Redaccion
El Colegio Oficial de Enfermería de Madrid (Codem) y el Grupo de Estudio Neurovascular de la Sociedad Española de Enfermería Neurológica (Sedene) han alzado su voz para demandar una mayor visibilidad y concienciación sobre dos enfermedades neurológicas de gran relevancia: el daño cerebral adquirido y el ictus. Los días mundiales de concienciación sobre estas condiciones se celebran el 26 y 29 de octubre, respectivamente.
El daño cerebral adquirido tiene como causas más comunes los ictus, tumores cerebrales, anoxias cerebrales e infecciones cerebrales. Por otro lado, el ictus afecta a un gran número de españoles, representa la principal causa de discapacidad grave en adultos. Es la principal causa de muerte entre las mujeres y la segunda entre los varones en España.
Las enfermeras demandan una mayor visibilidad y concienciación sobre dos enfermedades neurológicas de gran relevancia como son el daño cerebral adquirido y el ictus
Mar Rocha, portavoz del Codem, subraya la importancia de la prevención, detección y acción temprana en estas enfermedades. Destaca el papel fundamental que desempeñan las enfermeras en proporcionar cuidados profesionales y de calidad a los pacientes con enfermedades neurólogicas. También destaca el apoyo crucial que brindan a las familias de estos pacientes.
En esta misma línea, Sedene enfatiza el rol esencial de la enfermería en el proceso de neurorrehabilitación. Alejandro Lendínez, presidente de Sedene y Coordinador del grupo NRHBSedene, destaca que “la enfermería juega un papel destacado en la rehabilitación de pacientes neurológicos al proporcionar un enfoque holístico e integral para el paciente, educándolos, satisfaciendo sus necesidades y empoderándolos en su autocuidado“.
Mar Rocha (Codem) destaca el papel fundamental que desempeñan las enfermeras en proporcionar cuidados profesionales y de calidad a los pacientes con enfermedades neurólogicas
Las unidades de ictus, con su alta carga de pacientes y demandas, requieren enfermeras altamente capacitadas. El ictus es más incapacitante que el resto de las enfermedades neurológicas juntas, el coste en cuidados de las enfermeras y la atención médica es muy elevado. Además, se espera que estas cifras aumenten por al envejecimiento de la población.
En respuesta a esta perspectiva, tanto el Codem como Sedene, subrayan la necesidad de prevención, tratamiento precoz y rehabilitación. También destacan el papel vital de las enfermeras en el proceso de estas enfermedades. Explican que es fundamental que las unidades de ictus cuenten con enfermeras debidamente formadas y dedicadas a la atención de los pacientes neurólogicos. Tienen que seguir los protocolos estandarizados, previniendo complicaciones y detectándolas de manera precoz.
Es fundamental que las unidades de ictus cuenten con enfermeras debidamente formadas y dedicadas a la atención de los pacientes neurólogicos
El control de la tensión, la monitorización no invasiva de la saturación de oxígeno y el registro de ECG son prácticas esenciales en estas unidades. Además, la identificación temprana de la disfagia es crucial para prevenir la aspiración en pacientes con alto riesgo. Un estudio, el QASC, ha demostrado que los cuidados de enfermería a través de los protocolos FeSS (Fiebre-Glucemia-Disfagia) pueden reducir la mortalidad y la dependencia en pacientes con Ictus en un impresionante 16%, un efecto que se mantiene a largo plazo.
Rosa Herrero, coordinadora del grupo GENSedene, enfatiza la importancia de incluir a los pacientes y sus familias desde el principio en los cuidados. Asegura que hay que brindarles apoyo, escucharles y resolver sus dudas. Ella destaca el papel crucial de la enfermera en la creación de una “complicidad” entre el paciente, su familia y el personal de enfermería. Solo con conocimientos científicos, capacitación y experiencia en la atención de pacientes con Ictus se pueden ofrecer los cuidados de excelencia que estos pacientes merecen.
