La comida escolar puede ser su única comida del día de muchos niños y niñas

Los programas de alimentación escolar son una "red de seguridad" que protege a la infancia de las crisis económicas y sociales

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Charlotte Masiello-Riome, asesora superior de Comunicación y Participación Externa de World Vision International
Nunca olvidaré 2001. Fue el año en que conocí en Roma a George McGovern, embajador de Estados Unidos ante los organismos alimentarios de las Naciones Unidas. Acababa de regresar de un intenso viaje para evaluar programas innovadores de comidas escolares en países como Bolivia y Bangladesh. McGovern fue el primer embajador mundial contra el Hambre de las Naciones Unidas y trabajó incansablemente con el Programa Mundial de Alimentos (PMA) para ayudar a diseñar y aplicar programas de alimentación escolar en los países donde los niños y niñas eran más vulnerables a la malnutrición y el hambre, y para abogar por su financiación.

Durante muchos años, McGovern y su equipo fueron mis mentores. Me guiaron a través de los procedimientos, retos y ventajas de abordar el hambre en el mundo y promover la educación mediante la creación de programas de alimentación escolar. Aquella época de mi vida me dejó una profunda convicción de que las comidas escolares son una “red de seguridad” que protege a los niños de las crisis económicas y sociales.

Casi 420 millones de niños y niñas de todo el mundo reciben comidas en las escuelas, es decir, 30 millones más que en 2020

Recientemente, el PMA publicó su último informe emblemático Estado mundial de la alimentación escolar 2022, que ofrece una visión general del estado de los programas de alimentación escolar en todo el mundo, y su lectura es inspiradora. Casi 420 millones de niños y niñas de todo el mundo reciben comidas en las escuelas, es decir, 30 millones más que en 2020. Esto se traduce en que el número de niños atendidos por los programas de comidas escolares en 2022 ha superado los niveles anteriores a la pandemia, y los posibles daños causados por el cierre de escuelas se están reparando. Además, esta recuperación ha recibido más del 90% de su financiación de fuentes nacionales, y casi todos los países han adoptado formalmente políticas nacionales para ayudar a garantizar la continuidad de estos compromisos.

Todos sabemos lo difícil que es para los niños concentrarse en clase y participar en el aprendizaje cuando tienen hambre. El año pasado, junto con el PMA, con quien World Vision lleva más de 30 años colaborando, ayudamos a más de 14,3 millones de personas -el 60% de las cuales eran niños y niñas- con asistencia alimentaria, así como con dinero en efectivo y vales en 28 países. En muchos países en los que trabajamos, la comida escolar de un niño puede ser su única comida del día, como en Sudán donde el programa Alimentos para la Educación, proporciona comidas calientes diarias y raciones secas para llevar a casa a niñas y niños de 266 escuelas de Darfur oriental y meridional, reduciendo las tasas de abandono escolar y mejorando su nutrición.

En muchos países en los que trabajamos, la comida escolar de un niño puede ser su única comida del día

Es importante señalar que la labor en el ámbito de las comidas escolares también ha arrojado inmensos beneficios en lo que respecta a la igualdad de género. Al proporcionar a las niñas acceso a la educación y a comidas nutritivas, los programas de comidas escolares pueden ayudarlas a convertirse en agentes de cambio en sus comunidades. Las niñas que reciben educación tienen más probabilidades de ganar salarios más altos, casarse más tarde y tener menos hijos.

A pesar de estos resultados siguen existiendo discrepancias. En 2022, en los países ricos, el 60% de los escolares recibieron comidas en la escuela, en comparación con los países de renta baja, que solo informaron de un 18%. Esta cifra es un 4% inferior a los niveles anteriores a la pandemia, y África experimenta los descensos más significativos. El informe también descubrió que algunos países de bajos ingresos no han podido reconstruir sus programas nacionales y necesitan ayuda adicional. Menos del 10% de los escolares de ocho países africanos reciben una comida gratuita o subvencionada.

Menos del 10% de los niños de ocho países africanos reciben una comida escolar gratuita o subvencionada

El legado de George McGovern como defensor de las comidas escolares está anclado en su inquebrantable dedicación a la lucha contra la pobreza y la malnutrición y en su creencia de que el acceso a alimentos nutritivos es un derecho humano fundamental y un elemento esencial de la paz y la estabilidad mundiales. Como su mayor socio de implementación, World Vision sigue trabajando con el PMA y otros socios para garantizar que las comidas escolares lleguen a los niños más vulnerables.

Sin embargo, con la cooperación y la asistencia técnica de los organismos de las Naciones Unidas y los socios de la sociedad civil, son los gobiernos nacionales los que deben liderar la incorporación de los programas de comidas escolares a los planes y presupuestos nacionales de desarrollo. Los gobiernos nacionales también tienen un papel importante a la hora de crear entornos adecuados para instituir y desarrollar dichos programas con el fin de garantizar que todos los niños y niñas tengan acceso a comidas nutritivas.

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