Redacción
La descentralización de la sanidad ofrece a los ciudadanos mayor poder a la hora de tomar decisiones y mejora la proximidad institucional. Este proceso culminó en 2001 y ha permitido disminuir las desigualdades existentes y planificar mejor las actuaciones en función de las necesidades de cada momento, pero que todavía cuenta con aspectos susceptibles de mejorar. Así lo puso de manifiesto el Dr. José Ramón Repullo, profesor emérito de Planificación y Economía de la Salud de la Escuela Nacional de Sanidad (Instituto de Salud Carlos III).
El especialista participa este martes 5 de septiembre en la mesa abierta a la ciudadanía, en el marco de la XLI Reunión Anual de la Sociedad Española de Epidemiología, bajo el título Acercar a las personas a la salud: ciencia ciudadana y epidemiología para informar las decisiones locales. El encuentro científico reunirá en Oporto a cerca de 800 expertos entre el 5 y el 8 de septiembre y abordará cuestiones como el futuro de la epidemiología, la ciencia ciudadana o el papel de la sociedad en la toma de decisiones en salud.
El Dr. Repullo recordó el papel que tuvieron en 2014 las asociaciones de pacientes en la compra de sofosbuvir y otros antivirales de acción directa para el tratamiento de la hepatitis C
Para el Dr. Repullo, la descentralización de la sanidad en España aumentó el poder de decisión de los ciudadanos. Ejemplo de ello, recordó, fue la Marea Blanca de 2012 y la movilización del Hospital de Verín (Ourense) de 2019. En el primer caso, la política de externalización de hospitales y centros de salud al sector privado generó una amplia movilización por parte de trabajadores sanitarios y colectivos ciudadanos. Gracias a esto, se retiró el plan de privatización. En el segundo caso, los escasos partos llevaron al gobierno autonómico a programar en 2019 el cese de la actividad obstétrica y la derivación al Hospital de Ourense, pero las protestas ciudadanas consiguieron que la medida fuera anulada.
“Existe la influencia local en la toma de decisiones. Además, las redes sociales facilitan que las agendas mediáticas locales y centrales se unifiquen“, apuntó el Dr. Repullo. Además, recordó el papel que tuvieron en 2014 las asociaciones de pacientes en la compra de sofosbuvir y otros antivirales de acción directa para el tratamiento de la hepatitis C.
Más cercanía con las instituciones
Otra ventaja de la descentralización de la sanidad es que facilita una mayor proximidad institucional con la sociedad. De hecho, el profesor emérito de la ENS aseguró que “es mucho mejor que depender de una administración lejana e impersonal, o de delegaciones locales que tienen escaso poder de decisión”.
Henrique Barros: “Nadie mejor que las personas o las comunidades para conocer los problemas verdaderamente relevantes. No puede haber salud pública sin el público”
Por otro lado, el público general también juega un papel protagonista en la ciencia ciudadana, entendida como la ciencia o la investigación que se lleva a cabo a través de la participación de la ciudadanía. Según Henrique Barros, presidente del comité científico del congreso y del Instituto de Salud Pública de la Universidad de Oporto, “nadie mejor que las personas o las comunidades para conocer los problemas verdaderamente relevantes. No puede haber salud pública sin el público”. En su opinión, la inclusión de los ciudadanos en el proceso de investigación epidemiológica “es más que un desafío o un cambio de paradigma. Es sobre todo una gran oportunidad para acercar la ciencia a las necesidades sentidas por las poblaciones y comunidades”.
En definitiva, es preciso redefinir la importancia del conjunto de medidas a adoptar en momentos excepcionales, cuando hay crisis sanitarias. Por ello, considera “fundamental” que los conocimientos que las sustentan y la redacción de estos documentos “incorporen de forma muy activa y de manera muy representativa, a la ciudadanía, porque de esta manera la sociedad tomará esas conclusiones como propias y estará mucho más preparada para ser parte de la solución ante cualquier crisis sanitaria“, destacó Barros.
Volver a un modelo centralizado, una quimera
En España, en las últimas décadas se han ido construyendo y consolidando diecisiete instituciones regionales que son un activo esencial para el bienestar de la ciudadanía. Una construcción de competencias “desigual” pero que constituye el capital principal sobre el cual se han de basar las mejoras futuras de la gobernanza sanitaria. Lo negativo de este modelo, según el Dr. Repullo, es su vulnerabilidad a la interferencia política y burocrática.
Dr. Repullo: La burocratización ha hecho lenta y pesada la gestión en un servicio como el sanitario en el que las exigencias de los ciudadanos y pacientes no admiten un funcionamiento insensible a sus necesidades y preferencias”
“La burocratización ha hecho lenta y pesada la gestión en un servicio como el sanitario, en el que las exigencias de los ciudadanos y pacientes no admiten un funcionamiento insensible a sus necesidades y preferencias”, explicó.
En este sentido, el experto es partidario de incorporar al Sistema Nacional de Salud una mejor gestión del conocimiento, más recursos económicos para asignar a programas, sistemas de información avanzados, evaluación de intervenciones y sistemas organizativos modernos que apoyen el gobierno multinivel. Asimismo, señaló la necesidad de contar cuanto antes con la Agencia Estatal de Salud Pública, cuyo desarrollo se pospuso para la siguiente legislatura.
Con respecto a la vuelta a un modelo centralizado en el que la competencia sanitaria sea del Estado que proponen ciertas formaciones, el Dr. Repullo considera que se trata de “una proclama política inviable, una quimera teniendo en cuenta que la descentralización se basa en la Constitución y los Estatutos de Autonomía. El genio escapó de la lámpara hace ya muchas décadas y no va a querer entrar de nuevo; se trata de reeducar al genio para que se comporte de forma lo más apropiada y funcional posible”.
