Dra. Olmo: “La formación y actuación frente al suicidio debe ser general, no solo de los profesionales sanitarios”

El 10 de septiembre es el Día Mundial de la Prevención del Suicidio, cuyo objetivo es reducir la cifra de muerte por esta causa, que en España superó las 4.000 en 2022

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Redacción
Es una cifra histórica: 4.097 muertes por suicidio en España en 2022. El suicidio ha pasado a ser uno de los problemas centrales de salud pública, no solo a nivel nacional, también en el mundo. La cifra de muertes por suicidio ha ido aumentando progresivamente desde 2018, por lo que la prevención es fundamental. Pero esta labor no debe circunscribirse solo al ámbito sanitario, tal y como defiende la Dra. Verónica Olmo, coordinadora del Grupo de Trabajo de Salud Mental de Semergen.

La cifra de muertes por suicidio ha ido aumentando progresivamente desde 2018, por lo que la prevención es fundamental

“La actuación y la formación de todas las figuras implicadas debe ser general, no solamente por parte de los profesionales sanitarios sino también del cuerpo de bomberos, policías, profesionales de centros educativos y de servicios sociales, voluntarios comprometidos con la detección precoz, asociaciones relacionadas con el suicidio, funcionarios de prisiones, profesionales de la comunicación y las propias familias”, apunta la especialista tan solo unos días antes del Día Mundial de la Prevención del Suicidio, que se celebra el 10 de septiembre.

Por la parte que les toca, los médicos de atención primaria han podido acceder a un programa de formación online sobre la prevención de la conducta suicida desarrollado por Semergen y la compañía Viatris. En el sistema sanitario los médicos de atención primaria resultan esenciales para prevenir suicidios por su contacto más continuo con los pacientes.

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De acuerdo con los últimos datos del Observatorio del Suicidio en España del año 2021, esta se ha convertido en la primera causa de muerte en los jóvenes de entre 15 y 29 años. La Dra. Olmo destaca que “los efectos de la pasada crisis económica, junto con la reciente crisis sanitaria y la actual inflación afectan también a los jóvenes, ya que pertenecen a una generación más vulnerable que todavía no ha alcanzado una madurez cognitiva suficiente para asimilar estos acontecimientos”.

Dra. Olmo: “Los efectos de la pasada crisis económica, junto con la reciente crisis sanitaria y la actual inflación afectan también a los jóvenes, ya que pertenecen a una generación más vulnerable”

Cada año se producen más de 700.000 suicidios en todo el mundo y las consecuencias de esta realidad tienen un gran impacto social y emocional que se extiende a un número de personas mucho más elevado. De esta manera, resulta fundamental la actuación de todo el conjunto de la sociedad para crear esperanza y tomar medidas que favorezcan la prevención con el fin de evidenciar la existencia de alternativas contra el suicidio.

En este sentido, uno de los primeros pasos para fomentar la prevención se basa en la reducción del estigma asociado a esta causa. Es necesario aumentar la sensibilización entre los individuos sobre su verdadera importancia y eliminar el tabú existente alrededor del suicidio para facilitar la búsqueda de ayuda a aquellas personas que están sufriendo.

La colaboración entre los distintos agentes profesionales y sectores involucrados también se sitúa como pieza clave a la hora de promover acciones preventivas

La colaboración entre los distintos agentes profesionales y sectores involucrados también se sitúa como pieza clave a la hora de promover acciones preventivas que permitan disminuir las cifras de suicidio actuales. La Organización Mundial de la Salud ha elaborado una guía para motivar a todos los países a establecer estrategias efectivas que implican a las diferentes partes interesadas para ser capaces de dar una respuesta integral frente a esta situación.

Por otro lado, a nivel individual, es importante que los ciudadanos conozcan las señales de alarma y los factores que aumentan la amenaza de suicidio en una persona. Algunas de las circunstancias que pueden ser indicadores de riesgo se relacionan con problemas de salud mental como la ansiedad o la depresión, eventos recientes que generan malestar emocional, tales como un divorcio, un despido laboral o la pérdida de un ser querido, el consumo de drogas o la falta de apoyo social existente. Por ello, la Dra. Olmo señala que “es muy importante mostrar empatía y ofrecer la posibilidad de comunicarse a aquellas personas que están sufriendo una situación de este tipo porque les ayuda a disminuir la tensión interna que padecen”.

Por tanto, la labor conjunta tanto de todos los profesionales implicados como de la población general se convierte en el mejor activo para ayudar a favorecer la esperanza en las personas afectadas y demostrar que existen alternativas contra el suicidio.

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