Redacción
A pesar de que las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte de las mujeres en España, siguen estando poco estudiadas, reconocidas, diagnosticadas y tratadas entre la población femenina. Esto se refleja, por ejemplo, en el tratamiento para controlar el colesterol, que es de menor intensidad en las mujeres, tal y como indica el Dr. Román Freixa, presidente de la Asociación de Cardiología Clínica de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), en el marco del Día Mundial del Corazón.
“Las diferencias observadas en cuanto a la atención entre hombres y mujeres se pueden explicar parcialmente por la existencia de un sesgo inconsciente y por la idea errónea de que la enfermedad cardiovascular es un problema masculino”, explica el Dr. Román Freixa, quien insiste en la importancia de la detección precoz y el tratamiento de los factores de riesgo cardiovascular para mejorar la salud cardiovascular de las mujeres y reducir la mortalidad prematura.
Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte entre las mujeres en España
Recientemente, un estudio de la Universidad de Oporto ha observado que las mujeres tienen una menor probabilidad que los hombres de alcanzar los objetivos de colesterol malo -en concreto, un 22% menos-. Por ello, el Dr. Freixa incide en la importancia de que médicos y profesionales de la salud presten una atención especial al manejo del colesterol en las mujeres y ajusten las estrategias de tratamiento de manera individualizada: “Debe hacerse todo lo posible para garantizar que las mujeres reciban las mismas oportunidades sanitarias en la prevención y el tratamiento de la enfermedad cardiovascular”.
Factores de riesgo cardiovasculares específicos en mujeres
Existen factores de riesgo comunes a toda la población que contribuyen a la aparición de cardiopatía isquémica: colesterol, hipertensión, dislipidemia, diabetes, obesidad, dieta poco saludable, sedentarismo y consumo de tabaco. Sin embargo, también hay factores de riesgo específicos de las mujeres: menopausia prematura, diabetes gestacional, hipertensión del embarazo, parto prematuro, síndrome de ovario poliquístico y enfermedades inflamatorias o autoinmunes. “También hay otros riesgos importantes que no se reconocen suficientemente, como los factores psicológicos, sociales, económicos y culturales, en los que a menudo influye el sexo, y que parecen contribuir a la enfermedad cardiovascular en las mujeres”, comenta el Dr. Freixa.
En este sentido, se puede mencionar que las mujeres tienden a posponer o retrasar las visitas al médico debido a múltiples factores, lo que podría llevar a que algunas mujeres lleguen a las consultas de cardiología con niveles de colesterol más elevados y sin tratamiento en comparación con los hombres.
Las mujeres en la menopausia pueden ser más propensas a desarrollar enfermedades cardiovasculares si no controlan los factores de riesgo
Asimismo, las mujeres en la menopausia pueden ser más propensas a desarrollar enfermedades cardiovasculares si no controlan los factores de riesgo. “Esto se debe a que, durante la menopausia, disminuyen los niveles de estrógeno, que tiene un efecto protector en el sistema cardiovascular, ya que ayuda a mantener niveles de colesterol LDL más bajos y niveles de colesterol HDL más altos”, asegura el Dr. Freixa.
Además, en este periodo, muchas mujeres experimentan un cambio en la distribución de la grasa corporal, con una mayor acumulación de grasa abdominal, que se asocia a un mayor riesgo cardiovascular. “Aunque antes de la menopausia las mujeres tienden a tener niveles de colesterol LDL más bajos que los hombres, estos son propensos a aumentar a partir de los 50 años en las mujeres y se acercan a los de los hombres, lo que aumenta el riesgo cardiovascular”, señala el doctor.
Así, la menopausia puede aumentar el riesgo de problemas cardiovasculares, por lo que es importante que las mujeres se sometan a controles de colesterol regulares a partir del comienzo de esta fase de la vida. Esto puede ayudar a identificar y tratar una elevación significativa de los niveles de colesterol LDL para reducir el riesgo cardiovascular.
Según un estudio, las mujeres tienen un 22% menos de probabilidad que los hombres de alcanzar los objetivos de colesterol malo
Las enfermedades cardiovasculares son una muestra más de las diferencias en la salud entre las mujeres y los hombres, debido a los determinantes biológicos, sanitarios, sociales y culturales. Por ello, también en el Día Mundial del Corazón, es necesaria una nueva mirada a la salud integral de las mujeres y el impulso de una Salud con Perspectiva.