Redacción
En cáncer gástrico aún queda un largo camino por delante, ya que esta enfermedad causó la muerte a más de 4.800 personas en España en 2021 y a casi 97.000 personas en toda Europa en 2020. Pero en las últimas tres décadas, los avances médicos han traído cambios en el tratamiento de este cáncer, del que se diagnosticarán casi 7.000 nuevos casos en España a lo largo del año, según las estimaciones de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).
El cáncer gástrico causó la muerte a más de 4.800 personas en España en 2021 y a casi 97.000 personas en toda Europa en 2020
La proporción de largos supervivientes de cáncer gástrico no supera el 25%. El estadio de la enfermedad en el momento del diagnóstico determina el pronóstico del paciente, que en el caso de aquellos en los que la enfermedad se encuentra localmente avanzada y no es operable o tiene mestástasis, lo que ocurre en dos terceras partes, el pronóstico es desfavorable, con medianas de supervivencia en torno a 12 meses.
Pero los avances terapéuticos que vive la oncología médica en los últimos 23 años, principalmente, han permitido mejorar el pronóstico en todos los estadios y aumentar la supervivencia. “Por primera vez en décadas se puede hablar de tratamientos personalizados asociados a quimioterapia en cáncer gástrico en función de la presencia de diferentes biomarcadores”, señala SEOM en un comunicado.
“Por primera vez en décadas se puede hablar de tratamientos personalizados asociados a quimioterapia en cáncer gástrico”
La sociedad científica hace un recorrido por los cambios respecto al manejo de los pacientes con cáncer gástrico desde los años 90, cuando se demostró que la quimioterapia mejoraba la supervivencia y calidad de vida en pacientes con enfermedad metastásica, en comparación con el tratamiento sintomático exclusivo.
Ya en la primera década del S.XXI, los avances empiezan a multiplicarse. Metaanálisis de estudios aleatorizados confirmaron que combinaciones de poliquimioterapia son superiores al empleo de agentes únicos en términos de respuestas y supervivencia, a expensas de un aumento de la toxicidad. En estos años se establece como estándar la combinación de cisplatino y fluorouracilo para enfermedad metastásica que, en esa misma década, se sustituye por agentes menos tóxicos: oxaliplatino y capecitabina.
En los 2000 se confirmó que combinaciones de poliquimioterapia eran superiores a los agentes únicos tanto en respuesta como en supervivencia
También la quimiorradioterapia adyuvante (5FU-LV en esquema de Macdonald, 2001) y la quimioterapia perioperatoria (ECF en esquema MAGIC, 2006) redujeron el riesgo de recidiva y mejoraron la supervivencia tras la resección quirúrgica en estadios localizados.
Los tripletes de tratamiento con docetaxel o epirrubicina demostraron en 2006 ser superiores a los dobletes en pacientes seleccionados sin comorbilidades en tasa de respuestas y supervivencia global, aunque con mayor toxicidad. En 2010, la adición del primer anticuerpo monoclonal anti HER-2, trastuzumab, a quimioterapia en la enfermedad con expresión amplificada o sobreexpresada de HER-2 demostró un beneficio en la mediana supervivencia global de 16 meses, sobrepasándose por primera vez en un subgrupo pequeño de pacientes la barrera del año de esperanza de vida.
En 2010 se añade el primer anticuerpo monoclonal anti HER-2, Trastuzumab, a quimioterapia que permitió sobrepasar la barrera del año de esperanza de vida a un subgrupo de pacientes
A inicios de la segunda década del S.XXI, diferentes quimioterapias (irinotecán,docetaxel y paclitaxel) demostraron en 2011 un beneficio en supervivencia frente al mejor tratamiento de soporte, de forma que, por primera vez, se habla de secuencia terapéutica en cáncer gástrico. La combinación de paclitaxel / ramucirumab, fármaco antiangiogénico, antagonista del VEGFR-2, frente a paclitaxel, demostró un beneficio en supervivencia en segunda línea. Desde 2014 se establece como estándar en ese contexto.
También en 2014 la monoterapia con ramucirumab demostró un beneficio frente a placebo en segunda línea de tratamiento, por lo que se establece como tratamiento de estándar para pacientes con contraindicación para quimioterapia y sin contraindicación para fármacos antiangiogénicos.
Los anticuerpos monoclonales dirigidos a dianas concretas han protagonizado los avances desde 2020 hasta ahora en el tratamiento del cáncer gástrico
En 2018 trifluridina-tipiracilo demostró un beneficio en supervivencia global frente a placebo en población politratada. Un año después, la quimioterapia perioperatoria con el esquema FLOT (docetaxel, oxaliplatino y fluorouracilo) se establece como estándar en enfermedad localizada al demostrar un beneficio en supervivencia frente al esquema ECF.
Los anticuerpos monoclonales dirigidos a dianas concretas han protagonizado los avances desde 2020 hasta ahora. Pembrolizumab, un inmunoterápico anti-PD1, demostró ese año un beneficio en tasa de respuestas en pacientes con inestabilidad de microsatélites (MSI-H) o deficiencia de proteínas reparadoras (dMMR), estableciendo una indicación agnóstica de tratamiento para este subgrupo de pacientes.
Este mismo año los inmunoterápicos Zolbetuximab y Pembrolizumab en combinación con quimioterapia han mostrado un beneficio en supervivencia
Nivolumab, inmunoterápico anti PD-1, demostró un beneficio en la mediana de supervivencia global de 14,4 meses en combinación con quimioterapia en primera línea de tratamiento en la población con una medición de PD-L1 mediante el CPS score superior a 5. En 2021 se estableció como estándar en este subgrupo de pacientes.
Este mismo año, Zolbetuximab en combinación con quimioterapia demostró un beneficio en la mediana de supervivencia global de 18 meses en combinación con quimioterapia en primera línea, en el subgrupo de pacientes sobreexpresadores de Claudina 18.2, mientras Pembrolizumab asociado a quimioterapia ha demostrado recientemente un beneficio en supervivencia frente a la quimioterapia sola.