Cáncer de mama triple negativo: es necesario hallar nuevos biomarcadores que permitan predecir la respuesta al tratamiento

Jornada ‘Cáncer de mama precoz triple negativo: ¿cuándo menos es más y más no es suficiente?’

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Redacción
La utilización de biomarcadores que permitan predecir la respuesta a los distintos tratamientos para el cáncer de mama se hace más acuciante en el subtipo tumoral triple negativo, el más agresivo y con menos opciones terapéuticas. Se trata de un grupo muy heterogéneo de tumores caracterizados por la ausencia de expresión de receptores hormonales y que no presentan la sobreexpresión/amplificación de HER2/erBb2. Así se puso de manifiesto durante una jornada organizada por el Grupo Geicam de Investigación en Cáncer de Mama dentro del ciclo de jornadas intrip.

La incorporación de la inmunoterapia en el tratamiento de este subtipo tumoral, el más agresivo y con menos opciones terapéuticas, arroja resultados dispares en cuanto a eficacia y evidencia la importancia de encontrar nuevos marcadores 

Tenemos que seguir definiendo biomarcadores para clasificar estos tumores y entender su biología, para poder predecir la respuesta a terapias concretas, sobre todo porque es un subtipo muy heterogéneo que responde de forma muy distinta a los tratamientos, aseguró la Dra. María Muñoz Caffarel, del Instituto de Investigación Sanitaria Biogipuzkoa (San Sebastián) y una de las coordinadoras de la jornada.

Poder conocer la eficacia de una estrategia terapéutica en cáncer de mama triple negativo en escenario precoz es especialmente importante para el tratamiento con inmunoterapia, que presenta resultados dispares. “Es una suerte que ahora podamos contar con la inmunoterapia para el cáncer de mama precoz triple negativo, pues hay pacientes que están respondiendo muy bien, pero otras no tanto, y necesitamos comprender por qué”, señaló la Dra. Muñoz Caffarel.

La utilización de marcadores biológicos puede ayudar a escalar o desescalar tratamientos, evitando toxicidades al paciente y disminuyendo su riesgo de recaída

El único biomarcador utilizado actualmente en la práctica clínica de manera más extendida en este subtipo tumoral en el escenario precoz son las mutaciones en los genes BRCA, que predicen la respuesta a los inhibidores de la PARP, como olaparib. Por ello, la Dra. Caffarel indicó que es necesario seguir investigando marcadores tumorales que permitan dirigir más los tratamientos y poder individualizarlos.

El futuro en oncología va dirigido a personalizar cada vez más los tratamientos. La Dra. Marta Santisteban, de la Clínica Universidad de Navarra (Pamplona) y también coordinadora de la jornada, subrayó que de esta forma se evitan toxicidades, mejora la calidad de vida de los pacientes y disminuye su riesgo de recaída. Para escalar y desescalar tratamientos es necesario contar con biomarcadores que que predigan la respuesta al tratamiento. “Estos marcadores biológicos son los que a medio plazo nos van a ayudar a definir en qué pacientes podemos desescalar o escalar el tratamiento”, precisa.

Los linfocitos infiltrantes de tumor (TILs) se han asociado a una mejor respuesta al tratamiento en enfermedad precoz y a un mejor pronóstico y mayor supervivencia

La Dra. Santisteban destaca entre los biomarcadores más estudiados en el cáncer de mama triple negativo los linfocitos infiltrantes de tumor (TILs), asociados a una mejor respuesta al tratamiento en enfermedad precoz y a un mejor pronóstico y mayor supervivencia. En su opinión, esta determinación está cada vez más extendida en la práctica clínica. Así, es un nicho de investigación actual para predecir qué pacientes no se van a beneficiar de la quimioterapia y, por lo tanto, pueden beneficiarse de una desescalada de este tratamiento con la ventaja de evitar o reducir sus efectos secundarios.

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