Redacción
El Auditorio Reina Sofía del Hospital Universitario HM Sanchinarro ha acogido la séptima edición de la Jornada de formación en Bioética – Neuroética y neuroderechos, que organiza el Comité de Ética Asistencial de HM Hospitales, que pretende enfatizar en la protección de la integridad del ser humano frente a las nuevas tecnologías y las distintas aplicaciones de la inteligencia artificial. Durante la jornada se ha debatido sobre los límites éticos y legales de la inteligencia artificial y las neurotecnologías y se ha concluido que es necesaria una regulación más rápida.
La jornada ha profundizado en la protección de la integridad del ser humano frente a las nuevas tecnologías y las distintas aplicaciones de la Inteligencia artificial
El Dr. Juan Abarca Cidón, presidente de HM Hospitales, ha asegurado durante su intervención que la bioética y los neuroderechos son un disciplina reciente que genera un gran interés. “En HM Hospitales intentamos en la medida de lo posible estar a la vanguardia en todo lo que hacemos desde el punto de vista asistencial, docente, de investigación y con en este tipo de jornadas de formación. En neuroderechos nos vamos a quedar atrás desde el punto de vista de la legislación porque la velocidad a la que avanza este tema es muy rápida. Urge controlar esa situación, es un mundo que abre unas incógnitas impresionante y habrá que regularlo de alguna forma”, ha asegurado durante la inauguración de las jornadas.
“Actualmente, el artículo 22 del Reglamento Europeo de Protección de Datos dice que no se puede hacer ni automatizar nada que afecte a los derechos humanos del individuo, lo cual tocaría la integridad física y, por tanto, el derecho de la salud. Estamos oyendo cuestiones como algoritmos que pretenden en un momento determinado mandar al especialista a los pacientes tras pedirle datos y pruebas y eso en teoría no se podría, al igual que una máquina no podría diagnosticar en un momento dado sin la intervención humana. Por tanto, esto va mucho más rápido de lo que lo hace la regulación”, ha detallado el Dr. Abarca.
Dr. Abarca: “En neuroderechos nos vamos a quedar atrás desde el punto de vista de la legislación”
“Los neuroderechos buscan fundamentalmente proteger la autonomía humana, promover el bienestar y la seguridad de las personas y el interés público, garantizar la trasparencia, la claridad y la inteligibilidad, promover la responsabilidad y la rendición de cuentas así como la inclusividad y la equidad en la prevención de riesgos derivados de un uso inadecuado de tales tecnologías. Me refiero a las modificaciones epigenéticas, las complicaciones neuropsiquiátricas o su uso para ‘biohacking’ como una nueva y peligrosa forma de transhumanismo”, ha explicado el Dr. Julio Villanueva, director médico adjunto del Hospital Universitario HM Sanchinarro y organizador de la jornadas.
Actualmente, asistimos a la denominada cuarta revolución industrial, la revolución de los datos y el big data, del almacenamiento masivo y la inteligencia artificial. Estas tecnologías concebidas teóricamente como herramientas útiles enfocadas a la mejorar la calidad de vida y el trabajo de las personas, introducen por primera vez la posibilidad de reemplazar al ser humano. Esta dinámica aplicada al mundo de la salud y la medicina está abriendo nuevos escenarios que ponen en entredicho la autonomía personal sobre funciones mentales superiores inherentes al ser humano, como la percepción de la realidad o las habilidades cognitivas, que hasta ahora se consideraban capacidades únicas y diferenciadoras.
Neurotecnología y neurodispositivos
Ponentes de primer nivel como la Lydia Feito, Joaquín Cayón, Paco Estella, Vanesa Morente y David Ezpeleta han debatido acerca de los nuevos límites éticos y legales de la irrupción de la inteligencia artificial centrados en la neurotecnología y los neurodispositivos. La llegada y crecimiento exponencial de la inteligencia artificial ha permitido la aparición de las denominadas tecnologías cognitivas mediante las cuales se pueden realizar tareas que antes solo podían ejecutar los humanos, que se denomina neurotecnología y cuyas herramientas (neurodispositivos) se desarrollan para analizar e influir sobre el sistema nervioso del ser humano, especialmente sobre el cerebro.
Algunos ejemplos son la visión artificial, el aprendizaje automático, el aprendizaje profundo, el procesamiento de lenguaje natural o la automatización robótica de procesos, entre otros. “La neurotecnología busca detectar e interpretar qué está ocurriendo dentro del cerebro para, llegado el momento, poder intervenir en sus funciones. Se entiende entonces la necesidad de establecer límites éticos ya que en un determinado momento puede alcanzar la capacidad para leer, y eventualmente manipular, los pensamientos y emociones de un individuo”, ha aseverado el Dr. Villanueva.
Es necesario establecer límites éticos en la neurotecnología, ya que en un determinado momento “puede alcanzar la capacidad para leer, y eventualmente manipular, los pensamientos y emociones de un individuo”
Los neurodispositivos que pueden impactar sobre el ser humano se agrupan en tres grupos. Las neuroprótesis, dispositivos capaces de suplir capacidades motoras, sensoriales o cognitivas dañadas como consecuencia de una lesión o enfermedad; las interfaces neuronales, dispositivos que envían y reciben señales neurales en tiempo real; y los implantes optogenéticos, que permitirían activar o desactivar genes específicos en el tejido neuronal usando luz focalizada. El papel que juegan estos neurodispositivos plantea diversos dilemas éticos sobre el límite de su actuación y su capacidad de modificar e influir sobre la toma de decisiones del individuo.
