I. Oria
Se calcula que 2027 será el momento de mayor escasez de médicos especialistas y que a partir de entonces el Sistema Nacional de Salud necesitará 9000 médicos al año. Sin embargo, estos profesionales tardan 11 años en formarse, una circunstancia que obligará a impulsar procesos más flexibles que ayuden a paliar esta situación como, por ejemplo, la re-especialización médica. Este es una de las medidas que recoge el ‘Decálogo de demandas estratégicas de la sanidad privada’, elaborado por la Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE) con el objetivo de convertirse en una “hoja de ruta para la próxima legislatura en lo relativo al sector de la sanidad privada“.
El documento, que recoge cuestiones que la patronal considera de especial relevancia para reforzar el sistema nacional de salud y la sanidad privada como su aliado clave, será presentado al nuevo gobierno nacional que se forme tras las Elecciones Generales del 23 de julio.
ASPE pide avanzar en procesos de re-especialización que permita a los médicos cambiar de especialidad en un periodo más corto de tiempo
“La experiencia acumulada, así como la formación continuada, son garantía de que los profesionales que se forman en España son de la más alta capacitación y es una oportunidad para el sistema aprovechar esas fortalezas con el objetivo de facilitar que los profesionales sean especialistas en varias áreas“, ha señalado Carlos Rus, presidente de ASPE.
Asimismo, Rus ha manifestado España cuenta con “uno de los mejores modelos de colaboración público-privado del mundo“, pero ha insistido en que “necesita dotarse de flexibilidad” para mejorar su funcionamiento y hacer frente a los nuevos retos.
Para asegurar la disponibilidad de profesionales en las especialidades más demandadas, la patronal aboga por eliminar los actuales “departamentos estancos” y diseñar un nuevo sistema compuesto por “profesionales polivalentes” avanzando en “procesos de re-especialización médica, de modo que los médicos no tengan que presentarse de nuevo a un examen MIR para cambiar de título, sino completar la formación restante en un periodo más corto de tiempo y con una evaluación de competencias”.
La patronal llama a reforzar la colaboración público-privada del SNS debido a la crisis de listas de espera récord
En esta misma línea, ASPE reclama que se tenga en cuenta a la sanidad privada en el marco de las necesidades de profesionales del SNS e insiste en la necesidad de seguir avanzando en la “agilización de los procesos de homologación y equivalencias de títulos universitarios de diferentes países“, así como en la “reducción progresiva de las incompatibilidades de ejercicio de los profesionales en la sanidad pública y la privada, adaptando la normativa a la realidad actual para evitar diferencias interpretativas en las comunidades autónomas“.
Otra de las propuestas pasa por consolidar el rol del personal de enfermería para implementar la máximo sus competencias y su desarrollo profesional y recomienda “reforzar y ampliar la formación de los técnicos en cuidados auxiliares de enfermería pasando a ser un grado superior de formación profesional, con un programa más completo y más horas de formación“.
Más colaboración público-privada
Apostar por una mayor y mejor colaboración público-privada es otra de las principales demandas que incluye el decálogo. Para ello, la patronal apuesta por “basar exclusivamente en objetivos de eficacia, eficiencia y mejor aprovechamiento de los recursos todas las decisiones sobre la asistencia y prestación sanitaria, así como en los resultados en salud conforme a indicadores claros y comparables“.
Considera necesario establecer un marco de garantías y de trasparencia entre aseguradoras y provisión sanitaria
Según el documento, contar con la sanidad privada permite “planificar mejor la respuesta a la demanda asistencial, teniendo en cuenta todos los recursos asistenciales disponibles de forma que puedan ser útiles ante posibles contingencias como el desahogo de las listas de espera”.
Tal y como apunta Carlos Rus, “la sanidad privada también puede ser clave para extender la red de centros de la Organización Nacional de Trasplantes o de los Hospitales Universitarios“.
Garantías en el aseguramiento
Otro de los puntos del decálogo señala la conveniencia de establecer un marco de garantías y transparencia entre aseguradoras y prestadores de la asistencia sanitaria, además de regular por escrito las condiciones que vinculan a las entidades aseguradoras y los centros sanitarios.
La patronal ha indicado que la sanidad privada está configurada para ofrecer una mayor accesibilidad y un trato personalizado a los pacientes y para colaborar con el sistema público cuando sea necesario, “no para sustituir la atención ordinaria de la sanidad pública“.
Pide potenciar la competitividad del sector con medidas fiscales de IVA reducido o superreducido incorporadas en la nueva directiva comunitaria
Por último, ASPE pide que se fomente el acceso de los pacientes a la última tecnología, así como a los tratamientos, algo que considera “una obligación para el sistema de salud“.
Para ello, pide favorecer la competitividad del sector sanitario en España frente a los países del entorno aprovechando “la oportunidad que brinda la nueva normativa europea que permite adaptar la imposición fiscal de dispositivos y artículos sanitarios“.
Según la patronal, la Directiva (UE) 2022/542 del Consejo del 5 de abril de 2022, que entrará en vigor el 1 de enero de 2025, permite adaptar la situación fiscal de aparatos, artículos, dispositivos y equipos sanitarios para ostentar un IVA reducido y superreducido, una situación que permitirá “ampliar las capacidades sanitarias y mejorar la atención que se presta al paciente“.