Redacción
Ana Ortiz de Obregón, grafóloga forense por la Facultad de Medicina de la UCM y periodista, ha creado La Grafoloteca. Se trata de un espacio enfocado a ayudar a las personas a describir y disfrutar su personalidad, a través del análisis grafopsicológico de su letra. La letra es el reflejo del cerebro porque es el cerebro el que escribe. Así lo dijo Max Pulver, médico y psicólogo suizo que a principios del siglo XX, sentó las bases de la Grafología moderna. El proceso de escribir se establece por un circuito nervioso que se inicia en el hemisferio izquierdo y que envía señales sensomotoras desde el cerebro a la mano. Al escribir, el cerebro se sirve de la mano para plasmar sobre el papel todo cuanto está dentro de la cabeza. Revela los rasgos de la personalidad, aptitudes, capacidades y vivencias. Incluso, lo que no se conoce de cada uno…o no se quiere conocer.
La letra permite conocer debilidades y fortalezas de la persona analizada. Por lo tanto, es un método infalible para asesorar sobre aspectos que influyen en nuestra manera de vivir y de afrontar una enfermedad, de reconducir una vida y hasta de pasarlo fenomenal.
En la Grafoloteca se pueden conocer debilidades y fortalezas de la persona analizada
Asegura que “hasta ahora, la grafología se utilizaba en ámbitos muy determinados, como los Recursos Humanos, los peritajes judiciales o la investigación forense. Sin embargo, la Grafología nos puede ayudar a descubrir lo que denomino, ‘nuestras maravillosas imperfecciones’, esas que nos hacen irrepetibles. Conocer nuestra singularidad nos empodera, nos permite liderar los pequeños momentos de nuestra vida. Conocernos nos da seguridad, aplomo, y por tanto, revierte en nuestra salud y bienestar emocional de forma positiva. Pero he querido hacerlo de una forma amena, original y hasta divertida. Ese es el sentido de lo que he llamado Grafoexperiencias, donde utilizo diferentes recursos: desde la Grafoterapia, hasta el mundo de los sabores mediante catas gastronómicas- fundamentalmente vinos-, e incluso, el lenguaje de las flores. Todo depende de lo que busque nuestro cliente“.
El proceso de trabajo en La Grafoloteca comienza con un texto y una firma de la persona analizada
El proceso de trabajo en La Grafoloteca comienza con un texto y una firma de la persona analizada. La idea es analizar ambas cosas para conocer al detalle su manera de ser. La grafóloga trabaja en su personalidad según sus necesidades profesionales, personales o incluso, lúdicas. Los resultados del análisis grafopsicológico se transforman en una ‘Grafoexperiencia’, es decir, evento, taller o proceso de Grafosalud Emocional, según sus necesidades y gustos.
“Trabajamos con diferentes formatos. Desde procesos personalizados de Grafocoaching y Grafoterapia para orientación profesional e imagen personal. Como recurso teambuilding para Recursos Humanos, y, ¡Por qué no! para pasar un rato agradable con un grupo de amigos que hacer algo diferente a la vez que lo pasan bien y descubren de manera divertida aquello que les seduce, con lo que se sienten bien y sintonizan. Pasarlo bien, y sacarle partido a nuestras debilidades y fortalezas nos ayudan a conseguir el objetivo: encontrar nuestro equilibrio emocional y mejorar nuestra salud mental“.
La Grafoloteca está en pleno centro de Madrid, en la calle Señores de Luzón, 8-3. También puede trasladarse donde alguien desee conocer y disfrutar de sus ‘maravillosas imperfecciones’. Tiene una web con toda la información: www.anaortizdeobregon.com
