición de equipos de última generación es un aspecto clave para el sector sanitario privado, procurando una asistencia sanitaria más eficiente y de mejor calidad. Su apuesta por técnicas innovadoras y sofisticadas, le permite llevar a cabo actividad cada vez más compleja, desarrollando técnicas y procedimientos novedosos y pioneros.
Un aspecto relevante en el ámbito tecnológico fue presentado en la última jornada de innovación organizada por la Fundación IDIS junto a Farmaindustria y Fenin: es el referido a la puesta en marcha desde la Federación de una novedosa estrategia de polos de innovación industrial, en colaboración con distintos gobiernos autonómicos. El objetivo de esta iniciativa es la construcción de ecosistemas competitivos basados fundamentalmente en la creación de un tejido productivo de alto valor a lo largo de nuestra geografía y en su interconexión con institutos de investigación y centros tecnológicos.
El objetivo de la estrategia de polos de innovación industrial es la construcción de ecosistemas competitivos basados fundamentalmente en la creación de un tejido productivo de alto valor a lo largo de nuestra geografía y en su interconexión con institutos de investigación y centros tecnológicos
En resumen, todos los esfuerzos que se puedan realizar en el ámbito del diálogo constructivo y en la generación de escenarios que faciliten el emprendimiento son fundamentales si queremos afrontar el presente y el futuro con la suficiente prestancia y músculo para que nuestro país se sitúe en cabeza de la generación de empleo y riqueza a través de una apuesta decidida, sin ambages, por el respeto y apoyo a quienes arriesgan y luchan en pro de una sociedad más competitiva, capaz y avanzada.