Victoria Guillén
El medioambiente y la salud son dos ámbitos estrechamente ligados. Así, el cambio climático y la contaminación conllevan una mayor incidencia de determinadas enfermedades, sobre todo crónicas, infecciosas, respiratorias y cardiovasculares. En este sentido, la huella climática que genera el sector de la salud equivale al 4,4% de las emisiones globales netas. Un porcentaje que se mantiene similar tanto a nivel europeo como nacional, y que representa las emisiones anuales de 514 centrales eléctricas de carbón.
Además, la contribución del sector salud a las emisiones de gases de efecto invernadero se estima en un 71%, tanto por el consumo de la cadena de suministro, como por la producción, transporte y disposición de servicios como los productos farmacéuticos, los alimentos o los dispositivos médicos, correspondiendo un 17% del citado porcentaje a las emisiones directas de los hospitales; o lo que es lo mismo: si el sector de la salud fuese un país, sería el quinto productor de huella de carbono del mundo.
Compromiso con el medio ambiente
Con el objetivo de minimizar el impacto de sus residuos y fomentar la ecoeficiencia mediante el uso racional de los recursos naturales y el apoyo firme en la lucha contra el cambio climático, en 2016 Quirónsalud se convirtió en el primer grupo hospitalario en adherirse en calidad de socio a la Red Española Pacto Mundial de Naciones Unidas y, actualmente, la actividad del Grupo hospitalario está alineada con la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Con el objetivo de reducir la huella de carbono, el Grupo Quirónsalud pone en marcha un plan de instalaciones fotovoltaicas con más 10.000 placas en más de 20 centros
Además, hace dos años, el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz se adhirió a la declaración de emergencia climática para concienciar de la necesidad de poner en marcha un modelo sostenible y con amplia repercusión que ayude a disminuir la huella de carbono. En este sentido, el hospital madrileño puso en marcha el programa MAS+, Medioambiente y Salud, dirigido a diseñar y desarrollar iniciativas en distintos ámbitos de la actividad del hospital para reducir el impacto sobre el medioambiente generado por la asistencia sanitaria.
“Esta declaración por parte del hospital supone, por una parte, el reconocimiento de que el cambio climático afecta a la salud de la población y, por otra, un acto de responsabilidad, tanto de la institución como de su personal, para ser los primeros en abogar y contribuir a mejorar el cambio climático y así proteger la salud de nuestros pacientes”, explica el Dr. Felipe Villar Álvarez, jefe asociado del Servicio de Neumología en el hospital madrileño y principal promotor de la iniciativa.
Así, el proyecto estableció tres áreas de trabajo en las que ha avanzado desde su presentación: la implementación de sistemas sostenibles de energía y mejoras en el uso de recursos energéticos; la promoción de iniciativas de concienciación y formación que han permitido confirmar la sensibilidad de los trabajadores del hospital para seguir contribuyendo de manera individual y colectiva en la mejora del medio ambiente; y el desarrollo de acciones como la mejora del uso de gases anestésicos e inhaladores, la aplicación de protocolos de reciclado, los esfuerzos en investigación, y la promoción de la digitalización de los procesos y de las acciones médicas no presenciales.
En 2016, Quirónsalud se convirtió en el primer grupo hospitalario en adherirse en calidad de socio a la Red Española Pacto Mundial de Naciones Unidas
Precisamente, este último ámbito es en el que el proyecto MAS+ va a centrar su principal reto. Por ello, sus miembros acaban de elaborar el “Documento de recomendación de acciones médicas en la mejora del cambio climático”, dirigido a desarrollar iniciativas en distintos ámbitos de la actividad hospitalaria para la reducción de la huella de carbono generada por la práctica asistencial, tanto de personal médico como de enfermería, en lo que se refiere a la sostenibilidad del centro y sus actos médicos.
En concreto, las acciones recogidas en el documento son: concienciar y educar sobre el medio ambiente y la salud poblacional divulgando acciones sostenibles, promoviendo el uso de recursos sostenibles y ayudando en la educación y formación de formadores; promocionar las prácticas médicas que reducen la huella de carbono; favorecer la digitalización y la innovación, usando dispositivos y sistemas digitales; promover el uso del reciclado o la reutilización y mejorar los sistemas de energía y calefacción con refrigeración eficiente, entre otros.
“Cada vez son más las instituciones, asociaciones y centros sanitarios que se unen a este reto, y es responsabilidad del sector salud reducir su propia huella”, asevera el Dr. Villar. Para ello, “debemos hacer que la asistencia para el desarrollo de la salud sea climáticamente sostenible, apoyar la transición hacia las energías limpias y renovables, fomentar la prevención y el cuidado de la salud climáticamente inteligente e innovar e investigar en medidas que mejoren el medio ambiente y la salud de nuestra población”, ha añadido.
Un Plan de instalaciones fotovoltaicas para reducir la huella de carbono
Además, para Quirónsalud la eficiencia energética es una prioridad con el objetivo de reducir progresivamente las emisiones de Gases de Efecto Invernadero a la atmósfera. En este sentido, el Grupo está implantando diferentes iniciativas en todos sus centros que ayuden al uso eficiente de energía, que van desde la iluminación eficiente con uso de tecnología LED, gestión de la climatización, sistemas eficientes de uso de agua, hasta la educación y concienciación de las personas que trabajan en la compañía.
En concreto, Quirónsalud ha puesto en marcha un plan de instalaciones fotovoltaicas en sus hospitales con el objetivo de reducir su huella de carbono. Actualmente se han instalado más de 10.000 placas en más de 20 centros, a partir de las cuales puede obtener 6,8 GWh de energía anual, lo que se traduce en una reducción de su huella de carbono en más de 1.700 TCO2. Asimismo, cuenta con 3 instalaciones de microgeneración que producen energía eléctrica y térmica, 9 instalaciones de energía solar térmica, y dos plantas de producción térmica con biomasa. De igual modo, se ha instalado un sistema de control energético que permitirá monitorizar y controlar de forma centralizada tanto las instalaciones de climatización como la energía generada y consumida en todos los centros.
Asimismo, la metodología en gestión ambiental forma parte de los hospitales del grupo, como demuestra que la mayoría cuentan con el certificado en sistema de gestión ambiental basado en la norma ISO 14.001, y 10 tienen la certificación ISO 50.001, la principal certificación en materia energética que garantiza que cuentan con un sistema de gestión de la energía eficiente, que reduce el consumo de energía y el impacto medioambiental.