Gema Maldonado
Esta semana comienza el proceso de elección y adjudicación de plazas MIR en el que los graduados en Medicina que consiguieron pasar la nota de corte del examen para acceder a un puesto de médico interno residente deben tomar varias decisiones: qué especialidad hacer que marcará su carrera profesional, en qué ciudad de España la harán y qué centro, de todos los hospitales disponibles, será el que les acoja durante muchas horas en los próximos cuatro o cinco años.
No solo la especialidad a la que puedan o quieran optar será clave en su futuro, también juega un papel fundamental el hospital donde se formen como residentes. Porque no es lo mismo formarse en un pequeño centro comarcal que hacerlo en uno de los grandes hospitales de una gran ciudad. ¿Qué ventajas y qué inconvenientes tiene optar por un tipo de centro u otro? ¿Es la mejor opción decidirse por un centro de mediano tamaño?
La especialidad a la que puedan o quieran optar será clave en su futuro, pero también juega un papel el hospital donde se formen como residentes
No hay una sola respuesta, porque el perfil del residente, sus objetivos y, no lo olvidemos, el número de orden que haya obtenido para poder elegir, determinarán la mejor opción para cada uno. En iSanidad nos hemos preguntado qué pueden ofrecer a los futuros residentes hospitales de distinto tamaño y complejidad.
En el sureste de la comunidad de Madrid se ubica Arganda del Rey, una ciudad de unos 55.000 habitantes situada a 28 kilómetros de la capital, que desde 2008 tiene centro hospitalario propio, el Hospital Universitario del Sureste. Estos días, mientras revisan el listado de plazas y hospitales disponibles, quizá algunos aspirantes a una plaza no sabían dónde estaba este centro o no había escuchado hablar de Arganda, pero algunos de ellos terminarán ocupando sus seis plazas MIR de medicina de familia y dos de medicina interna.
Las características de la formación MIR pueden tener variaciones en hospitales de distintos tamaños y complejidad que ofertan sus plazas
“El año que viene tendremos una nueva especialidad, farmacia hospitalaria”, cuenta por teléfono el Dr. Fernando Tornero, jefe de estudios de este centro. Es consciente de que tienen que darse a conocer, “es un hospital relativamente nuevo y llevamos poco tiempo de docencia”. Este año acogerán a la segunda promoción de residentes, por lo tanto, hay mucho por hacer.
No contar con una larga trayectoria formativa puede verse como una desventaja, pero el Dr. Tornero destaca la parte positiva de un proyecto así. “Que se incorporen a un centro donde son las primeras promociones es bonito porque puedes diseñar lo que va a ser el futuro. Aquí estamos empezando, estamos completamente abiertos a mejoras y los residentes tiene voz y voto porque podemos cambiar las cosas. Cuando tienes un sistema rodado durante 20 años, funciona por inercia, lo que no quiere decir que siempre funcione bien o mal”, opina.
Dr. Tornero (Hospital del Sureste): “Aquí estamos empezando, estamos completamente abiertos a mejoras y los residentes tiene voz y voto porque podemos cambiar las cosas”
En el lado prácticamente opuesto se encuentra el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz de Madrid, un centro que ya desde sus comienzos, en 1955, se ocupó de formar a los alumnos de postgrado de medicina y participó, junto a otros hospitales, en el origen de lo que hoy es el MIR. Para el Dr. Leandro Soriano Guillén, director de Docencia del hospital, la experiencia docente “es fundamental”.
El centro ha dotado con una dirección con recursos propios el área de formación y cuenta con la figura del jefe de residentes, jóvenes adjuntos con un 50% de dedicación a la docencia. “Es una figura de prestigio y un incentivo para los residentes, un profesional cercano para solucionar todo tipo de problemas”, explica. Son 335 los residentes que tiene actualmente este hospital y 93 tutores. Este año entrarán 99 nuevos residentes.
Tener unidades de referencia muy especializadas “es algo que también vende”, reconoce el Dr. Fernández, del Hospital de Getafe
¿Superespecialización o formación transversal?
