Enfermedad traumática grave en España: Las caídas mortales han crecido un 50% en ocho años, seguidas de ahogamientos y suicidios

Las lesiones por accidente de tráfico representan cuatro de cada 10 ingresos por lesiones externas en UCI, y el alcohol está presente en el 12-15%, un porcentaje que los intensivistas consideran inferior al real

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Gema Maldonado
Entre el año 2012 y el 2020 las muertes por causas externas traumáticas aumentaron un 15%, pasando de 14.000 a algo más de 16.000. Un incremento que se debió a las caídas accidentales, que aumentaron en esos ocho años un 50%, los ahogamientos y atragantamientos, que crecieron un 29%, y los suicidios, que se incrementaron un 11%. Estas personas perdieron la vida y representan “la punta del iceberg” de las consecuencias del trauma grave, porque hay otras muchas que viven y que arrastran secuelas, incapacidades o años de vida perdidos ajustados por esas incapacidades y por calidad de vida.

Entre el año 2012 y el 2020 las muertes por patología traumática aumentaron un 15%, pasando de 14.000 a algo más de 16.000

Se conoce poco acerca de la enfermedad traumática grave en España, sobre todo de su impacto y de las consecuencias que se derivan de ella. Esta es una opinión compartida por los intensivistas del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid, por la Sociedad Española de Medicina Intensiva y Unidades Coronarias (Semicyuc) y por la Fundación Mapfre, responsables de un estudio que ha seguido la evolución y el impacto de la enfermedad traumática grave en ocho años en España, cuyos resultados han presentado este martes en Madrid. Recopila información de casi 16.000 historias de emergencias vitales procedentes del registro del propio Hospital 12 de Octubre y del registro Retrauci de Semicyuc e incluye datos de mortalidad del Instituto Nacional de Estadística.

Ofrecen una foto de cómo ha evolucionado la enfermedad traumática en ocho años, que también da información de cómo es la sociedad actual y pretenden “llamar la atención sobre la pandemia oculta que suponen las lesiones del trauma grave en España, ha afirmado Jesús Monclús, director de Prevención y Seguridad Vial de Fundación Mapfre, que puso el acento en varios datos: en los años del estudio, las lesiones por todas las causas posibles han caído un 12%, pero la mortalidad por lesiones por causas externas han aumentado, “por tanto, nos tienen que preocupar, son la primera causa de muerte en España en personas de entre uno y 34 años, al mismo nivel que el cáncer”, ha advertido.

Jesús Monclús: “El objetivo es llamar la atención sobre la pandemia oculta que suponen las lesiones del trauma grave en España”

Por eso, Monclús ha pedido que se lleve a cabo una estrategia estatal de prevención de lesiones que incluya todas las causas de mortalidad externa, como las lesiones por incendios y explosiones, y que preste especial atención al suicidio. “Que detalle todas las acciones, presupuesto y calendarios para abordar esta auténtica pandemia”, ha añadido.

Porque los autores del estudio tienen claro que “el accidente no existe en la patología traumática”, ha asegurado el Dr. Mario Chico, jefe de la Sección de la UCI de Trauma y Emergencias del Servicio de Medicina Intensiva del Hospital Universitario 12 de Octubre, “no creemos en la casualidad, creemos en la causalidad”. Y un ejemplo de ello es la caída abrupta de lesiones traumáticas graves por accidente de tráfico que vieron cuando entró en vigor el carné por puntos.

Las lesiones relacionadas con el tráfico siguen siendo las más frecuentes en las UCI y representan el 40% de todas las causas de ingreso por patología traumática 

Sin embargo, las lesiones por accidentes de tráfico siguen siendo las más frecuentes en las UCI. Representan el 40% de todas las causas de ingresos entre 2012 y 2020 y es la primer motivo en todos los grupos de edad, aunque el máximo se alcanza entre los 26 y los 35 años, con un 45% de todos los ingresos. Las colisiones en motocicleta fueron la causa más frecuente de lesiones graves (36%), seguidas muy de cerca por los siniestros en coche (35%) y atropellos a peatones (27%), que presentan mayor gravedad por afectar a una población cada vez más envejecida.

