“Conocer la expresión y el comportamiento de la trombosis vascular mediante la imagen revoluciona este campo de la medicina”

El Dr. Luis Martí-Bonmatí ha participado en el Congreso SEHH-SETH con la ponencia Valor de las técnicas de imagen en la definición del riesgo trombótico arterial. En camino hacia la radiómica

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Pablo Malo Segura (Sevilla)
La radiómica y la inteligencia artificial suponen una revolución en el diagnóstico del riesgo trombótico arterial. “Conocer la expresión y el comportamiento de la trombosis vascular mediante la imagen revoluciona este campo de la medicina”. Así lo aseguró el Dr. Luis Martí-Bonmatí, director del Área de Imagen Médica del Hospital Universitario y Politécnico La Fe de Valencia, que impartió la ponencia Valor de las técnicas de imagen en la definición del riesgo trombótico arterial. En camino hacia la radiómica durante el Congreso Nacional de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH) y de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia (SETH), #Hemato2023, celebrado en Sevilla.

La radiómica es una herramienta utilizada en la detección del riesgo trombótico arterial que puede dejar atrás la interpretación subjetiva de las imágenes y dar valor al análisis de los datos realizado por la inteligencia artificial

La radiómica es una herramienta utilizada en la detección del riesgo trombótico arterial que puede dejar atrás la interpretación subjetiva de las imágenes para dar valor al análisis de los datos realizado por la inteligencia artificial. El Dr. Luis Martí Bonmatí también valoró las posibilidades de la radiómica como herramienta diagnóstica cuantificable a partir del análisis de los datos recopilados. Según ha explicado, la imagen detecta la trombosis por ecografía, tomografía computarizada y resonancia magnética. “La señal de la luz del vaso varía, la pared sufre cambios y el tejido periférico suele participar del proceso inflamatorio. La imagen detecta además los cambios de perfusión del tejido irrigado. Por tanto, la imagen es indispensable en los eventos isquémicos y muchas veces hace este diagnóstico incluso como hallazgo casual u oportunista”, subrayó.

El radiólogo de La Fe resaltó el potencial que ofrecen las técnicas de imagen. “Mediante la computación, a partir de imágenes de los tejidos, se pueden analizar sus propiedades y predecir su comportamiento, en un intento de estimar y describir con exactitud, veracidad y reproducibilidad los aspectos relevantes de la enfermedad”, expuso.

Dr. Martí-Bonmatí: “La inteligencia artificial y las redes neuronales convolucionales permiten localizar automáticamente la trombosis y extraer sus características principales”

La radiómica representa las características de forma, tamaño, bordes, homogeneidad, textura y dinámica extraídas de la imagen como características de un órgano o lesión en su imagen. “Cuando estas propiedades se comportan como indicadores sustitutos de procesos biológicos normales, procesos patológicos o respuestas a una exposición o intervención, se conocen como biomarcadores de imagen”, indicó el Dr. Martí-Bonmatí. En este ámbito, señaló que “la inteligencia artificial y las redes neuronales convolucionales permiten localizar automáticamente la trombosis y extraer sus características principales. En la trombosis, los biomarcadores de textura se asemejan a la composición tisular del trombo y predicen con fiabilidad su pronóstico”.

Innovación y traslación

El Dr. Martí Bonmatí compartió durante su ponencia los resultados de diferentes estudios. En el primero de ellos, en 67 pacientes con accidente cerebrovascular isquémico agudo y oclusión proximal, las características radiómicas del trombo, derivadas de la tomografía computarizada (TC) sin y con contraste, predicen mejor el éxito de la recanalización con alteplasa IV que los parámetros usuales (longitud, volumen y permeabilidad del trombo). El segundo de los estudios, realizado en 74 pacientes, seleccionó seis parámetros radiómicos de textura relacionados con la organización de los componentes del coágulo en distribución de hematíes, fibrina y plaquetas. Los coágulos con mayor diversidad de componentes se asociaron con efectividad de la trombectomía inicial.

El Dr. Luis Martí-Bonmatí analizó las posibilidades de la radiómica como herramienta diagnóstica cuantificable

El tercer ejemplo fue un estudio multicéntrico publicado en 2023 con 403 pacientes consecutivos con infarto isquémico agudo, TC y trombectomía mecánica. El modelo radiómico para un origen cardioembólico (peor pronóstico) obtuvo un AUC=0,838, significativamente mayor que el modelo radiológico convencional (AUC=0,713). “Las características radiómicas del trombo se relacionaron con las características de hematíes, fibrina y plaquetas“, explicó. El radiólogo compartió los resultados de otro estudio realizado en 57 pacientes con embolia arterial aguda de miembros inferiores y TC angiografía, donde se diferenciaron los émbolos nuevos de los antiguos con una firma radiómica de seis parámetros con un AUC de 0.96 (test) y 0.79 (validación independiente).

Finalmente, el Dr. Martí-Bonmatí ofreció una serie de recomendaciones fundamentales en este ámbito: aumentar los niveles de evidencia (tamaño muestral, cohorte independiente); armonizar las imágenes para eliminar la variabilidad (IA); consensuar, estandarizar y protocolizar la selección de propiedades radiómicas a analizar (modalidad de imagen, áreas); incorporar los modelos ómicos integrados en estudios observacionales (RWD); y establecer alianzas y colaboraciones entre centros, instituciones y empresas.

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