Juan Pablo Ramírez
C.C. / A. G. B. (Fotografías y vídeo)
Después de seis años al frente de la Consejería de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero ocupará un puesto de senador después de las elecciones municipales. Durante este periodo se ha enfrentado a una pandemia en la que ha intentado sentar las bases para la transformación del Servicio Madrileño de Salud. Uno de esos pilares es la estabilización de las plantillas. La estabilidad alcanzará el 92% el año próximo. Cuando llegó a la Consejería la plantilla fija era solo del 55%.
En 2017 aterriza en una Consejería de sanidad que había vivido multitud de cambios, ¿con qué objetivos partía y cómo han ido evolucionando?
La sanidad siempre ha sido motivo de preocupación y de debate permanente. En septiembre de 2017, el objetivo fundamental era alcanzar una época de más estabilidad que se sumaban a los grandes retos de sanidad. No contábamos con la pandemia que supuso una auténtica convulsión para nuestro sistema sanitario. Antes del Covid, la realidad y los retos estaban en la accesibilidad, en los tiempos de respuesta profesional, en las infraestructuras. Todo aquello sufrió una pequeña transformación fruto de esa pandemia que realmente nos hizo cambiar toda la manera de gestionar. Todo el mundo sabía la teoría, pero la realidad de lo que vivimos en la Consejería de Sanidad y en el Gobierno en la Comunidad de Madrid nos hizo modificar mucho en nuestra manera de gestionar.
“Se ha aumentado la estabilidad y, sobre todo, se han sentado las bases para alcanzar a finales de 2024 un 92% de la plantilla en situación estable”
¿Cuál considera que ha sido su principal logro al frente de la Consejería?
Es difícil hablar de uno mismo. De lo que más orgullosos estamos es de la estrategia que hemos seguido con los profesionales. Contamos con 6.000 profesionales, se han mejorado las retribuciones, se ha aumentado la estabilidad y, sobre todo, se han sentado las bases para alcanzar a finales de 2024 un 92% de la plantilla en situación estable y con reconocimiento de carrera profesional. A esto se suman las iniciativas en salud mental y en atención primaria.
Hay otro logro que no podemos olvidar y lo digo con humildad. Creo que se dio una respuesta con garantías a la pandemia. Madrid tiene un sistema sanitario muy potente. Fue especialmente dura la primera ola. Demostramos capacidad de transformación, de trabajar juntos sanidad pública y sanidad privada y sobre todo con la participación de expertos que nos decían cómo teníamos que ir actuando. Creo que si Madrid no se hubiese movido, no se hubiese movido España. El avance en infraestructuras, en cómo va modificándose tanto nuestra atención primaria como nuestros hospitales también es un paso importante y fundamental.
“Creo que si Madrid no se hubiese movido durante la pandemia, no se habría movido España”
El crecimiento que hemos tenido en salud digital es también importante. Hemos sentado las bases para esa transformación permanente que vamos a vivir con todas las herramientas tecnológicas aplicadas a todos los niveles pensando no solo en los pacientes sino también en relación entre profesionales y entre profesionales y pacientes. Madrid ha crecido mucho en la investigación y en la innovación ya se ha convertido en una región referente a nivel mundial, especialmente después de haber vivido una crisis como la pandemia.
Con respecto a este 92%, ¿de dónde partíamos? ¿Dónde estamos? ¿Y cuál va a ser la hoja de ruta?
Partíamos de un 55% de plantilla fija y había que avanzar en ese 45%. Lo hemos hecho por dos vías. Una de ellas es ley de temporalidad. A través de ese proceso contamos con 9.000 profesionales más en situación de estabilidad antes de que acabe. Y otros 23.000 van a serlo a través de ofertas públicas de empleo y algunas plazas más que van a salir. De esa manera, vamos a llegar a ese 92% de estabilidad. Nos va a permitir un proyecto de arraigo hacia Madrid de todos los profesionales que quieran apostar por nuestro por nuestro sistema sanitario y desarrollar aquí toda su capacitación profesional y personal. A estos se suman esos 6.000 profesionales y que también suponen un buen avance de casi el 9% en comparación con la plantilla antes de la pandemia.
“La falta de planificación ha sido un problema. Nos encontramos con cinco ministros en cuatro años y es muy difícil que un Ministerio pueda enterarse de la estrategia sobre recursos humanos”
Atención primaria tiene un componente especial. Las sociedades científicas y los profesionales piden hacer la especialidad más atractiva, ¿qué han aportado aquí?
Ya teníamos en marcha el plan de mejora de atención primaria. No existen soluciones mágicas en sanidad. Hay que partir de la base de que el problema de la atención primaria parte de la falta de profesionales. No nos engañemos. La falta de planificación ha sido un problema. Nos encontramos con cinco ministros en cuatro años y es muy difícil que un Ministerio pueda enterarse de la estrategia sobre recursos humanos. Ha sido el principal factor y hay que crecer en alumnos en las universidades, en tutores y en plazas mir para que tengamos los profesionales suficientes.
En Madrid tenemos plazas de difícil cobertura pero ocurre en el resto de comunidades. Hemos tomado medidas de carácter organizativo. A los que acaban la residencia les ofrecemos un contrato de tres años para que sigan vinculados al servicio madrileño de salud. Otra medida es hacer más atractiva la tarde como acordamos en la huelga y se adoptó en el plan de mejora. Se ha pagado el turno de tarde con complementos asociados a las plazas de difícil cobertura. Se están tomando retribuciones.