El alcohol sigue estando ahí

Y el alcohol sigue estando muy presente. Aunque su limitación a la hora de coger el volante “ha sido muy importante” en la reducción del trauma grave por accidente de tráfico, “queda mucho camino por andar”, afirma el Dr. Chico. El alcohol sigue estando presente entre el 12 y el 15% de todos los ingresos relacionados con la circulación de vehículos. Pero no solo en este ámbito. También se halla entre el 22 y el 34% de los ingresos por agresiones y hasta en el 28% de las caídas. Incluso empieza a influir en otros transportes, como la bici o el patinete. El porcentaje que mayor presencia de alcohol registra se encuentra en el grupo de edad de los 36 a los 45 años.

Las cifras de implicación del alcohol en la enfermedad traumática grave “están claramente infraestimados, igual que otros tóxicos implicados que no se miden”, afirma el Dr. Chico

Son porcentajes que para el Dr. Chico “están claramente infraestimados, igual que otros tóxicos implicados que no se miden”. El especialista explica que cuando un enfermo ingresa en la UCI por lesión traumática, incluso si es por accidente de tráfico, “se hace la extracción de muestras si lo pide un juez. Además, los tóxicos requieren determinaciones que no están disponibles en todos los hospitales. Por tanto, las cifras de etanol y tóxicos están infraestimadas”.

Dimensión de género de la enfermedad traumática

El informe ofrece otras conclusiones, como que la patología traumática sigue siendo de jóvenes frente a mayores, aunque cada vez se incorporan a estas cifras personas más mayores. Además predominan los hombres sobre las mujeres. El 78% de los pacientes que ingresan por esta causa son varones. El 97% de las personas que ingresan por lesiones provocadas en el trabajo son hombres, también ingresan más por agresiones, sobre todo los más jóvenes: el 25% de las agresiones se producen entre los 16 y los 25 años, porcentaje que va disminuyendo con la edad. Son las caídas las que muestran entonces una tendencia creciente y alcanzan el 35% de los ingresos en mayores de 75 años.

El 78% de los pacientes que ingresan por enfermedad traumática son varones, con frecuencia por lesiones en el trabajo y agresiones. Los intentos de suicidio, las caídas y las colisiones de tráfico son las principales causas de ingreso en mujeres

Las mujeres, por su parte, ingresan más por intentos de suicido, caídas al mismo nivel y colisiones de tráfico, y lo hacen menos por agresiones, actividades recreativas y traumas laborales. En cambio, la tasa de mortalidad en ellas es mayor muere el 14% de las que ingresan por lesiones externas frente al 9% de los hombres. “Las causas de esta mayor mortalidad escapa a nuestro análisis, pero puede influir que normalmente el trauma en mujeres es cerrado [lesiones causadas por un trauma que no rompe la piel], que tiene más mortalidad que el penetrante (un objeto perfora la piel y produce una herida abierta]. También ellas participan en menos ensayos clínicos de terapias”, ha apuntado el Dr. Chico.

El ocio y las lesiones traumáticas…y su caída en pandemia

Los resultados del informe demuestran que el trauma “está vinculado al ocio, a los fines de semana y los meses de verano”, ha explicado el internista. Las agresiones se producen habitualmente de madrugada, los desplazamientos a mayor velocidad, las caídas y las intoxicaciones también están vinculadas al ocio. Por tanto, para el Dr. Chico “se podrían evitar generando un ocio saludable, pero también reduciendo los índices de desigualdad, que tienen un impacto en la patología traumática: cuando hay más desigualdad, aumentan las agresiones”, ha apuntado.

Los resultados del informe demuestran que el trauma “está vinculado al ocio, a los fines de semana y los meses de verano”

La pandemia de Covid-19 tuvo un impacto en el trauma en España. En 2020 observaron un cambio abrupto de tendencias, con un radical descenso de siniestros viales, agresiones y accidentes laborales, pero con un aumento de intentos de suicidios. Cuando terminaron las restricciones de movilidad, “se recuperaron los niveles de patología traumática. Incluso, por momentos, crecieron, algo que ocurre en una sociedad postpandemia”, ha señalado el médico.

Los autores del estudio concluyen que es necesario prestar mayor atención a este problema no solo por las muertes que genera, también por la “enorme discapacidad” que provoca. Piden tener más registros que permitan conocer esa discapacidad posterior y más UCIs especializadas y unidades de rehabilitación, “la gran olvidada”, apuntan. “Padecemos enfermedad traumática según vivimos y es fundamental conocerla para prevenirla y tratarla”, concluye el Dr. Chico.

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