Dra. Laia Gifre: “En los pacientes osteoporóticos con riesgo inminente de fracturas es importante iniciar tratamiento farmacológico de forma precoz”

Entrevista la Dra. Laia Gifre Sala, especialista en el Servicio de Reumatología del Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona (Barcelona) en el marco del World Congress on Osteoporosis de Barcelona

Redacción
El World Congress on Osteoporosis (WCO) se celebrará del 4 al 7 de mayo en Barcelona. Se trata de la principal cita para expertos de todo el mundo en el área de osteoporosis y las enfermedades musculoesqueléticas. Tratarán avances terapéuticos para alterar el curso de la patología, buenas prácticas o retos como la brecha en el diagnóstico y el acceso al tratamiento. En España la osteoporosis afecta a tres millones de personas (principalmente mujeres) y se considera la cuarta enfermedad crónica de mayor impacto en la sociedad. De hecho, se produce una fractura por fragilidad cada dos minutos y se prevé que aumente hasta un 30% en los próximos 15 años. Tal es el impacto de la osteoporosis, que genera costes de 4.300 millones de euros anuales en el Sistema Nacional de Salud. En este marco iSanidad ha entrevistado a la Dra. Laia Gifre Sala, especialista en el Servicio de Reumatología del Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona (Barcelona).

¿Cómo se produce la osteoporosis y cómo se detecta?
El desarrollo del esqueleto o pico de masa ósea se alcanza alrededor de los 25-30 años, posteriormente se mantiene estable hasta los 45- 50 años, momento en el que se inicia una pérdida de masa ósea coincidiendo con la alteración hormonal asociada a la menopausia. Numerosos factores inciden en la adquisición del pico de masa ósea (ejercicio físico de carga, enfermedades en la infancia, alteraciones hormonales, trastorno conducta alimentaria o la propia predisposición genética). Lo mismo ocurre en la vida adulta (momento “plateau” de la masa ósea) o pasados los 50 años. De hecho, la carga genética (vía materna) determina parte del riesgo de desarrollar osteoporosis y fracturas.

La osteoporosis se define como trastorno esquelético caracterizado por una disminución de la masa ósea (cantidad) asociada a una alteración de su microarquitectura (calidad), que conduce a un aumento de la fragilidad ósea y que conlleva un incremento del riesgo de presentar fracturas. De hecho, la osteoporosis es una enfermedad silente, y a menudo se diagnostica por la presencia de fracturas por fragilidad o por presencia de factores de riesgo o enfermedades/tratamientos osteopenizantes.

Hasta ahora el diagnóstico de la osteoporosis solo se realizaba por densitometría ósea, puesto que es la única técnica validada para su diagnóstico. Pero más recientemente, Siris et al, re-definieron el concepto de osteoporosis en función de los valores de la densitometría ósea y la presencia de fracturas por fragilidad, así, por ejemplo, los pacientes con una fractura de colles, húmero o vertebral con una osteopenia densitométrica ya se considera que presentan una osteoporosis.

Los pacientes con una fractura de colles, húmero o vertebral con una osteopenia densitométrica ya se considera que presentan una osteoporosis

La osteoporosis es una enfermedad crónica, ¿a quién afecta y cómo afecta?
La osteoporosis es una enfermedad muy prevalente en nuestra población, generalmente asociada a la edad y el sexo del individuo. Se estima una prevalencia de osteoporosis del 26 al 32% en mujeres españolas de más de 50 años (es decir 1 de cada 3), siendo menor en varones (6%). Pero esta prevalencia aumenta en pacientes de edad más avanzada, de forma que puede alcanzar el 49% de las mujeres de edad superior a 75 años (es decir, 1 de cada 2 mujeres), y hasta el 10% en los varones.

Así, a diferencia de otras enfermedades, la edad es unos de los principales factores de riesgo de desarrollar osteoporosis, y sobre todo fracturas (que es la principal complicación de la osteoporosis). De hecho, los principales factores asociados al desarrollo de fractura son la edad, la densitometría ósea y el antecedente de haber presentado una fractura por fragilidad previa. De hecho, la presencia de una fractura por fragilidad condiciona un riesgo inminente de fractura, es decir elevado riesgo de presentar una segunda fractura a 2 años, aunque el riesgo permanece aumentado a lo largo de la vida.

