J.P.R.
La pandemia ha puesto de manifiesto la necesidad de potenciar la producción de tecnología sanitaria en España. No solo se trata de evitar la dependecia de nuestro sistema sanitaria hacia otros países. El objetivo también es generar riqueza. Así lo pusieron de manifiesto representantes de las administraciones sanitarias y de la industria durante un evento organizado con motivo del 50 aniversario de la compañía Hersill.
Con estos objetivos, la secretaria general de Fenin, Margarita Alfonsel, reclamó la puesta en marcha de un “plan de industrialización” en nuestro país para estar “alineados con los planes de autonomía estratégica que ha puesto en marcha la Unión Europea para minimizar la dependencia de los mercados extranjeros”. Este plan debería dar respuesta a otro problema del sector en nuestro país: “La falta de penetración de las empresas nacionales en el mercado español”.
Este problema ha quedado patente en el Plan Inveat, donde no ha participado aún ninguna empresa española. Fenin considera necesario abrir este plan a otros productos que no son alta tecnología y claves para el paciente. “Hay muchos equipos que no son de alta tecnología pero resultan muy importantes para los pacientes”, coincidió Óscar M. Jordán, director gerente de Hersill, una empresa que resultó clave para la sanidad española durante la pandemia gracias a su capacidad para la producción de respiradores.
Administración e industria coinciden en potenciar la producción de tecnología sanitaria en España para evitar la dependencia extranjera
Diferentes niveles de la administración coinciden en esta necesidad. Por un lado, la consejera de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Fátima Matute, admitió en la inauguración que “un sistema de salud fuerte pasa por un desarrollo tecnológico y un sector sólido, pujante e innovador. Estas convicciones además las compartimos industria y administraciones, que somos complementarias y debemos aunar nuestra fuerza para afrontar los retos”.
Mercedes Suria, jefa de área de Instalaciones de fabricación e importación y comercio exterior de productos sanitarios de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), destacó tres pilares fundamentales para potenciar la industria nacional de tecnología sanitaria. En primer lugar, insistió en el cumplimiento de la legislación. El pasado marzo, el Gobierno aprobó el nuevo real decreto para la regulación de los productos sanitarios. En segundo lugar, puso en valor el papel de la agencia para la actualización legislativa y de procedimiento a las empresas. Por último, puso el foco en la necesidad de “identificar las tecnologías clave que van a ser necesarias en el futuro en España y en Europa para no depender de países extranjeros”.
La colaboración público-privada supone un instrumento clave para potenciar el sector. El director del Instituto de Salud Carlos III, Cristóbal Belda, puso en valor el papel del propio Isciii y del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial para obtener financiación que permita lanzar esas investigaciones al mercado. En este sentido, advitió que estas innovaciones “deben ser probadas al menos en seis comunidades autónomas para comprobar si son coste-eficientes”.