Anuario iSanidad 2022
Juan Pablo Núñez, CEO de Uniteco Profesional
Hace mucho aprendí que las tormentas son las que tienen el don de decidir quiénes se convierten en leyendas. Son ellas las que señalan en el mundo empresarial a los que entraron en un negocio, sector o vertical sin tener claro cuál era su propósito, más allá del de pensar que “el dorado” podría estar escondido allí. No es posible convertirse en un experto marinero en aguas calmadas, esas que mal entendidas hacen caer en el error de que la travesía será un placer y los beneficios serán tal y como transmiten las hojas de cálculo a quienes, cegados por su falta de conocimiento, son demasiado atrevidos, pues su única experiencia acumulada en esos mares son los atardeceres cálidos regados por brisas templadas.
Su inconsciencia y atrevimiento, sumados a la ausencia de un propósito mayor, hace poner en peligro a todos los que llevan en sus barcos, que subieron por la falsa esperanza ofrecida de que nada malo puede pasar en la travesía. ¡¡Suban, suban!! Somos mejores, más expertos, mejores barcos, mejores capitanes y por supuesto más baratos, mucho más baratos.
El mundo ha cambiado mucho en los últimos tiempos, pero esta historia no. La de los expertos en dejar a sus clientes en medio de la tormenta a su merced, sin salvavidas. Se les “olvidó” comentar un sinfín de exclusiones que estaban escritas en el casco del barco, justo debajo de la línea de flotación, tapadas por el agua y que, como máximo, dejaban claro que cubrirían cualquier cosa que les ocurriese salvo una: la que justo les ocurriese. Todas las demás, cubiertas al 100%.
Nuestro propósito como empresa y como profesionales es hacer el trabajo de la mejor manera que se puede hacer: con pasión, dedicación y actitud positiva
Llevo cuatro años diciendo que una gran tormenta se acercaba. Una que iba a poner a prueba a todos los que nos dedicamos a la responsabilidad civil profesional sanitaria y todos esos expertos no solo no lo compartían, sino que se reían. Ahora entiendo que no se reían porque me estuviera confundiendo, sino porque yo pensaba que los iba a ver en esa tormenta protegiendo a sus clientes a capa y espada. Tenían muy claro que iban a usar el gran as de la baraja: “Los números no cuadran y desde la central indican que cerramos la división o amputar las coberturas hasta dejarla tan desfigurada que quede sin valor”. Que no os engañen sus grandilocuentes palabras. Sabían que esto iba pasar, sin ninguna duda.
Desde el principio su estrategia consistía en que se pagaran precios que no podían soportar ni de lejos las garantías que ofrecían, ni convencer al talento y la experiencia de los equipos que las pueden llevar a cabo. Querían cubrir y ganar sus variables por beneficios a corto, sabiendo que os iban a dejar en la estacada. Así lo pienso y así lo están demostrando los hechos. Grandes multinacionales han anunciado que en 2023 retiran a los capitanes y dejan los barcos en medio de la tormenta. Mutuas en descomposición, amputando, dejando sus pólizas sin retroactividad y piratas entrando desde países lejanos al abordaje.
Estamos en medio de la tormenta definitiva, la que va a dejar claro quiénes están al lado de los médicos y quiénes no
La cruda realidad es esta y no podemos hacer nada para que no suceda. Pero sí podemos hacer algo para combatirla. Por tercera vez, Gabriel Núñez, fundador de Uniteco, abre sus colectivos, forzando al máximo la línea de flotación de sus barcos, para que aquellos que han sido abandonados a su suerte, decenas de miles de profesionales sanitarios, tengan protección para la que se avecina, que ya no será dentro de años, sino de meses. Y es que nuestro propósito como empresa y como profesionales es hacer el trabajo de la mejor manera que se puede hacer: con pasión, dedicación y actitud positiva. Ahora entiendo cuando hace muchos años mi padre me decía que nuestro trabajo era ser domadores de tormentas.
En Uniteco Profesional enseñamos a nuestros equipos a que no hay amenaza que nos pare ni enemigo que nos haga retroceder y esta es la mayor garantía que cubren nuestras pólizas: honor, lealtad, sacrificio, dedicación, experiencia y tener claro que la única manera de que nuestros clientes sean abatidos es que pasen por encima de nosotros. No negociamos jamás con la integridad, pasión y profesión de nuestros clientes. Estamos en medio de la tormenta definitiva, la que va a dejar claro quiénes están al lado de los médicos y quiénes no.
