Redacción
El insomnio crónico se ha convertido en un problema de salud pública que afecta a una parte significativa de la población española. Es una de las conclusiones de un estudio liderado por miembros de la Sociedad Española del Sueño (SES). El informe se ha presentado en el XXXI Congreso de la SES en Toledo. Revela que en los últimos 20 años la prevalencia de este trastorno del sueño ha aumentado de manera alarmante. Ha pasado de afectar al 6,4% de la población a impactar en un preocupante 14% de los españoles en 2023.
El neurofisiólogo experto en medicina del sueño del Hospital Clínico de Valencia y autor principal del estudio, Dr. Manuel de Entrambasaguas, compartió estos hallazgos en el marco del congreso. De acuerdo con sus extrapolaciones, esto implica que aproximadamente 5,4 millones de personas en España pueden considerarse afectadas por el insomnio crónico. El estudio se basó en 2.243 entrevistas realizadas entre julio de 2018 y julio de 2019, de las cuales 2.115 fueron consideradas válidas. Excluyeron a personas con horarios nocturnos irregulares, ya que sus patrones de sueño no eran representativos de la población general.
Aproximadamente 5,4 millones de personas en España pueden considerarse afectadas por el insomnio crónico
El estudio revela que el 43,4% de la población en algún momento experimenta síntomas de insomnio. Son los adultos jóvenes de entre 18 y 34 años el grupo más afectado. El síntoma más común es despertar temprano, con una mayor prevalencia en hombres que en mujeres. Curiosamente, este grupo de adultos jóvenes experimenta menos dificultades para conciliar el sueño que otros grupos. Comparando estos datos con el estudio de 1999, se destaca un aumento “brutal” en la incidencia de insomnio crónico entre los adultos jóvenes. Se trata de una tendencia que no existía anteriormente.
El estudio señala que otro 4,8% de la población no se incluyó en las estadísticas a pesar de tomar medicamentos para el insomnio. Esto se debe a la falta de síntomas evidentes. En este caso, las mujeres son las principales consumidoras de medicamentos, y su uso aumenta con la edad. Los medicamentos más comunes para tratar el insomnio son el lorazepam y el diazepam.
El estudio revela que el 43,4% de la población en algún momento experimenta síntomas de insomnio
Es alarmante que un 25% de los entrevistados que tomaban medicación para dormir seguían teniendo problemas para conciliar el sueño. Un sorprendente 18% de este grupo pensaba que no tendrían problemas para dormir si abandonaran la medicación, pero seguían tomándola. Esto plantea preocupaciones sobre la falta de control y seguimiento en el tratamiento farmacológico. Son datos que que afectan especialmente en la población mayor que es la que más consume estos fármacos y experimenta efectos secundarios significativos.
El aumento dramático del insomnio crónico en España plantea la pregunta de cuáles son las causas subyacentes. Según el Dr. Entrambasaguas, hay un problema generalizado con el sueño, incluyendo un retraso en la fase del sueño y una falta de sueño adecuado. Además, los cambios sociales y el aumento del estrés en los jóvenes de hoy pueden contribuir a este problema. El ritmo de vida acelerado, los trabajos en turnos irregulares y la falta de conciliación entre trabajo y vida personal son factores que afectan negativamente al sueño. Además, el uso de dispositivos móviles antes de dormir también se considera una influencia negativa.
El ritmo de vida acelerado, los trabajos en turnos irregulares y la falta de conciliación entre trabajo y vida personal son factores que afectan negativamente al sueño
Terapia
Para abordar este problema creciente, la Sociedad Española del Sueño recomienda la terapia cognitivo-conductual como primera respuesta. Es una propuesta por encima de la medicación. También enfatiza la importancia de adoptar hábitos de higiene del sueño saludables. Entre las recomendaciones se encuentran la creación de un ambiente adecuado para dormir, establecer horarios regulares para acostarse y levantarse. La SES recomienda tomarse tiempo antes de dormir para relajarse después de un día agitado. La terapia también tiene como objetivo educar sobre el sueño fisiológico y promover la asociación de la cama con el descanso en lugar de otras actividades. También se recomiendan ejercicios de relajación y meditación.
El estudio completo se publicará en diciembre en la revista Sleep Epidemiology, aunque ya está disponible en línea para su consulta. Este aumento en el insomnio crónico plantea un desafío importante para la salud pública y subraya la necesidad de abordar de manera efectiva las causas subyacentes y promover prácticas de sueño saludables en la sociedad española.