Dra. Laia Gifre: “La edad es unos de los principales factores de riesgo de desarrollar osteoporosis”

La principal complicación de la osteoporosis es la aparición de fracturas por fragilidad, afectando radio distal, húmero proximal, vertebras, costillas, pelvis o fémur proximal; condicionando una pérdida en calidad de vida y aumento de la mortalidad asociada, sobre todo tras la fractura de cadera.

¿Hay opciones de tratamiento precoz o temprano?, ¿se puede prevenir?
En los pacientes con fractura reciente, que presentan un riesgo inminente de fracturas (muy alto riesgo de fracturas), es importante iniciar tratamiento farmacológico de forma precoz. De hecho, según las guías de práctica clínica, estos pacientes serian candidatos a iniciar tratamiento osteoformador con teriparatida o romosozumab. Señalar que en los últimos años se han implementado unidades funcionales clínicas centradas en la identificación del paciente con fractura osteoporótica reciente. Así, aquellos individuos con una fractura de muñeca, húmero, vertebra, pelvis o cadera reciente son valorados por estos equipos multidisciplinares, valorando la necesidad de iniciar tratamiento para la osteoporosis. Estas unidades funcionales generalmente se implementan de acuerdo con unos estándares internacionales definidos por la International Osteoporosis Foundation (IOF).

En los últimos años se han implementado unidades funcionales clínicas centradas en la identificación del paciente con fractura osteoporótica reciente

Por lo que refiere a la prevención de la osteoporosis. Podemos incidir en factores de riesgo modificables como el tabaquismo, ingesta de alcohol, ingesta de calcio por dieta, índice de masa corporal o potenciar ejercicio físico. También es importante incidir en consejos para minimizar el riesgo de caídas. Sin embargo, no podemos incidir en los factores de riesgo no modificables de la osteoporosis como la carga genética o el género.

¿Cómo se trata la osteoporosis y quién la está tratando generalmente?
Las guías de práctica clínica nacionales e internacionales coinciden en clasificar a los pacientes en función del riesgo de fracturas según edad, densitometría, presencia de fracturas y comorbilidades; y según el riesgo del paciente iniciar el tratamiento farmacológico más adecuado. Así, los pacientes con muy alto riesgo de fracturas se consideran tributarios a fármacos osteoformadores; en caso de riesgo elevado serian candidatos a tratamiento antiresortivo oral o parenteral; y en riesgo moderado con SERMs o bisfosfonatos orales. También es importante asegurar una ingesta de calcio de 1.000 -1.200 mg al día por dieta, y en caso de ser insuficiente, con suplementos de calcio. Así como también asegurar unos valores de vitamina D entre 30-60 ng/ml.

Las guías de práctica clínica nacionales e internacionales coinciden en clasificar a los pacientes en función del riesgo de fracturas

El abordaje clínico de la osteoporosis es transversal, por ello el tratamiento se inicia tanto en ámbito ambulatorio como hospitalario e interviniendo en él numerosas especialidades des de atención primaria a reumatología, endocrinología, geriatría, medicina interna, traumatología, rehabilitación e incluso otras especialidades como nefrología u oncología. De hecho, en la elaboración de las guías de práctica clínica para el abordaje y manejo de los pacientes con osteoporosis de la SEIOMM participaron múltiples especialidades.

¿Qué se puede esperar de los tratamientos actuales contra la osteoporosis?02
En los últimos años hemos cambiado la forma de diagnosticar, clasificar y tratar a los pacientes con osteoporosis. Todos los fármacos antiosteoporóticos comercializados han demostrado reducir la incidencia de fracturas (vertebral, no vertebral o fémur) en mayor o menor medida y aumentar la masa ósea de forma significativa, sobre todo en la columna lumbar y en menor medida a nivel de la cadera.

Además, en los últimos años hemos avanzado en el conocimiento, no solo de inicio de tratamiento según el riesgo de fractura en el momento de la valoración, sino también secuencia más adecuada de tratamiento. La terapia secuencial con fármaco osteoformador seguido de fármaco antiresortivo es la que consigue mayores incrementos de masa ósea. Además, la incorporación de nuevas dianas terapéuticas en el abordaje de la osteoporosis, con la comercialización de anticuerpos monoclonales ha revolucionado el tratamiento de esta patología. Recientemente se ha comercializado el romosozumab, un anticuerpo monoclonal con efecto dual: antiresortivo y osteoformador, que consigue mayor incremento de masa ósea en tan solo 1  año de tratamiento y marcada reducción de la incidencia de fracturas en pacientes con fracturas por fragilidad previa (clasificados como muy alto riesgo de fractura).

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