Más del 35% de pacientes con epoc sufrieron un evento cardiovascular o fallecieron en el año posterior a una agudización

El estudio observacional Exacos-CV ‘Asociación entre las agudizaciones de epoc y los eventos cardiovasculares agudos en España' revela que el 9% de esos pacientes fallecieron por causas cardiovasculares

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Redacción
Más de tres millones de personas padecen epoc en España, siendo la cuarta causa de muerte. Los pacientes con epoc se asocian con un elevado riesgo cardiopulmonar, con una mayor frecuencia de hospitalización y mortalidad por evento cardiovascular en el año posterior a una agudización de epoc (Aepoc). Así lo muestra el estudio observacional Exacos-CV ‘Asociación entre las agudizaciones de epoc y los eventos cardiovasculares agudos en España’, patrocinado por AstraZeneca. Este análisis, que evaluó a más de 24.000 pacientes en España durante el primer año tras una Aepoc, se observa que el 35,5% de los pacientes sufrió un evento cardiovascular grave (síndrome coronario agudo, insuficiencia cardíaca descompensada, arritmias o isquemia cerebral) o muerte por cualquier causa, y el 9% de ellos fallecieron por causas cardiovasculares.

Este estudio ha evaluado a más de 24.000 pacientes en España, en el primer año tras una agudización de la epoc

Los eventos cardiovasculares en pacientes con EPOC condicionan el pronóstico y empeoran la calidad de vida de los pacientes, limitando su movilidad y autonomía. Por eso, resulta esencial priorizar medidas preventivas que eviten agudizaciones e implementar en la práctica clínica tratamientos que refuercen la adherencia terapéutica y tengan eficacia a nivel cardiovascular”, explica la Dra. Salud Santos, jefa de servicio y responsable de la Unidad de epoc del Hospital Universitario de Bellvitge en L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona) y autora del estudio.

Por su parte, Ana Pérez, directora médica y de Asuntos Regulatorios de AstraZeneca España, subraya el compromiso de la farmacéutica con el diagnóstico precoz y la óptima calidad asistencial de la epoc. “Para ello, trabajamos de manera coordinada con todos los agentes implicados en el abordaje de la enfermedad para reducir las agudizaciones de la enfermedad y evitar el riesgo cardiopulmonar de los pacientes, con las hospitalizaciones y muertes que esto conlleva“, señala.

Prevenir las agudizaciones de la epoc, primer paso para reducir el riesgo cardiopulmonar

El 77,5% de los pacientes incluidos dentro del estudio Exacos-CV sufrieron alguna agudización de la enfermedad, entendida esta como un cuadro de empeoramiento agudo de la patología respiratoria crónica, que lleva a un aumento de los síntomas respiratorios (disnea, tos, incremento del volumen del esputo o cambios en su coloración) y puede desencadenar en un ingreso hospitalario.

Estos pacientes “agudizadores”, en comparación con los “no agudizadores”, se asociaron con una tasa de enfermedades cardiacas concomitantes más alta. “Las principales causas de este elevado riesgo cardiovascular en los pacientes con epoc que se agudizan podrían ser una mayor inflamación sistémica, la hipoxemia y el aumento del trabajo respiratorio y los efectos cardiocirculatorios como la taquicardia o la sobrecarga cardíaca en el momento agudo”, precisa la Dra. Santos.

El estudio Exacos-CV pone de manifiesto la importancia de priorizar medidas preventivas para evitar agudizaciones de la EPOC y la necesidad de abordar este problema de manera conjunta entre las diferentes especialidades médicas

Por este motivo, el Dr. Nicolás Manito, jefe clínico de la Unidad de Insuficiencia Cardíaca Avanzada y Trasplante Cardíaco del Hospital Universitario de Bellvitge en L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona) y autor del estudio, recomienda que el abordaje de la epoc sea multidisciplinar, global e integral, “priorizando la prevención de las agudizaciones mediante estrategias de hábitos saludables como la deshabituación tabáquica, el control estricto de los factores de riesgo cardiovascular, el fomento de la actividad física, la vacunación o la rehabilitación pulmonar, así como el óptimo control asistencial a través de terapias que ayuden a gestionar las comorbilidades, que son las que contribuyen principalmente al riesgo cardiopulmonar de los pacientes”.

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