El estigma social, uno de los problemas más importantes que afectan las personas con VIH y problemas de salud mental

ViiV Healthcare ha organizado las XXVII Jornadas ViiV para ONG con el objetivo de visibilizar el estigma social que todavía sufren las personas con VIH

Salud-mental-VIH

Victoria Guillén
El estigma social es uno de los problemas más importantes que afrontan las personas con problemas de salud mental y las que más estigmatizadas están son aquellas que afrontan enfermedades graves, como el VIH. Datos sobre el estigma público en España muestran que un 25% de las personas no quieren convivir con una persona con enfermedad mental, aunque un 65% está dispuesto a mantener una una relación de amistad. “Hay altas tasas de enfermedad física y muerte prematura en personas con enfermedad mental. De hecho, este colectivo vive 10 o 20 años menos que la población general. La asociación de la enfermedad mental y física implica factores de riesgo para la mala salud como el tabaquismo, obesidad, sedentarismo”, ha destacado María José Fuster, directora ejecutiva de la Sociedad Española Interdisciplinaria del sida (Seisida), durante las XXVII Jornadas ViiV para ONG, organizadas por la compañía ViiV Healthcare.

Durante la jornada, diferentes expertos se han reunido con un objetivo común: dar visibilidad y fomentar la lucha contra el estigma social que rodea a las personas con VIH. De esta manera, ViiV Healthcare pretende dar visibilidad a  los colectivos “invisibilizados” que se enfrentan a esta patología junto con la importancia del cuidado de la salud mental.

Un 25% de las personas no quieren convivir con una persona con enfermedad mental, aunque un 65% está dispuesto a mantener una una relación de amistad

En este sentido Fuster ha añadido que, además del estigma, los pacientes estructurales y profesionales. “Necesitamos un cambio que termine en el empoderamiento del paciente, potenciando el abordaje multidisciplinar, el cuidado integral de la personas, poniendo en el centro la experiencia del paciente con problemas de salud mental y VIH”, ha señalado. Para ello, la directora ejecutiva de Seisida ha declarado que las organizaciones y administraciones deben ser responsables y favorecer la visibilización y sensibilización de estas dos enfermedades, mejorando la integración social y profesional de los pacientes.

Según los expertos, resulta fundamental que se incremente el número de profesionales, así como la inversión en salud mental para resolver las necesidades del colectivo, ya que un 25% de las personas que acuden a atención primaria tienen problemas de salud mental. En España, el presupuesto destinado a salud mental es de un 5,16% de toda la Sanidad. “Es necesario incrementar el presupuesto al 10% por muchos motivos, pero también por productividad económica, ya que por cada euro se recuperarían entre 4 y 5”, ha destacado Fuster.

Además, en nuestro país hay 10, 54 psiquiatras por cada 100.000 habitantes y 6 psicólogos, mientras que en Europa hay 18,23 y 18 respectivamente. “La salud mental en España está a la cola de Europa en muchos niveles. Las personas  con problemas de salud mental no reciben la atención regular no de calidad que precisan”, ha concluido.

Según Fuster, es necesario incrementar el presupuesto en salud mental un 10%

Así, la comorbilidad que más prevalencia tiene y más efecto tiene en la calidad de vida de los pacientes con VIH es la salud mental. En este sentido, las personas con VIH tienen un alto riesgo de padecer problemas de salud mental. Sin embargo, los expertos han manifestado que los recursos de atención comunitaria no están preparados para atender la salud mental de las personas con VIH. En este sentido, el Dr. Javier Curto Ramos, psiquiatra del Hospital Universitario La Paz, ha añadido que “actualmente, España cuenta con una red de salud mental comunitaria muy potente, pero con muchos déficits. Necesitamos poder trabajar con otros recursos sociales y reorganizar los espacios de la vida comunitaria para que, entre todos, podamos tener una salud mental”. 

“En las personas con VIH se multiplican por 100 los suicidios consumados. Estas altas tasas se relacionan con la presencia de trastornos psiquiátricos, efectos secundarios de la medicación y falta de apoyo social, entre otros”, ha explicado el Dr. Curto. Por ello, el especialista ha señalado la necesidad de que los profesionales se formen más y mejor en entorno a la relación que existe entre VIH y salud mental. “Saber de qué herramientas disponemos para actuar ante un potencial problema de salud mental, así como ofrecer una adecuada evaluación y coordinación entre profesionales es una de las principales estrategias para frenar el infradiagnóstico que actualmente existe”, ha  declarado.

Finalmente, el experto ha concluido que no solo hace falta un Plan de Acción en Salud Mental sino que también se necesita un plan en adicciones y salud sexual. “Asimismo, es fundamental reforzar la educación en todas las etapas de la vida, dotar de herramientas a la ciudadanía e invertir en recursos centrados en prevención”. 

Opinión

Multimedia

Economía

Accede a iSanidad

Síguenos en