Redacción
La incidencia de la trombosis asociada al cáncer ha aumentado en los últimos años y está adquiriendo una relevancia “de primera magnitud” en las práctica clínica de los servicios de oncología. La Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), señala varios factores que explican el aumento de las trombosis en sus servicios: la mayor supervivencia de los pacientes con cáncer, mejores técnicas de diagnóstico y más precisas, el aumento del uso de fármacos asociados a trombosis y una mayor conciencia de esta complicación entre los sanitarios.
A medida que la trombosis asociada al cáncer ha ido ganando protagonismo en los servicios de oncología, la investigación en torno a este evento se ha incrementado. SEOM señala que se ha mejorado “notablemente” el conocimiento y el manejo de esta complicación a través de ensayos clínicos y proyectos de investigación. A esta actividad se une la introducción de la medicina personalizada, que para los oncólogos médicos, facilitará estrategias de prevención que eviten la aparición de este tipo de eventos en los pacientes con cáncer.
La mayor supervivencia de los pacientes, mejores técnicas de diagnóstico o una mayor concienciación son factores que hacen que la trombosis esté más presente en la práctica clínica de oncología
En un comunicado conjunto, SEOM y la Sociedad Española de Enfermería Oncológica (SEEO), anuncian que están trabajando de forma conjunta para identificar áreas de mejora en la atención en la enfermedad oncológica, la administración de tratamientos y sus posibles complicaciones. También abordan cuestiones relativas al diagnóstico, profilaxis, tratamiento, y situaciones clínicas que requieren una especial formación como es la trombosis asociada a cáncer.
“La identificación de los diferentes factores de riesgo implicados en el desarrollo de la trombosis asociada a cáncer es esencial para desarrollar estrategias de prevención adecuadas y garantizar un correcto diagnóstico y tratamiento. La puesta en marcha de estas acciones es crucial para aumentar la supervivencia y prevenir complicaciones a largo plazo que puedan mermar la calidad de vida de los pacientes oncológicos”, explica el Dr. Andrés Muñoz, coordinador de la Sección SEOM de Trombosis y Cáncer y oncólogo médico del Hospital General Universitario Gregorio Marañón.
Dr. Muñoz: “La identificación de los diferentes factores de riesgo implicados en el desarrollo de la trombosis asociada a cáncer es esencial para desarrollar estrategias de prevención adecuadas”
Para conseguir este objetivo, “una de las medidas más importantes es la concienciación tanto del personal sanitario como de la sociedad de la notable relevancia e impacto de la trombosis venosa asociada a cáncer hoy en día. Una adecuada formación puede permitir un reconocimiento temprano de síntomas y signos, y eventualmente realizar un diagnóstico precoz”, añade.
Ambas sociedades han puesto en marcha el I Curso de Formación en Trombosis asociada a cáncer, que dará comienzo el próximo 29 de enero de 2024. El plazo de preinscripción a este curso, coordinado por el Dr. Muñoz junto con la Dra. Elena Brozos, oncóloga médico del Hospital Clínico Universitario de A Coruña, y el Dr. David Gutiérrez, oncólogo médico del Hospital Universitario de Fuenlabrada, se abrirá el próximo 20 de noviembre y se cerrará el ocho de enero.
SEOM y SEEO han puesto en marcha el I Curso de Formación en Trombosis asociada a cáncer, que dará comienzo el próximo 29 de enero de 2024
“A lo largo de las últimas décadas hemos sido testigos de numerosos estudios en pacientes oncológicos con esta condición, por lo que se han aprobado nuevos tratamientos y su uso en diferentes situaciones. El correcto conocimiento de los fármacos indicados para cada situación, así como sus dosis e instrucciones de administración, forma parte de los conocimientos básicos que todo personal de enfermería debe adquirir para proporcionar unos adecuados cuidados al paciente”, explica la Dra. Brozos.
El Dr. Muñoz señala que actualmente cuentan con guías clínicas de manejo de trombosis en pacientes con cáncer, pero “quedan algunas cuestiones todavía sin resolver, haciendo que el manejo de la trombosis suponga un reto clínico al que debemos enfrentarnos en nuestra práctica clínica habitual”. Según explica el Dr. Gutiérrez, abordarán aspectos como “el precoz reconocimiento del cuadro clínico de presentación y el uso de tratamientos anticoagulantes que se utilizan en pacientes oncológicos, así como un adecuado manejo de la trombosis asociada a catéteres”.
La enfermería tiene un papel clave, son responsables del cuidado y manejo de los accesos venosos en estos pacientes
La enfermería tiene mucho que decir en este ámbito. Sus profesionales son los responsables del cuidado y manejo de los accesos venosos en el paciente oncológico. “Las intervenciones de enfermería incluyen la prevención de la trombosis a través de buenas prácticas de inserción y cuidado del catéter, la vigilancia constante del estado del catéter y la detección temprana de signos de trombosis, así como la coordinación con el equipo médico para el tratamiento y manejo de la trombosis establecida”, explican Recuerdo Aranda, enfermera del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid, y Francisco Javier Ruiz, enfermero del Hospital Universitario Vall d’Hebron de Barcelona, miembros del Grupo de Trabajo SEEO-SEOM.
Además, tienen una función de apoyo e información a los pacientes. Lamentan que la información que suelen recibir sobre el riesgo de trombosis “suele ser inadecuada en comparación con la que reciben sobre los tratamientos de quimioterapia y los efectos secundarios asociados” y señalan que las intervenciones de enfermería “pueden mejorar la adherencia y la satisfacción del paciente con el tratamiento recomendado“. De esta forma, el curso quiere concienciar a estos profesionales e instruirles en el reconocimiento temprano de síntomas y signos, en la prevención y evitación de factores de riesgo y en el uso de los anticoagulantes en estos pacientes , entre otros aspectos.
