Redacción.
La prevalencia de la psoriasis en España se estima que es de 2,3%, lo que se traduce en más de un millón de personas que presenta o presentará psoriasis a lo largo de su vida y uno de cada cuatro pacientes cursará un tipo grave de psoriasis. Sin embargo, aunque en los últimos años se han producido importantes avances en el diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad, los expertos en la materia han alertado de que urge diferenciar y hacer visibles las diferentes entidades clínicas de la psoriasis, puesto que cada una de ellos se caracteriza por unas singularidades que requieren un abordaje y tratamiento personalizado. Esta es una de las principales conclusiones que se desprenden del informe No todas las psoriasis son iguales. El reto de la personalización.
En el documento,-que cuenta con el aval de Acción Psoriasis, la revisión de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) y la colaboración de Boehringer Ingelheim-, un grupo de expertos ha analizado el abordaje asistencial de la psoriasis en nuestro país y reclama un compromiso político, a través del que se impulse una aproximación diferenciada y un abordaje personalizado del paciente psoriásico.
Aunque la forma más común y conocida es la psoriasis en placas, existen otras entidades clínicas, algunas de ellas poco frecuentes, como la psoriasis pustulosa generalizada, que pueden tener graves consecuencias para la salud. Esta entidad suele requerir, en algunos casos, la hospitalización del paciente e, incluso, provocar su muerte. Por ello, los expertos han manifestado que “el abordaje de cada una de estas entidades clínicas permitirá poner solución a los principales retos que existen actualmente en torno a la psoriasis”.
Más de un millón de personas que presenta o presentará psoriasis a lo largo de su vida y uno de cada cuatro pacientes cursará un tipo grave de psoriasis
“Todavía quedan necesidades no cubiertas en el abordaje y tratamiento de los pacientes con psoriasis”, ha apuntado el Dr. Pablo de la Cueva, jefe del Servicio de Dermatología en el Hospital Universitario Infanta Leonor.
Al respecto, el informe incluye 10 recomendaciones necesarias para la personalización como: dotar a las enfermedades dermatológicas, y concretamente a la psoriasis, de una relevancia diferenciada en los planes o estrategias autonómicas de salud; incrementar la coordinación entre niveles asistenciales, para garantizar un abordaje integral de las personas que padecen psoriasis; elaborar e implementar guías específicas de práctica clínica y protocolos asistenciales actualizados y accesibles de cada forma de psoriasis; y garantizar una mayor formación a los profesionales sanitarios en torno a la psoriasis y sus tipos y, la quinta promover la creación de registros de enfermedades dermatológicas.
Asimismo, destaca la necesidad de mejorar el acceso a fármacos innovadores y la equidad en el mismo; impulsar la investigación e innovación en psoriasis; favorecer el papel activo del paciente sobre su enfermedad, estilo de vida y adherencia al tratamiento farmacológico adecuado; asegurar el acceso de los pacientes psoriásicos a toda la información; y, por último, desarrollar campañas públicas de sensibilización y concienciación social sobre las diferentes entidades clínicas de la psoriasis.
La psoriasis afecta de forma grave a la calidad de vida de los pacientes en aproximadamente el 23% de los casos
En este sentido, Montserrat Ginés, vicepresidenta de Acción Psoriasis, insiste en que esta enfermedad presenta singularidades en cuanto a manifestaciones, gravedad e impacto, que afectan de una forma directa al manejo y al seguimiento de los pacientes. “Existe un desconocimiento generalizado y, a veces, banalización sobre la realidad de la psoriasis, cuando estamos ante una patología que no solo influye sobre la esfera física de la persona y de sus familias, sino que también tiene un notable impacto sobre la esfera psicológica”, ha apuntado Ginés.
La psoriasis conlleva una notable carga física, emocional y social para los pacientes. Impacta de forma negativa no solo sobre su salud y su calidad de vida, sino también sobre sus expectativas personales, sociales, laborales y económicas con respecto a las que hubiesen tenido en el caso de no tener esta enfermedad. Según la Encuesta Impas, la psoriasis afecta de forma grave a la calidad de vida de los pacientes en aproximadamente el 23% de los casos. Además, el 20-40% de los pacientes considera que la psoriasis tiene un impacto relevante en su calidad de vida.
El 20-40% de los pacientes considera que la psoriasis tiene un impacto relevante en su calidad de vida
Asimismo, el estudio Coepso estima en 750€ al año los costes directos no sanitarios de los pacientes con psoriasis, así como una pérdida de productividad generada por el empeoramiento de la enfermedad de 293€ anuales.
“La psoriasis puede llegar a ser una enfermedad muy grave, invalidante e incapacitante con un enorme impacto físico y emocional, que nada tiene que ver con la cantidad de piel que el paciente tiene afectada. Asimismo, todavía los pacientes tienen que luchar contra el estigma social que existe entorno a esta patología”, ha señalado Ginés. Por su parte, el Dr. de la Cueva ha añadido que “tenemos que incidir en el diagnostico precoz y correcto de la psoriasis, acompañado de un proceso asistencial ágil que permita un tratamiento lo antes posible”.