La figura del gerocultor mejora la atención sociosanitaria de las personas mayores institucionalizadas

Estos profesionales, conocidos como auxiliares de geriatría, realizan todas aquellas actividades con ofrecer una asistencia completa, adecuada y personalizada

enfermería

Victoria Guillén
En los últimos años, los avances científicos y el aumento de la calidad de vida, entre otros factores, han propiciado un aumento generalizado del envejecimiento. De hecho, las personas de tercera edad en España representarán en 2050 más del 30% de la población, según muestra un estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). En este contexto, la figura de gerocultor cobra vital importancia en la atención sociosanitaria de las personas mayores institucionalizadas, ya que realizan todas aquellas actividades relacionadas con ofrecer una asistencia completa, adecuada y personalizada. En definitiva, su labor principal se resume en dirigir, ayudar, atender y cuidara los mayores para que puedan vivir dignamente.

Estos profesionales, también conocidos como auxiliares de geriatría, trabajan en centros de día, en residencias o a domicilio. Además, su disponibilidad permite dar continuidad a las rutinas, aportando información rápida y segura del estado del mayor; así como cualquier cambio que experimente.

Según estimaciones del CSIC, las personas de tercera edad representarán más del 30% de la población española en 2050

Las principales funciones de los gerocultores en las residencias son: ofrecer apoyo al equipo interdisciplinar, colaborando en la adecuación del plan de cuidados individualizado y mantener la higiene íntima y material de las personas usuarias. Por otro lado, debe proporcionar y administrar los alimentos al residente, efectuar actuaciones de acompañamiento y entretenimiento. En este sentido, es especialmente importante el acompañamiento emocional para las personas de tercera edad, ya que les ayuda a superar las dificultades y, en definitiva, a mejorar su calidad de vida. Asimismo, el personal de esta rama sociosanitaria también es competente en implementar estrategias de cambio en programas, modelos de atención y seguridad social.

Una de las principales ventajas de vivir en una residencia es recibir atención personalizada e individualizada. Para Amavir, el espíritu vocacional del equipo humano es clave para conseguir la excelencia en la atención de las personas mayores. Por ello, consideran que es fundamental contar con un equipo especializado. “Los gerocultores de nuestros centros residenciales coinciden en la importancia de la dedicación y la vocación en el ejercicio de sus funciones. Están comprometidos con el bienestar de los mayores, desarrollando una atención especializada, profundamente marcada por el trato y la calidad humana”, destacan desde el grupo.

La disponibilidad de los gerocultores permite dar continuidad a las rutinas, aportando información rápida y segura del estado del mayor

Entre sus habilidades resaltan la capacitación y formación adecuada para realizar valoraciones gerontológicas integrales, así como intervenciones acordes a cada perfil de la persona mayor. “El hecho de que los auxiliares de geriatría de Amavir pasen tanto tiempo con el mayor favorece la creación de vínculos que van más allá de lo meramente profesional, generando una relación cercana y de confianza. Estos profesionales de atención sociosanitaria saben perfectamente cómo cuidar a una persona mayor dependiente”, añaden.

Más allá de los cuidados

La rehabilitación y las terapias contribuyen a combatir las principales causas de dependencia en personas mayores y sus beneficios son múltiples, ya que previenen posibles lesiones, fomenta las capacidades cognitivas, aumenta la autonomía de los pacientes y contribuye a la interacción social y a la inteligencia emocional, entre otros. Así, la Terapia Ocupacional tiene un impacto muy positivo en las personas mayores: les ayuda a vivir de una forma más autónoma. Los profesionales de esta disciplina son imprescindibles para capacitar a las personas para participar en las actividades de la vida diaria y mejorar su calidad de vida.

“En las residencias Amavir contamos con un equipo interdisciplinar cualificado y experimentado en Terapia Ocupacional que ayuda a las personas a llevar una vida de calidad. Desde los modelos de envejecimiento activo y de Atención Centrada en la Persona implantados en todos los centros Amavir, los profesionales trabajan día a día por la autonomía y la independencia de los mayores en los centros de día a través de talleres grupales y de técnicas individualizadas que se centran en las necesidades de cada individuo”, concluyen.

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