Victoria Guillén
El proceso acelerado de envejecimiento que está experimentando la población, unido al aumento de la prevalencia de enfermedades crónicas y de personas mayores en situación de dependencia, supone un reto sin precedentes para nuestra sociedad. Actualmente, hay unos 80 millones de personas que superan los 65 años en Europa, casi el 20% de la población, y se prevé que en año 2050 sean 120 millones. Ante este nuevo escenario, surge la necesidad de mejorar la salud y la capacidad funcional y cognitiva de las personas con edad avanzada, promoviendo políticas y acciones que promocionen un envejecimiento activo y saludable.
De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el periodo comprendido entre 2021 y 2030 como la Década del Envejecimiento Saludable, una iniciativa que pretende aunar los esfuerzos de todos los actores sociales, gubernamentales, organismos internacionales, medios de comunicación y profesionales, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas mayores, sus familias y las comunidades en las que viven; así como reducir las desigualdades en salud. “El hecho de que nos dirijamos cada vez más al envejecimiento requiere una política de cuidados y protección a la tercera edad”, señalaron miembros de la UE reunidos en la Conferencia de Alto Nivel sobre Envejecimiento.
Así, el envejecimiento saludable se define como el proceso de mantenimiento y desarrollo de las capacidades funcionales que permite el bienestar en la vejez. Un continuo proceso de optimización de las oportunidades para mantener y mejorar la salud no solo física y mental, sino también relacional y espiritual con el mayor grado de independencia y de calidad a lo largo de la vida.
Se estima que en el año 2050 más de 120 millones de personas superen los 65 años en Europa
Independientemente de la edad, llevar una vida activa está asociado con múltiples beneficios para la salud de las personas. Según datos del ‘Estudio sobre el envejecimiento activo’, impulsado por CaixaBank, un 90% de las personas encuestadas de entre 60 y 80 años considera que el hecho de que las personas mayores se mantengan activas repercute en su estado de salud completo, aumentando la longevidad. Además, un 72% afirma que le gustaría ser más activo.
En este sentido, las residencias y los centros de día se han convertido en espacios idóneos para favorecer la promoción del envejecimiento saludable y activo, mediante la realización de actividades que promueven el desarrollo social, cognitivo, emocional y espiritual de las personas de edad avanzada. “Las residencias de Amavir apuestan firmemente por la cultura del envejecimiento activo y saludable, fomentando el papel primordial que las personas mayores tienen en la sociedad y contribuyendo a extender su calidad de vida, productividad y bienestar. “De este modo, contribuimos a la consecución de una sociedad más inclusiva y respetuosa con las personas mayores”, ha explicado Sara González, jefa médica de Grupo Amavir.
El 72% de los españoles de entre 60 y 80 años afirma que le gustaría ser más activo
En concreto, los talleres de Amavir buscan mejorar la autonomía y la psicomotricidad mediante ejercicios de fisioterapia y rehabilitación, siempre adaptados a las condiciones físicas de los residentes; potenciar las capacidades cognitivas a través de programas de estimulación. Un ejemplo de ello, son las terapias con animales que aportan innumerables beneficios psicológicos y físicos. “En Amavir llevamos a cabo actividades terapéuticas y lúdicas con el fin de estimular todas las capacidades de nuestros residentes siempre respetando sus preferencias como por ejemplo el huerto terapéutico, las terapias con animales, talleres de cocina, nuevas tecnologías, etc. También organizamos manualidades o talleres artísticos, actividades de animación, excursiones y salidas culturales que buscan, entre otras cosas, mantener la funcionalidad y sobre todo la interacción social e intergeneracional”, ha apuntado González.
Además, cada residencia del Grupo ofrece un plan de atención individualizada cuyo objetivo es que cada residente reciba los cuidados más adecuados a su situación, capacidades, necesidades, y preferencias. De esta manera, se previene, mantiene y mejora el buen estado de salud de las personas mayores, potenciando su autonomía y ralentizando el deterioro.
Ejercicio y consejos para seguir un envejecimiento activo
Envejecer de forma saludable ayuda a prevenir la aparición de algunas enfermedades, como puede ser el caso del Alzheimer u otras patologías. Según la OMS, el 22,3% de los hombres con edades comprendidas entre los 65 y los 74 años padecen obesidad y en el caso de las mujeres el porcentaje asciende ligeramente a 26,32%.
Por ello, es especialmente relevante promover que los mayores lleven una vida activa, basada en rutinas que satisfagan sus necesidades y que les permita sentirse activos y con vitalidad como llevar una alimentación saludable, ejercitar la memoria, realizar actividades de ocio y disfrute; así como realizar ejercicio físico con regularidad con actividades aeróbicas o de resistencia, ejercicios de fortalecimiento, de elongación, de equilibrio y flexibilidad, siempre y cuando entren en sus deseos a la hora de coordinar los objetivos planificados. En definitiva, la actividad física es importante ya que ayuda a mantener un peso saludable, retrasa la pérdida de músculo disminuyendo las caídas o al menos sus consecuencias y mejora la salud cardiovascular reduciendo el riesgo de desarrollar o al menos enlentecer la velocidad de avance de las enfermedades crónicas relacionadas. De la misma manera ayuda al mantenimiento de nuestro sistema inmunológico.