La Responsabilidad Social Empresarial mejora la percepción de cada organización sanitaria

Cuando la Responsabilidad Social Corporativa es solo un actividad estética de las organizaciones, se empobrece la sociedad

Luis de Haro. Director general de iSanidad
Cuando la Responsabilidad Social Corporativa es solo un actividad estética de las organizaciones, se empobrece la sociedad. Por ello, lo importante de la Responsabilidad Social Corporativa es transformarla en Responsabilidad Social Empresarial. Y al hablar de RSC y de RSE hay que conocer bien la diferencia (leer ¿Dónde vas RSC?). Concretamente, la RSE no está vinculada al tamaño, a la facturación o al beneficio, sino que está vinculada a la visión holística del futuro y le da a las organizaciones un mayor recorrido.

No es lo mismo Responsabilidad Social Corporativa que Responsabilidad Social Empresarial, hay que conocer bien la diferencia

En el contexto sanitario, la RSE significa ir más allá de la labor habitual y asumir responsabilidades adicionales para impulsar la salud de todos sus stakeholders. Las organizaciones que tienen en cuenta la sostenibilidad, la reputación, las relaciones con el entorno, la innovación y que, además, contribuyen con la sociedad en general, son relevantemente más interesantes. Ser más interesantes quiere decir que tienen un mayor valor empresarial y son un bien para la sociedad.

El acceso a la atención clínica de pacientes vulnerables, la promoción de la salud, la gestión sostenible de los recursos, el apoyo a la investigación y la formación, la participación en emergencias, la promoción de la inclusión o la diversidad, son ejemplos básicos que mejoran los resultados de las organizaciones. Y entre las obligaciones de las organizaciones sanitarias deberían estar la implementación de políticas y programas que faciliten la actividad sanitaria.

Los indicadores económicos tienen que ser tenidos en cuenta en la RSE por pacientes, socios y empleados

Sin embargo, aunque estas actividades están muy por encima de los indicadores económicos, estos indicadores tienen que ser tenidos en cuenta y no pueden ser dejados de lado ni por empleados, socios o pacientes. El primer deber de las organizaciones es ser sostenibles económicamente.

Por todo ello, en sanidad, tanto la Responsabilidad Social Empresarial como la Corporativa implica garantizar calidad. No solo se trata de trabajar con la evidencia científica e implementar protocolos y medidas para prevenir errores. Se trata de promover la seguridad del paciente y del entorno del paciente. Se trata, también, de tener en cuenta a los empleados, socios y proveedores, asumiendo responsabilidades adicionales para generar un impacto positivo.

Opinión

Multimedia

Economía

Accede a iSanidad

Síguenos en