La vasculitis asociada a ANCA se diagnostica tarde, pese a su importancia en la enfermedad renal crónica

Este tipo de vasculitis es responsable del 4% de la enfermedad renal crónica que requiere diálisis

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Redacción
Dentro del grupo de vasculitis uno de los subtipos más graves es la asociada con anticuerpos contra el citoplasma de los neutrófilos (ANCA), considerada como una patología rara, que está detras del 4% de la enfermedad renal crónica que requiere diálisis. Así lo expone el Dr. Luis Quintana, jefe del Servicio de Nefrología Clínica y coordinador del CSUR de Enfermedades glomerulares complejas del Hospital Clínic de Barcelona con motivo del Día Mundial de la Vasculitis.

La vasculitis asociada a ANCA “genera inflamación y lesiones en órganos como riñones, pulmones, sistema nervioso y corazón, entre otros”

Esta enfermedad sistémica “genera inflamación y lesiones en órganos como riñones, pulmones, sistema nervioso y corazón, entre otros. De hecho, esta patología, que suele tener una evolución de larga duración y que está considerada como rara, es responsable del 4% de la enfermedad renal crónica que requiere diálisis, explica el Dr. Quintana. “La ausencia de un diagnóstico precoz es un problema importante, porque si no se trata a tiempo está vinculada a complicaciones renales, además, a más tarde se diagnostique, la respuesta a los tratamientos disponibles se ve condicionada”, apunta especialista.

El diagnóstico ideal de la vasculitis se basa en su confirmación histológica. Pero “en ocasiones esta biopsia no puede llevarse a cabo por ser un órgano no accesible a la biopsia o no se puede hacer por la situación clínica del paciente”, expone el Dr. Quintana. En cualquier caso, “el diagnóstico se fundamentará en la combinación de datos clínicos, analíticos, de imagen e histológicos. Para llegar al diagnóstico de una vasculitis hay que tener un alto índice de sospecha, ya que en muchas ocasiones los síntomas son inespecíficos, por lo que probablamente determinados tipos de vasculitis estén infradiagnosticados o cursan con un retraso diagnóstico”.

El diagnóstico ideal de la vasculitis se basa en su confirmación histológica. Pero “en ocasiones esta biopsia no puede llevarse a cabo por ser un órgano no accesible o por la situación clínica del paciente”

Grupos de edad y tratamiento de la vasculitis

El Dr. Ricardo Blanco, jefe del Servicio de Reumatología y coordinador del CSUR de enfermedades autoinmunes sistémicas del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander, añade que la vasculitis puede aparecer a cualquier edad, pero hay grupos de edad en los que la patología es más característica.

“Algunas [vasculitis] predominan en la segunda y tercera décadas de la vida (enfermedad de Behçet, arteritis de Takayasu), otra tiene un claro predominio por la edad avanzada (la arteritis de células gigantes) y otras afectan predominantemente a pacientes pediátricos (como la vascuitis IgA y la enfermedad de Kawasaki) o entre 40 y 60 años de edad (vasculitis asociada a ANCA)”, enumera el Dr. Blanco.

Se desconocen las causas iniciales de la vasculitis asociada a ANCA

Se desconocen las causas iniciales de la vasculitis asociada a ANCA, pero sí se han identificado varios factores que incrementan la probabilidad de desarrollarla, como infecciones microbianas, características genéticas, la exposición a diferentes sustancias químicas o el consumo de determinados medicamentos.

El tratamiento de esta patología “se fundamenta en una inmunosupresión más o menos profunda según dicha afectación. Pero en general siempre se usan los corticoides. Estos fármacos se asocian a efectos secundarios múltiples y frecuentes”, agrega el doctor.

Los especialistas destacan la aparición de nuevos tratamientos farmacológicos para la vasculitis asociada a ANCA como avacopan, que permite la reducción del uso de corticoides

En este sentido, ambos especialistas destacan la aparición de nuevos tratamientos farmacológicos como avacopan, que permite la reducción del uso de corticoides. “Los últimos resultados presentados de sus estudios clínicos pivotales, han demostrado que podría tener un efecto en la ralentización de la progresión de la enfermedad renal crónica y por tanto haya un retraso en la necesidad de optar por medidas como la diálisis”, explica el doctor Quintana.

Recientemente se han introducido este fármaco en las recomendaciones de la Alianza Europea de Asociaciones de Reumatología (Eular) para el tratamiento de la vasculitis asociada a ANCA como una estrategia para reducir sustancialmente la exposición a los glucocorticoides. Esta recomendación reconoce la capacidad de este fármaco para reducir la exposición a los glucocorticoides y disminuir sus efectos tóxicos, al tiempo que permite a los pacientes alcanzar y mantener la remisión. Además, reconoce el papel de avacopan en la mejora potencial de la función renal medida por la tasa de filtración glomerular en pacientes con glomerulonefritis activa y afectación renal.

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