A pocos kilómetros de la Fundación Jiménez Díaz, al sur de Madrid, se ubica el Hospital Universitario de Getafe, un hospital mediano que inició su andadura en 1991 y que cuenta con 305 residentes de medicina. No es de los más antiguos de la comunidad, pero es conocido por su unidad de quemados, referencia en el país, y otras como la unidad de columna o de pie diabético. “Excepto cirugía cardiaca y pediátrica, tenemos prácticamente todas las especialidades”, apunta recién salido de una cirugía el Dr. José Luis Fernández Casado, presidente de la Comisión de Docencia y jefe de estudios del hospital.
Reconoce que tener unidades de referencia muy especializadas “es algo que también vende”, aunque no se muestra muy partidario de la superespecialización en el periodo MIR. “El residente que va buscando la superespecialización se equivoca, aquí estamos formando médicos. El residente que venga a aprender de pie diabético a la unidad del hospital tiene que saber tratar embolias y aneurismas. Tienen que saber las cosas básicas e importantes. Por eso, aunque las guardias de urgencias siempre es lo más duro de nuestra profesión, es una cuestión fundamental para cualquier especialidad. Y no solo deben buscar guardias especializadas”, afirma.
Dr. Fernández: “El residente que va buscando la superespecialización se equivoca, aquí estamos formando médicos”
En cualquier caso, el Dr. Fernández Casado aclara que algunas técnicas muy especializadas que pueden faltan en el Hospital de Getafe se añaden a la formación de sus residentes mediante acuerdos con otros hospitales en los que pueden rotar de uno a tres meses. “La rotación puede ser en Madrid o donde el residente quiera. Tenemos uno que va a ir a Sudáfrica“, señala.
La superespecialización “es fundamental en medicina” para el director de Docencia de la Fundación Jiménez Díaz, pero asegura que trabajan desde hace tiempo en la formación “transversal e integral del residente”. “Todos realizan en primero y segundo guardias de urgencias generales, lo que les permite formarse en muchas patologías y ofrecemos cursos específicos para residentes: de formación transversal con competencias comunes, tal y como indica el RD 589/2022, de formación específica de la propia especialidad y de formación complementaria, centrados en actualización de urgencias“, explica.
Dr. Soriano (Fundación Jiménez Díaz): “La superespecialización es fundamental en medicina, pero también trabajamos la formación transversal e integral del residente”
Quienes conocen bien las guardias de urgencias generales y tiene la posibilidad de hacer una medicina “más global y holística” son los 10 residentes de medicina de familia que se forman en el Hospital de la Vega Lorenzo Guirao, en la localidad murciana de Cieza. Este pequeño hospital, que también acoge residentes de Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca de Murcia que rotan por sus unidades de columna, de urología y de otras especialidades, ofrece otro tipo de aprendizajes.
“La cartera de servicios es menor, pero también ven muchas patologías. Las sesiones clínicas de las especialidades se enfocan a aspectos más generalistas y frecuentes. Pero también tiene su encanto, porque el hospital cubre un área más rural, encuentran una medicina de familia distinta que también tiene su encanto. Va en la sensibilidad del futuro MIR, si quiere superespecializarse o si quiere tocar todos los palos de su especialidad”, describe el Dr. Carlos Arenas, director gerente del hospital de Cieza.
Dr. Arenas (Hospital de Cieza, Murcia): Va en la sensibilidad del futuro MIR, si quiere superespecializarse o si quiere tocar todos los palos de su especialidad. Aquí se hace una medicina más global y holística”
En la misma línea se expresa el jefe de Estudios del Hospital de Arganda, que cubre un área que combina población urbana y rural, con pueblos de menos de 1.000 habitantes. “Es una ventaja respecto a los hospitales del centro de Madrid. Además, hacemos muchas más cosas que un gran hospital. Por ejemplo, no tenemos oftalmólogo de guardia, así que el residente de medicina de familia va a tener contacto con muchas más patologías“, argumenta.
Personalización y “competencia”
Tener pocos residentes también puede implicar mayor acceso a practicar técnicas, procesos y cirugías. “La competencia entre ellos para cualquier actividad es mucho menor y tienen muchas más opciones de hacer cosas porque no es lo mismo tener siete residentes de guardia que uno”, afirma el Dr. Tornero. “En nuestro centro, el número de residentes es intermedio por lo que, por ejemplo, en las especialidades de cirugía, pueden participar más. En mi especialidad, angiología y cirugía cardiovascular, tenemos uno residente por año, en los hospitales que tengan dos o tres, tienen que competir por las técnicas prácticas”, asegura el jefe de Estudios del Hospital de Getafe.
