Redacción
Atención primaria resulta clave en el diagnóstico y manejo de la insuficiencia de vitamina D. Unos niveles adecuados no solo resultan importantes para la salud ósea, sino que diferentes estudios han demostrado evidencias sobre los efectos extraóseos de la vitamina D. “Hoy tenemos datos sobre la asociación del déficit de vitamina D con la presencia de muchas otras enfermedades de todo tipo: infecciosas, autoinmunes, neoplásicas, degenerativas… Sin embargo, no es lo mismo asociación que causalidad”, subraya en una entrevista con iSanidad, el Dr. Manuel Sosa, Catedrático de Medicina. Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y coordinador del grupo de trabajo en vitamina de la International Osteoporosis Foundation. Hoy tenemos datos sobre la asociación del déficit de vitamina D con la presencia de muchas otras enfermedades de todo tipo: infecciosas, autoinmunes, neoplásicas, degenerativas… Sin embargo, no es lo mismo asociación que causalidad.
En los últimos años proliferan los estudios sobre el papel de la vitamina D en relación con distintas enfermedades ¿En qué momento se encuentra la evidencia científica respecto a esta molécula?
Inicialmente se pensaba que la vitamina D era necesaria solo para el hueso, pero en los últimos años se han llevado a cabo muchos estudios dirigidos a conocer los efectos de ésta en otros órganos, denominándose a las evidencias obtenidas “efectos extraóseos de la vitamina D”.
Hoy tenemos datos sobre la asociación del déficit de vitamina D con la presencia de muchas otras enfermedades de todo tipo: infecciosas, autoinmunes, neoplásicas, degenerativas… Sin embargo, no es lo mismo asociación que causalidad. Esto debe tenerse en cuenta.
“A la conclusión a la que podemos llegar hoy es que es preferible tener niveles normales de vitamina D que bajos, para asegurarnos el normal funcionamiento de todos los órganos”
Cuando se han realizado estudios con el objetivo de conocer si la suplementación de vitamina D produce una menor incidencia de una enfermedad o una mejoría de las misma, a menudo estos resultados son negativos. En definitiva, a la conclusión a la que podemos llegar hoy es que es preferible tener niveles normales de vitamina D que bajos, para asegurarnos el normal funcionamiento de todos los órganos y sistemas, pero un aumento de estos niveles por encima de lo normal no produce mejores resultados.
No llega a haber un consenso en cuanto al nivel sérico de vitamina D que se considera déficit e insuficiencia. Teniendo en cuenta la evidencia científica, ¿qué niveles son inadecuados y qué dosis habría que administrar a las personas con hipovitaminosis D?
La mejor manera de medir los niveles séricos de vitamina D es mediante su metabolito, la 25-hidroxivitamina D o 25-hidroxicolecalciferol. Lo que ocurre es que los estudios publicados encuentran diferentes niveles para obtener la mejor respuesta. Para evitar, por ejemplo, las caídas es una cantidad, para frenar a la PTH (parathormona) es otra y para disminuir el riesgo de fractura de cadera, a su vez, es otra. Por ello, genéricamente se ha acordado, por consenso, establecer la cantidad de 30 ng/mL de 25-hidroxicolecalciferol como la deseable. Por debajo de 30 ng/mL se habla de insuficiencia y por debajo de 20 ng/mL de deficiencia. Pero esto debe tomarse como orientativo.
Según la evidencia científica, ¿es necesario tratar a personas sanas que tienen déficit de vitamina D?
Creo que es preferible que se les pida que cojan 10 minutos diarios de sol para obtener la vitamina D y que tomen alimentos que estén enriquecidos con vitamina D. En la medida de lo posible, creo que es aconsejable evitar que la población se medique.
Otra cosa es que no se pueda hacer: un anciano que vive en el Norte de España en los meses de invierno, poco sol podrá coger. Quizá en estos casos y puntualmente podría indicarse un suplemento temporal, hasta que llegue la primavera o el verano.
“La mejor manera de medir los niveles séricos de vitamina D es mediante su metabolito, la 25-hidroxivitamina D o 25-hidroxicolecalciferol”
¿Tienen los médicos de familia en su radar la indicación de una analítica que incluya la determinación de la vitamina D en los grupos de riesgo?
Hemos realizado recientemente una encuesta a un amplio número de médicos de toda España de distintas especialidades. Los médicos de atención primaria no tienen por lo general dificultad alguna en poder solicitar una determinación de vitamina D. Es posible que en algún caso tengan que justificarla, pero creo que a día de hoy esto no es un problema. Además es una determinación barata. No cuesta más de 5 euros.
Su determinación está especialmente indicada en grupos de riesgo: ancianos que tienen caídas frecuentes, ancianos institucionalizados en centros de crónicos o que no salen de su casa, pacientes que toman antiepilépticos….
“A atención primaria le faltan medios y está infravalorada lo cual es injusto”
¿Cree que la difícil situación que vive la atención primaria puede influir en un infradiagnóstico de la falta de vitamina D en personas con este problema?
La atención primaria es la puerta de entrada a la asistencia sanitaria y la base fundamental del sistema sanitario. Es una especialidad que debe atenderse con especial cariño y a menudo no es así. Le faltan medios y son infravalorados, lo cual es injusto.
El diagnóstico y manejo de la insuficiencia de vitamina D debe ser llevaba a cabo, en mi opinión, por atención primaria. En este sentido, lo único que quizá podría añadirse son cursos de formación y actualización sobre vitamina D para que los médicos tomen la decisión correcta sobre este tema, sin influencia de los laboratorios farmacéuticos.