Gema Maldonado
Cristina Cebrián (Vídeo)
La comunicación en cualquier área de la salud es una herramienta clave. En salud mental, lo es aún más, si cabe. Y como parte de una buena comunicación, la comprensión del problema de salud cobra especial relevancia. “Para que el tratamiento sea efectivo tenemos que empatizar con el paciente y con la familia”, afirma Pablo Plaza, director de Enfermería de los centros de salud mental de San Juan de Dios en la Comunidad Madrid.
Fue uno de los participantes, junto con Jorge Gutiérrez, director general de la Asociación Dale una Vuelta, de la mesa de diálogo sobre visualización de los problemas de salud mental moderada por María Vargas, directora de Relaciones Institucionales de iSanidad, con motivo de la presentación del Especial Salud Mental 2023. Un recorrido a través de los ojos de sus protagonistas.
Pablo Plaza: “Cuanto más limitante sea la enfermedad mental, más tenemos que ponernos en el lugar del paciente”
El director de Enfermería destacó los trastornos mentales graves, donde se dan “vivencias de familias rotas” en los que el sistema es “negligente porque los apoyos necesarios para que esos pacientes se integren en la comunidad no están modulados”. Desde su experiencia, es necesario “ver la enfermedad un largo recorrido”, sin olvidarse de los familiares que rodean a los pacientes y “empatizar” en todas las patologías, “pero cuanto más limitante sea la enfermedad mental, más tenemos que ponernos en el lugar del paciente”, matizó.
El estigma social acompaña a las enfermedades de salud mental. Y eso lo sabe bien Jorge Gutiérrez, que dirige la Asociación Dale una Vuelta, en la que ofrecen apoyo las personas con un consumo compulsivo de pornografía. “Si es difícil reconocer cualquier adicción, es mucho más difícil reconocer un consumo problemático de algo tan íntimo como la pornogafía. Llega gente que ya ha contado su problema al psiquiatra o al psicólogo, pero no le han dado suficiente importancia. Tengo la sensación de que no se conoce bien esta adicción”, explicó.
Jorge Gutiérrez: “Si es difícil reconocer cualquier adicción, es mucho más difícil reconocer un consumo problemático de algo tan íntimo como la pornografía”
Aunque la comunicación se hace más difícil para las personas que viven con este problema, “cada vez hay más personas que se lanzan a contarlo, a veces solo escribirlo ya les resulta de ayuda”. Para ofrecer ayuda a estas personas, es necesario conocer “la peculiaridad del consumo de pornografía hoy en día”, porque “está afectando de una manera completamente diferente y mucho más amplia de como afectaba hace 20 o 30 años”. explicó. El experto cree que aún hace falta “más trabajo y objetividad para diferenciar una patología de lo que es esta adicción” entre los profesionales de la salud mental.
Hacer frente a bulos y desinformación
Las redes sociales ya han mostrado su cara más oscura como difusoras de información falsa y campo abonado para la desinformación de aspectos vinculados a la salud. La salud mental es especialmente sensible a los efectos de las redes sociales, que “son como un campo sin valla”, lamentó Pablo Plaza.
Pablo Plaza: “Los profesionales sanitarios, conocedores de la sintomatología y la situación de los pacientes de salud mental, debemos estar más presentes en redes sociales”
¿Cómo se puede combatir la mala información para hacer un buen uso de redes sociales? El director de Enfermería cree que “los profesionales sanitarios, conocedores de la sintomatología y la situación de los pacientes de salud mental, debemos estar más presentes. Todo lo que se destine a prevención y promoción hace que haya menos enfermedad y amortigua las influencias negativas que, muchas veces, son fruto de banalizar situaciones”.
Para el director de la Asociación Dale una Vuelta, “hay que conseguir dar buena información y calidad en nuestros canales y atender con mucha más profesionalidad y humanidad, escuchando lo que se dice y lo que no se dice, que es lo más difícil”, concluyó.