“A los que acaban la residencia les ofrecemos un contrato de tres años para que sigan vinculados al Servicio Madrileño de Salud”
También se va a comenzar a remunerar a los tutores de los MIR, algo que antes no se hacía. Por supuesto, a esto se añade una carrera profesional que ya lo cobran todos los trabajadores del Servicio Madrileño de Salud que tengan la condición administrativa para poder hacerlo. Para mejorar el acceso de los pacientes, tenemos que optimizar los tiempos de los profesionales que dedican a los pacientes.
Son muchas medidas que ya se están poniendo en marcha y que están funcionando y otra también importante es la aplicación de la tecnología. Hemos establecido un máximo de 34 pacientes por médicos de familia con un tiempo de atención de 10 minutos y en pediatras de 24 pacientes con un tiempo de 15 minutos esto hace que el tiempo vayamos a optimizarlo. En el caso de que haya exceso de paciente se generan unos módulos que también otros médicos de carácter voluntario los están atendiendo. Hay que verlo con una visión de conjunto.
“Tuvimos que generar recursos adicionales dentro de esa transformación para dar respuesta a la pandemia como los hoteles sanitarizados o el hospital de Ifema”
El secretario general de la ONU decía recientemente que los estados tienen que transformar sus sistemas sanitarios para hacer frente a una próxima pandemia, ¿qué medidas destacaría de las que ya se han tomado en la Comunidad de Madrid?
Lógicamente la transformación se está produciendo. Se produjo cuando tuvimos el impacto en la fase aguda de la pandemia y lógicamente fruto de ese impacto hemos tomado una serie de decisiones. Tuvimos que generar recursos adicionales dentro de esa transformación para dar respuesta a la pandemia como los hoteles sanitarizados o el hospital de Ifema. Por supuesto tuvimos que mejorar la capacidad diagnóstica. Madrid fue pionera en poner en marcha la estrategia de test de antígenos.
Luego destacaría la transformación de los profesionales que realizaron funciones que no habían desarrollado casi nunca que fue una de las cosas que más tenemos que agradecer los madrileños a los profesionales, su capacidad en todo momento de estar a la altura de las de las circunstancias. También remarcaría las medidas para conjugar salud y economía. Teniendo capacidad diagnóstica, dando respuesta asistencial y teniendo los datos de cómo se comporta la pandemia, intentamos hacer que la vida siguiera en Madrid. Fue uno de los grandes aciertos que tuvimos en las pandemia.
“Teniendo capacidad diagnóstica, dando respuesta asistencial y teniendo los datos de cómo se comporta la pandemia, intentamos hacer que la vida siguiera en Madrid”
Hemos lamentado la falta de liderazgo del Ministerio durante todo este tiempo. Se ha movido siempre por detrás de los acontecimientos. Un Sistema Nacional de Salud tiene que tener un liderazgo y conocer qué ocurre en sanidad exterior que es el que tiene competencias, cómo se comportan los datos y qué decisiones tomamos de manera conjunta como Sistema Nacional de Salud y no señalando a comunidades porque ideológicamente no iban en la misma línea.
Inicia en el Senado una nueva etapa política, ¿es posible tener un debate calmado en sanidad?
No nos olvidemos que había una crisis que comenzó en el año 2020 y era eminentemente sanitaria. No se puede excluir a la sanidad del debate pero hay que hacerlo sin estridencias pensando que es un valor. De hecho la Comunidad de Madrid a día de hoy es la región de mayor esperanza de vida de toda Europa por delante de Estocolmo con mejores indicadores de salud. Estamos en 85,4 años de esperanza. No sé si hay alguna región del mundo con estos datos. Eso indica que nuestro sistema sanitario funciona pero es verdad que siempre hay margen de mejora.
“Desde que yo entré, la Comunidad de Madrid ha pasado de 7.800 millones de euros y ahora estamos en 10.000”
Tenemos puntos que debatir como la financiación. Desde que yo entré, la Comunidad de Madrid ha pasado de 7.800 millones de euros y ahora estamos en 10.000. Tenemos que incorporar la salud digital en el día a día de las consejerías y del Sistema Nacional de Salud que es otro de los puntos importantes. Debemos marcar una estrategia clara de recursos humanos para el futuro de nuestro de nuestro sistema sanitario y mejorar la equidad, cómo vamos incorporando la alta complejidad a nivel tecnológico y farmacéutico.
Tenemos un problema grave de acceso a los medicamentos. España va a la cola de Europa en acceso con 617 días de retraso desde la aprobación europea. Es una cifra sonrojarte. Hay un 30% de productos oncológicos que no están disponibles. Son medidas que, insisto, tiene que liderar el Ministerio y que no ha hecho en ningún momento. A partir de ahí, sabiendo cuáles son los problemas, hay que generar ese debate despolitizado. Nosotros lo hemos intentado pero por desgracia no hemos podido. Las huelgas tenían un componente político por parte de la izquierda que era tremendo, incluso han utilizado a los pacientes como rehenes y es algo muy grave. Tenemos que extraer un aprendizaje y pensar en que nuestro sistema sanitario es una fortaleza y un elemento de cohesión a nivel nacional y tenemos que potenciarlo.