Dr. Tornero: “”La competencia entre ellos para cualquier actividad es mucho menor y tienen muchas más opciones de hacer cosas”
Una visión algo diferente tiene el director de Docencia de la Fundación Jiménez Díaz, quien asegura que si los residentes de distintos años se solapan “la Comisión de Docencia no da el visto bueno a un aumento de plazas”. De forma que siempre que se solicita la acreditación de nuevas plazas “se ha estudiado que no haya un exceso”. “En especialidades donde los jefes de servicio nos dicen que hay menos cirugías, como maxilofacial o cirugía torácica, sacamos una plaza cada dos años con el fin de que los residentes puedan tener un aprendizaje activo”, explica.
Dependiendo de la sensibilidad del residente, que citan algunos jefes de estudio, el trato personalizado también puede ser una baza en hospitales de menor tamaño. Al menos, es una de las ventajas que esgrimen quienes buscan atraer nuevos MIR a su centro. En Getafe, un hospital con más de 600 camas, “nos conocemos todos”, señala el Dr. Fernández Casado. “El centro tiene las ventajas de un hospital grande y las de uno pequeño, entre adjuntos y residentes se conocen y el trabajo se facilita muchísimo”.
Dr. Fernández: “Tenemos las ventajas de los hospitales grandes y las de pequeños, entre adjuntos y residentes se conocen y el trabajo se facilita muchísimo”
Los residentes de Cieza reciben “un trato más personalizado por tutores y por especialistas cuando rotan, se vuelcan con ellos. Ese nivel de personalización es más difícil en los grandes hospitales, sobre todo con los compañeros adjuntos”, cuenta el Dr. Arenas.
Investigación
En cambio, las posibilidades de investigación suelen ser tanto que se adjudican los hospitales de mayor tamaño. Carlos Arenas, del hospital murciano de Cieza reconoce que “normalmente, en hospitales pequeños hay menos posibilidades, aunque se trabaja la investigación cada vez más”. Admite que “los ensayos clínicos y otros estudios de investigación suelen estar asociados a hospitales grandes con unidades de investigación potentes”.
Dr. Soriano: “Tenemos una ingente producción científica y cada año se dirigen un importante número de tesis doctorales”
La Fundación Jiménez Díaz cuenta con un instituto de investigación “con muchísimo prestigio y una ingente producción científica, donde cada año se dirigen un importante número de tesis doctorales”, asegura su director de Docencia. Por su parte, el Hospital de Getafe dispone de su propio instituto de investigación, cuenta con animalario propio y quirófano experimental.
¿Influye el hospital de la residencia en las contrataciones?
Una pregunta que ronda la cabeza de los futuros residentes cuando se enfrenta a la hoja de solicitud de especialidad y centro es si influye el tipo de hospital de formación en el momento de contratar a los recientes adjuntos. Para el responsable de la formación en el Hospital de Getafe “la respuesta es que sí”, aunque cree que más que el hospital influye el servicio donde se hayan formado. “En un hospital grande hay unidades que no son tan potentes como dice el nombre del hospital”. En cambio, otros centros más pequeños, cuentan con servicios específicos “que trabajan muy bien”, afirma.
Para el responsable de plazas MIR y formación de Getafe influye más que el hospital de residencia “el servicio del que vengan”
El Dr. Soriano Guillén, de la Jiménez Díaz, no lo tiene tan claro y cree que puede depender más de las necesidades de cada hospital en cada momento. Y lo ilustra con un ejemplo. “En las quirúrgicas hay muchísima especialización con la introducción de la cirugía robótica. Probablemente un residente de nuestro hospital con mucha especialización en esta área no lo contraten en un hospital provincial, donde tendrán más en cuenta una formación en cirugía más general. Pero el que no haya tenido acceso a formarse en cirugía robótica va a tener muy difícil entrar en un gran hospital”.
Dr. Soriano: “La formación MIR en los hospitales es muy buena en general y también depende de las ganas del residente de moverse y de hacer”
Para este responsable de docencia, son múltiples los debates que pueden abrirse sobre la formación en distintos tipos de hospital. “En la docencia hay muchos perfiles y nos movemos en áreas donde las opiniones no dejan de ser subjetivas. Pero creo que, al final, la formación es muy buena en general y también depende de las ganas del residente de moverse y de hacer”, concluye.