Redacción
Resulta evidente que la atención primaria, la primera línea de la trinchera de la Sanidad, es la forma más habitual en la que los pacientes tienen una toma de contacto con el sistema de salud. Los centros sanitarios están sufriendo una presión asistencial que genera largas listas de espera, urgencias desbordadas y retrasos en la medicina de familia. Además, desde el punto de vista sanitario estos problemas se acentúan: ampliaciones de jornadas, pérdidas de capacidad retributiva, estrés, cansancio, entre otros, y se convierten en muchas ocasiones en la “diana” de las reclamaciones y agresiones por la mala imagen trasladada.
Esto ha conducido a un aumento progresivo de las reclamaciones sanitarias, aunque la mayoría de las veces no sean culpa del personal de la atención primaria. Aunque cada caso es particular y depende de muchos factores, las principales vías de reclamación son en el ámbito penal, los Colegios Profesionales, o en los lugares de atención al paciente de centros u hospitales.
“Hay que recordar que la atención médica tiene una obligación de medios, no de resultados. Son muchísimas las sentencias que se pronuncian sobre ello. No hay mucha información en este sentido para el ciudadano, sería muy importante que se desarrollaran proyectos de concienciación. En muchas ocasiones las reclamaciones médicas terminan suponiendo un problema económico para la parte demandante por haber sido mal asesorados”, ha señalado Carlos León, abogado en DS Legal Group, despacho experto en Derecho Sanitario.
DS Legal Group ofrece un servicio de protección del sanitario, asesoramiento legal continuado y la asistencia psicológica en caso de necesidad
Más de 100.000 euros de reclamación médica
Las reclamaciones médicas en la atención primaria se caracterizan por ser especialmente elevadas. Normalmente se realiza una valoración ex post de los hechos, y todos los retrasos diagnósticos son imputados a los médicos de atención primaria, como infartos, ictus, TVP, apendicitis, cáncer; y un sinfín de patologías que deben ser valorados por nuestros profesionales. No es extraño ver cantidades que superan las 6 cifras. Por ejemplo, es el caso de una sentencia tras el fallecimiento de una paciente tras un diagnóstico erróneo en un primer momento y por el que se le solicitó a la doctora la cantidad de 104.837,52 euros.
“Somos muy conscientes de la complejidad de estos procesos. Nuestra prioridad es que el sanitario esté tranquilo. En este caso desde que se inició la reclamación hasta que se dictó sentencia pasaron más de 6 años. Hablamos de una denuncia en la que se reclamaban 100.000 euros, pero las hay de millones de euros. El factor emocional juega un papel muy importante. ¿Cómo va a trabajar el médico de atención primaria en estas circunstancias?”, ha destacado el propio Carlos León.
En este caso, la paciente acudió al médico de atención primaria en su centro de Navas del Rey por un dolor en el hombro derecho de 12 horas de evolución y con fiebre. Se le proporcionó tratamiento antiinflamatorio y se le mandó a su domicilio. Al día siguiente, la paciente acudió al Hospital Fundación de Alcorcón en el que se le receta tratamiento antiinflamatorio y control por parte de su médico. El mismo día, por la tarde, la paciente vuelve a su centro de atención primaria por el dolor y se le proporcionan analgésicos y miorrelajantes.
Las reclamaciones médicas en la atención primaria se caracterizan por ser especialmente elevadas
Finalmente, un día después la paciente vuelve a su centro de salud en muy mal estado. Se sospecha de una infección grave y se le traslada al Hospital Fundación de Alcorcón, donde se le ingresa en UCI por presentar TA de 75/50mmhg, FC 140 lat/min., FR 45rpm y T 36,4º C. En pocas horas, la paciente presentó un deterioro muy rápido y terminó falleciendo por una fascitis necrotizante de pared torácica lateral derecha, según la autopsia.
La ausencia de un diagnóstico adecuado se debió a una falta de diligencia en el estudio de la sintomatología. El juez, teniendo en cuenta todas las pruebas e informes médicos que se le practicaron a la paciente, además de subrayar que el cuadro médico es muy atípico, concluyó que no queda probado que la doctora incurriera en negligencia profesional merecedora de reproche penal ni económico. “La defensa era muy clara. A la paciente se le realizaron las pruebas pertinentes, pero su caso es muy difícil de diagnosticar al no ser común. Una vez se le diagnosticó correctamente, ya era demasiado tarde. Sin embargo, la doctora hizo todo lo que tenía en su mano para curarla. No habría sido justo que recibiera un castigo por ello”, ha manifestado León.
Finalmente, Carlos León ha señalado: “Nuestra experiencia nos ha llevado a detectar qué necesidades tiene el médico en el caso de recibir una reclamación”. Por ello, ha desarrollado un servicio innovador, en colaboración con empresas como Uniteco, en el que ofrecen a sus clientes un servicio 360 que se sostiene sobre 3 pilares: la protección del sanitario, el asesoramiento legal continuado y la asistencia psicológica en caso de necesidad. Se trata de una metodología basada en la prevención, pero en el caso de que se produzca un problema el médico estará totalmente cubierto.
