G.M.
Los barrios de la periferia urbana, el centro histórico de una ciudad y las zonas rurales tienen sus propias necesidades sociales y sanitarias. Cada una con sus particularidades, con un tipo de población diferente y con problemas diversos. Lo que todos tienen en común es una farmacia comunitaria cercana. En muchos casos, es el punto sanitario más accesible para los vecinos. Pero también se convierte en un espacio de confianza para ir más allá de la dispensación de medicamentos y las recomendaciones básicas para su uso. La farmacia puede ser un recursos de prevención de problemas de salud, de educación para los pacientes, de ayuda ante situaciones como la soledad no deseada, incluso, un espacio de seguro frente a la violencia de género.
Rita de la Plaza: “Las farmacias comunitarias son un lugar seguro y de confianza donde siempre hay un sanitario de frente”
“Podemos actuar como radares para detectar muchos problemas de salud y derivarlos precozmente. Tenemos que actuar desde la prevención, no desde la enfermedad”, cuenta a iSanidad Rita de la Plaza Zubizarreta, farmacéutica y presidenta del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Cantabria. Ella define la oficina de farmacia como “un lugar seguro y de confianza”, donde “siempre hay un sanitario de frente”.
Las farmacias comunitarias españolas llevaron a cabo a lo largo de 2022 casi 600 acciones de carácter social, sanitario, educativo y de bienestar. Todas están reunidas en el primer Barómetro Social de la Profesión Farmacéutica, un informe del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (Cgcof). Estas acciones se basan en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, por lo que buscan contribuir a su cumplimiento.
Muchas de estas acciones se articulan a través de los colegios provinciales de farmacéuticos. Es el caso del Colegio de Farmacéuticos de Cádiz. “En la última década hemos desarrollado un fuerte programa de iniciativas sociales con el fin de que todas las farmacias gaditanas también se sumaran”, señala Alberto Virués Ávila, presidente del colegio gaditano. Desde su perspectiva, “no se entiende la labor del farmacéutico sin esa función social y asistencial que hacemos”.
Alberto Virués: “No se entiende la labor del farmacéutico sin esa función social y asistencial que hacemos”
Este colegio ha puesto en marcha iniciativas como el seguimiento farmacoterapéutico, campañas de peso y salud en personas mayores y en menores de edad y servicios profesionales sanitarios como el Sistema Personalizado de Dosificación, que facilita a los pacientes polimedicados sus fármacos, colocados de forma ordenada en pequeños envases, para que el paciente solo tenga que sacarlos y tomarlos cuando le corresponda.
La Monitorización Ambulatoria de la Presión Arterial (MAPA), es otro de estas iniciativas, mediante una prueba que se realiza desde la farmacia y que permite medir la tensión arterial del paciente durante 24 horas. “Estos proyectos vieron la luz en nuestra provincia y fueron compartidos con el resto de los compañeros de toda Andalucía a través del Cacof, ya que fuimos conscientes de que era algo tremendamente positivo para todos y eran necesarios extenderlos”, explica Virués.
Las iniciativas que desarrollan las farmacias comunitarias se centran en el buen uso de medicamentos, salud pública, acción social y medioambiente
Las iniciativas registradas en el Barómetro elaborado por el Cgcof se enmarcan en cuatro áreas: buen uso del medicamento, salud pública, acción social y medioambiente. Además, en función del público al que se dirijan, se clasifican en acciones para la población general, para pacientes, mayores, infancia mujeres, farmacéuticos, personas con discapacidad y personas en riesgo de exclusión social.
La mayor parte de las acciones están contribuyendo a cumplir cuatro de los ODS: el número tres referido a salud y bienestar, el cuatro, sobre educación de calidad, el número 10 dirigido a la reducción de desigualdades y el 17, centrado en forjar alianzas para lograr objetivos. Este último se ve reflejado en los acuerdos que los colegios de farmacéuticos firman con asociaciones de pacientes, ONGs y otras entidades públicas y privadas.
Es el caso del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid. “Actualmente, estamos impulsando las acciones en la farmacia madrileña con el apoyo, fundamentalmente, de Banco Farmacéutico y la Asociación FARMASolidaria, que tienen proyectos donde intervienen las farmacias que se adhieren a sus iniciativas”, explica Mario Vaillo, director de Comunicación del colegio madrileño. También colaboran con el Ayuntamiento de Madrid impulsando la campaña Madrid te Acompaña, coordinada por la Dirección General de Mayores y Soledad no Deseada.
El colegio madrileño de farmacéuticos está desarrollando su propia estrategia de acción social para los años 2024-2026
El colegio madrileño está desarrollando su propia estrategia de acción social para los años 2024-2026. Quieren identificar las necesidades sociales “más acuciantes” a las que puedan dar respuesta en la organización colegial “con la voluntad de concretar y especificar retos sociales o colectivos vulnerables que pueden ser atendidos” desde la farmacia comunitaria madrileña. Además, las farmacias ya participan en la red de Farmacias Centinela, para detectar, notificar y prevenir problemas de seguridad relacionados con el uso de medicamentos. También lleva adelante un programa integral de gestión de residuos.
Las campañas con pacientes son parte importante de esta labor. Un ejemplo de ello es la campaña Frena el sol, frena el lupus que desarrolla el Colegio de Farmacéuticos de Cantabria. En ella colaboran la Asociación Lupus de Cantabria (Aldec), Isdin y varias distribuidoras. Esta campaña, creada por la Federación de Asociaciones de Farmacias de Cataluña, “facilita a los pacientes de lupus el acceso a través de las farmacias que participan, a fotoprotectores de calidad a un precio muy reducido, ya que la aplicación de estos productos es fundamental para evitar el agravamiento de la enfermedad”, cuenta De la Plaza Zubizarreta.
Alberto Virués: “Los farmacéuticos estamos cerca de cada persona desde que nace hasta que se va, en la calle de su barrio o en su pueblo. Eso es un privilegio y una oportunidad que no podemos desaprovechar”
Son solo algunas de las acciones que pueden encontrarse en muchas de las más de 22.000 farmacias comunitarias que pueblan las calles, los barrios y las ciudades españolas con profesionales que trabajan en ellas. “Somos profesionales sociales y asistenciales, estamos cerca de cada persona desde que nace hasta que se va, en la calle de su barrio o en su pueblo. Eso es un privilegio y una oportunidad que no podemos desaprovechar”, afirma el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Cádiz.