El tratamiento con lorazepam puede empeorar la evolución del cáncer de páncreas

Un estudio revela que los pacientes con cáncer de páncreas que tomaron este medicamento para la ansiedad tuvieron una supervivencia libre de progresión más corta que aquellos que no lo hicieron

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Redacción
Los pacientes con cáncer de páncreas que tomaron benzodiazepina lorazepam, comúnmente recetada para tratar la ansiedad durante el tratamiento de esta enfermedad, tuvieron una supervivencia libre de progresión más corta que los pacientes que no lo tomaron, según los resultados de un estudio publicados en la revista Clinical Cancer Research de la Asociación Americana para la Investigación del Cáncer (AACR).

Por el contrario, los pacientes que tomaron la benzodiazepina alprazolam tuvieron una supervivencia libre de progresión significativamente mayor que aquellos que no lo hicieron.

A los pacientes con cáncer de páncreas se les receta habitualmente lorazepam para ayudar a reducir la ansiedad 

Las benzodiazepinas son una clase de medicamentos que suprimen la actividad del sistema nervioso central, lo que puede aliviar los síntomas de ansiedad, insomnio y convulsiones. A los pacientes con cáncer se les recetan con frecuencia benzodiazepinas para ayudar a reducir los problemas que resultan de su enfermedad o tratamiento.

Sin embargo, como señala Michael Feigin, profesor asociado de farmacología y terapéutica en Roswell Park Comprehensive Cancer Center y autor principal del estudio, hay poca investigación exhaustiva sobre cómo el uso de estos fármacos puede afectar los resultados del cáncer.

Cuando estudiamos la respuesta a la terapia, pensamos en tratamientos como la quimioterapia o la inmunoterapia, pero los pacientes también reciben muchos medicamentos para la ansiedad y el dolor”, recuerda Feigin. “Queríamos comprender el impacto de algunos de estos medicamentos de cuidados paliativos en el tumor”, añade.

Hay poca investigación exhaustiva sobre cómo el uso de las benzodiazepinas puede afectar los resultados del cáncer

Feigin y sus colegas evaluaron cuántos pacientes tomaban benzodiazepinas durante el tratamiento del cáncer y también la relación entre el uso de benzodiazepinas y la supervivencia en pacientes con cáncer de páncreas. Cuando se ajustaron por edad, raza, sexo, etapa y progresión de la enfermedad y tratamientos recibidos, cualquier uso de benzodiacepinas se asoció con un riesgo 30% menor de muerte relacionada con el cáncer de páncreas.

Cuando Feigin y sus colegas estudiaron la relación entre las benzodiazepinas individuales y los resultados del cáncer de páncreas, encontraron marcadas diferencias. Aparte de las benzodiazepinas de acción corta utilizadas como parte de la anestesia quirúrgica, las dos benzodiazepinas más utilizadas fueron lorazepam (40 pacientes) y alprazolam (27 pacientes).

Los pacientes que tomaron alprazolam tuvieron un 62% menos de riesgo de progresión de la enfermedad o muerte en comparación con los que no tomaron alprazolam (42 pacientes). Por el contrario, los pacientes que tomaban lorazepam tenían un riesgo 3,83 veces mayor de progresión de la enfermedad o muerte que los pacientes que no tomaban lorazepam (29 pacientes).

El uso de lorazepam se correlacionó con una supervivencia general significativamente peor en el cáncer de próstata, ovario, cabeza y cuello, útero, colon, mama y también en melanoma

Los investigadores estudiaron la asociación entre el uso de lorazepam y alprazolam y los resultados de los pacientes en otros tipos de cáncer, encontraron que el alprazolam rara vez se asoció con resultados significativamente diferentes. Sin embargo, el uso de lorazepam se correlacionó con una supervivencia general significativamente peor en el cáncer de próstata, ovario, cabeza y cuello, útero, colon y mama, así como en el melanoma, con efectos que van desde un aumento del riesgo del 25% hasta un aumento del riesgo del 116%.

Algunos estudios anteriores examinaron el efecto de las benzodiazepinas en el crecimiento de células tumorales utilizando modelos sin un microambiente”, explica Feigin. “Dado que el microambiente del tumor juega un papel importante en la biología del cáncer de páncreas, queríamos saber qué le están haciendo las benzodiazepinas al microambiente“, recalca.

Abigail Cornwell, primera autora del estudio y estudiante de posgrado en el laboratorio de Feigin, dirigió estudios mecánicos que muestran que el lorazepam puede activar una proteína llamada GPR68, que se expresa en gran medida en los fibroblastos que sustentan el tumor. GPR68 aumenta la expresión de la citoquina IL-6, que promueve la inflamación en el microambiente del tumor pancreático, lo que lleva a un mayor crecimiento tumoral.

Las benzodiazepinas n-sustituidas, como incluyen lorazepam, podrían activar la proteína GPR68 que está muy relacionada con el tumor

Sin embargo, solo una clase de benzodiazepinas, llamadas benzodiazepinas n-sustituidas (que incluyen lorazepam, clonazepam, nordiazepam y oxazepam), podría activar GPR68. Las benzodiazepinas N-sustituidas (incluidos alprazolam, diazepam y temazepam) no tuvieron efecto sobre la activación de GPR68.

Creemos que el mecanismo se reduce a una diferencia en la estructura entre diferentes benzodiazepinas”, dijo Feigin. “El alprazolam tiene el efecto contrario al lorazepam; no tiene impacto en GPR68, pero reduce de forma potente la IL-6, y creemos que esto reduce el potencial inflamatorio de estos tumores”.

Creo que es demasiado pronto para decir que los pacientes deben dejar de tomar un medicamento o comenzar a tomar otro”, dijo Feigin, y aclaró que se trataba de un análisis correlativo. “Hay mucho más que aprender en términos de implicaciones clínicas“.

Feigin dijo que el próximo paso sería un ensayo clínico para evaluar prospectivamente los efectos del lorazepam y el alprazolam en los resultados del cáncer de páncreas y el microambiente del cáncer de páncreas humano.

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